Aviso claro a navegantes, alcohol y otras sustancias sicotrópicas, para quién quiera realmente escucharlo:
"Sentirse creativo y pensar de forma creativa son dos niveles mentales diferentes y las drogas se quedan en el primero.
Algunos artistas y científicos han buscado la inspiración en sustancias estimulantes como nicotina, anfetas y cocaína; o deshinbidoras, como el alcohol, cannabis, psilobicina... Pero la conclusión de la neurociencia es que nuestra productividad durante esos estados alterados es menor que fuera de ellos. Así, los estimulantes aumentan nuestra nuestra concentración cuando estamos cansados, pero a costa de perjudicar nuestro pensamiento divergente creativo. El cannabis potencia la jovialidad y las evaluaciones mas favorables sobre la propia creatividad, pero, cuando esa sensación es valorada por un observador externo imparcial, no existe un ningún incremento reconocible. Algo parecido ocurre con el alcohol, que estimula la autoconfianza sin que eso se traduzca en una mejor producción artistica. Y respecto a los alucinógenos como el LSD aumenta la actividad cerebral en forma de percepciones sensoriales novedosas; pero a la vez, reducen la capacidad de establecer asociaciones entre causas y efectos y entorpecen el manejo mental de esa información para extraer conclusiones originales".