Buenos días chicos.
Os robo un cachito de tema para escribir algo. No es nada nuevo el hablar de este tema para mi, pero nunca lo he compartido con vosotros, y ya que me apetece escribir un poco, os lo cuento...
En este foro he aprendido muchas cosas sobre nuestro querido Michael. He aprendido mucho de él, de lo que fue, a quererlo mucho más...
Muchas 'cosas' me ha 'dado' este foro. Pero sin duda, la más grande, han sido las amistades que en él he hecho.
No hace falta decir que aquí se 'esconden' muchas personas excelentes, personas que merecen la pena. ¿Quién mejor que vosotros para saberlo?
Pues bien. Un día normal en el foro me topé con un nuevo usuario llamado Celia Jackson. Nada nuevo; un usuario como cualquier otro (o eso pensaba entonces). Le hice una visita y al rato recibí un mensaje. Le ayudé un poquito en temas del foro, dado que era nueva en el lugar y no tenía mucha idea. Empezamos a hablar y bueno, como solemos hacer, nos pedimos otro medio más fácil para poder seguir hablando, ya que nos habíamos caído bastante bien. O por lo menos ella a mi.
Hablábamos todos los días.
No nos habíamos parado en calcular, pero 737 kilómetros eran los que nos separaban.
Con el tiempo, nos fuimos conociendo más. Era una chica simpática, me parecía muy buena persona (más tarde me daría cuenta de que es la mejor persona del mundo), y me lo pasaba muy bien hablando con ella. Me sentía a gusto.
Innumerables son las veces que me he reído hasta creer que moría con ella, tantas como las veces que me hizo sonreír, y sentir especial.
Muchísimos momentos felices. Muchísimos. Pero también estaban los malos. Esos en los que, lo único que nos consolaba y ayudaba, era aquella persona que estaba tan lejos. ¿Y sabéis? De todos esos momentos, por malos que fueran, hemos sacado algo positivo, y es que nos han unido mucho más. Mucho más de lo que me hubiera imaginado.
Pequeñas tonterías, momentos y anécdotas parecían hacer de los kilómetros algo secundario, algo que no nos importara para nada.
Pero en todo momento, en cualquier buena amistad, sientes la necesidad de un abrazo. Un abrazo que, por cualquier motivo, lo necesitas en ese momento, y de esa persona. Sólo de esa persona. Para mí, esa persona, era Celia. Y siempre nos quedábamos con las ganas de ese abrazo, que podía demostrar tantas cosas, y que tanta calma y esperanza podía dar.
No sabría decir en qué momento pero, poco a poco esa personita, se convirtió en alguien muy, muy importante para mi. Como si necesitara de ella para poder vivir.
Al fin y al cabo, es la persona que más me hace feliz. Que tiene el 'poder' de hacerme sonreír con un par de palabras. Y soy feliz cada vez que hablo con ella. O cuando nos llamamos. Con esa voz tan adorable que tiene, que muchas veces tengo la sensación de oír con cualquier mensaje suyo.
Hoy he leído esta frase. Y en el momento en el que terminé de leerla, Celia vino a mi mente.
"Los seres humanos fueron creados originalmente con cuatro brazos, cuatro piernas y una cabeza con dos caras. Ante el temor de su poder, Zeus los dividió en dos seres separados, condenándolos a pasar sus vidas en busca de sus otras mitades."
Sin duda, ella, mi 'Hermana MO'', como así nos llamamos, es esa mitad. Como si fuera una hermana que se perdió por alguna parte de este mundo. Y espero que este añito que hace desde que nos conocemos, sea el primero de muchos. Y que los 737 kilómetros que nos separan, se conviertan en 737 abrazos que nos demos cuando nos veamos.