Cataluña no se puede comparar con Escocia, básicamente porque al contrario que Escocia, Cataluña nunca ha sido una colonia. Ni es, ni ha sido, un “pueblo oprimido”.
La identidad nacionalista es una construcción (¡hola, Programa 2000!) rodeada de históricas mentiras* cubiertas con una pátina victimista que arguye eternos agravios del Gobierno de España contra la región catalana. Bien al contrario, Cataluña históricamente ha sido una comunidad bastante mimada en España. Hablo de políticas proteccionistas para la industria textil, de avances pioneros como que el primer ferrocarril en toda España fuese catalán, como que Franco estableciese un decreto en 1943 según el cual solo Barcelona y Valencia podían realizar ferias de muestras internacionales (abolido en 1979), de los Juegos Olímpicos de 1992 sufragados como un proyecto de Estado…etc.
España no contempla en su Constitución la división territorial, así como tampoco lo hacen Estados Unidos, Suiza o Alemania. No es un asunto de “autodeterminación”, y por supuesto, no se trata de un territorio desfavorecido que necesite liberarse de las ataduras de un Estado opresor. Es evidente que aquí, por dejación, se ha llevado todo este asunto bastante lejos, engañando además a la población sobre los costes reales. En cualquier otro país europeo hubiesen intervenido antes, aquí Puigdemont ha estado coleccionando las cinco instancias del Tribunal Constitucional. Luego siempre nos queda el victimismo cuando llega la realidad.
Maravilloso, como siempre, Joan López Alegre enfrentándose a Marta Rovira:
https://www.youtube.com/watch?v=Awp6Ag7FmFk
Los nacionalistas catalanes llevan más de 30 años tildando de “fachas” a todos aquellos que no encajan en su Cataluña identitaria. Últimamente, hay muchos catalanes fachas, incluído Serrat. Es tan ramplón y simplista que produce sonrojo. Yo misma, por ejemplo, después de haber leído muchísimo más y haber madurado ciertos puntos de vista, no encajo en esa Cataluña identitaria que me recuerda más bien al “una, grande, libre” con esa falacia de “som un sol poble” que otra cosa. Sí, yo no soy de esas personas que hablan de España y Cataluña como dos entidades diferentes, ni percibo Cataluña como un país, del mismo modo que no lo es Galicia, que también tiene su historia, su lengua propia y sus costumbres.
Venga, que me voy a autozasquear, me apetece. Allá por 2006, abrí un post que generó algo más de polémica de la que hubiese imaginado, y aquí uno de los comentarios que escribí entonces:
Salvaje política de inmersión lingüística... se impide el derecho y el deber de conocer el castellano... xD Será que no se imparte la asignatura de Lengua Castellana en los colegios. Será que TODOS los profesores imparten su materia exclusivamente en catalán y no se da opción a los alumnos a que se expresen en la lengua que ellos escojan.
Evidentemente, hablaba según mi experiencia como estudiante. Me faltaba perspectiva, porque la situación entonces ya no era como cuando yo estudié EGB en los 80-90 en un barrio típicamente castellanohablante de Barcelona. Pues sí, en 2017 y con una niña de 4 años escolarizada tengo que decirte, querida Angie mordaz de 2006, que todos los profesores imparten su materia exclusivamente en catalán. Vamos, que a los niños se les introduce el inglés en P4 o P5 (a elección del centro escolar), pero el español no aparece en escena hasta Primaria y únicamente DOS horas a la semana. Como si fuese una lengua extranjera y no cooficial. Irónicamente, se defiende a la idea de que los resultados académicos en Lengua Española no solo están en la media, sino que son superiores a los del resto de España. No se promueve el bilingüismo, sino el monolingüismo en catalán, la única lengua considerada como propia y vehicular en enseñanza. Imposición ridícula que no encaja con la realidad social. En la clase de mi hija, y estoy hablando de un barrio barcelonés más catalanista-pijo que en el que crecí, muchos niños hablan entre sí en castellano. La UNESCO dice bien claro que los niños deberían estudiar en su lengua materna. Así que una educación verdaderamente bilingüe en catalán y castellano como lenguas vehiculares sería lo justo. Detrás de la pretendida “normalización” del catalán está el objetivo nacionalista de la exclusión del castellano como lengua propia de los catalanes. Contra eso no cabe ninguna objeción, porque cualquier sentencia judicial ha sido desoída totalmente por la Generalitat, y cualquier padre sabe perfectamente, que intentar que se imparta alguna migaja más de castellano en las aulas, hoy por hoy, implica exponerte al acoso y la estigmatización como le ocurrió a Ana Moreno (residente en Balaguer) por pedir que se cumpliera con el 25% de las clases en castellano. No estoy de acuerdo con la inmersión lingüística porque utiliza el idioma como arma política. Y por otra parte, invadir el espacio educativo con consignas políticas (esteladas, carteles de diversa índole...) me parece muy desacertado también.
España es un país complejo, de una gran riqueza cultural. Echo en falta una perspectiva más holística en el ámbito educativo. Sería interesante que Cataluña (y seguramente, también otras comunidades, lo desconozco) hablase de las otras lenguas oficiales del país, de otras costumbres que configuran el mapa identitario de otras comunidades, en lugar de hablar de España y Cataluña como dos entidades diferentes, señalando a una de las dos como opresora con argumentos falaces, en lugar de defender los lazos que nos unen a todos.
Desde mi punto de vista, el mayor problema de los catalanes es, como siempre, la burguesía catalana. Cataluña no está exenta de una corrupción semejante a la que se señala como marca del PP (aviso a navegantes, nunca he sido votante del PP, gracias). Más aún, se despilfarran millones de euros en subvenciones partidistas (¿por qué ANC y Omnium, claramente independentistas, no se sufragan con donaciones de sus afiliados, en lugar de ser generosamente regadas con dinero público?) y propaganda de diverso pelaje, como la que exhibe TV3 sin ambages, televisión pública que resulta más cara que Mediaset y Atresmedia juntas. Por no hablar del dinero invertido en crear “Estructures d’Estat” cuando (voy a obviar el tema de la legalidad) ni siquiera cuentas con un apoyo mayoritario para la fantasía secesionista. Así, puedes morirte de peritonitis con 20 años en el Hospital de Manresa después de haber ido cuatro veces al médico gracias a los recortes en Sanidad, pero es que a la hora de repartir el dinero público hay otras prioridades, hem de fer país. Luego lo disfrazamos todo de “España nos roba” y echamos balones fuera con la represión franquista de “l’Estat espanyol”. Claro que sí.
Sobre el tema de la represión policial del 1-O me da un poco de pereza, pero lo abordaré someramente. Mi opinión es que lo suyo hubiera sido dejar que la gente hiciera el paripé de referendum tranquilamente, que igualmente no iba a tener ninguna validez. Y ya está, el Govern se hubiera llevado un chasco (porque esa confrontación la buscaban, y queda patente en el documento 'Enfocats' requisado por la Guardia Civil) y nadie hubiera estado dando vueltas justificando cualquier absurdo en base a porras policiales. Pero bueno, no fue así porque los Mossos (policía jurídica y no política) no hicieron su trabajo. Los antidisturbios estaban disfrutando de un día libre para no intervenir en posibles situaciones de multitudes descontroladas, eso mejor dejarlo a otros cuerpos policiales. Sin duda, hay que reflexionar sobre lo que ocurrió. Pero, por desafortunadas que fueran algunas escenas, es evidente que la cifra de heridos (¿900, en serio) NO es real. Imposible cuando al día siguiente solo había tres personas hospitalizadas.
Quienes se encontraban votando dentro de los colegios no sufrieron ninguna agresión, éstas se las llevaron aquellos que se dedicaron a hacer resistencia pasiva-agresiva. O directamente agresiva. Hay videos grabados con móviles de las situaciones reales que se dieron aquella mañana, no todo era pacífico por parte de los allí congregados, en absoluto. No quiero justificar ningún tipo de violencia, ni por parte de la policía ni por parte de los que insultan y arrojan vallas, piedras o lo que surja contra un cuerpo policial. Cuando necesitas mentir descaradamente para sostener tu versión, pierdes mucha credibilidad. No sé qué hubiera hecho la policía belga (ahora que Puigdemont está allí fugado, que no exiliado), tal vez hubieran acabado también a manguerazos, como sucedió hace unos días. Allí también tienen represión franquista.
https://www.youtube.com/watch?v=DxeRu8nZKZE
En este video vemos el testimonio de quien sufrió el impacto de una bala de goma en un ojo, y está claro que lo que cuenta y la realidad difieren bastante. Estoy de acuerdo en que nadie debió hacer uso de ningún disparo, pero su caso no es como el de Ester Quintana, (herida por los Mossos) que pasaba por una manifestación contra los recortes (14-12-2012)y en ningún caso se enfrentó directamente a nadie. ¿Me explico?
El supremacismo al que hacía referencia ThrobEr es un hecho. Muchos catalanes desprovistos de mala fe, gente normal que seguramente abraza el discurso independentista debido a cierta confusión y desconocimiento, no son conscientes de que los postulados nacionalistas son, por definición, excluyentes. Prat de la Riba, en su obra
La Nacionalitat Catalana (1906), afirmaba “Calia acabar d’una vegada aquesta monstruosa bifurcació de la nostra ànima, calia saber que érem catalans i que només érem catalans, sentir lo que no érem per a saber clarament, fondament lo que érem, lo que era Catalunya. Aquesta obra, aquesta segona fase del procés de nacionalització catalana, no la va fer l’amor, com la primera, sinó l’odi”. El odio como instrumento en la construcción de la identidad nacional, vaya. No hace falta leer a Prat de la Riba, actualmente tenemos más ejemplos. No tiene desperdicio la obra “La inmigración, problema y esperanza de Cataluña” (1976) de Jordi Pujol, el mismo que dijo en alusión a Manuela de Madre (política catalana nacida en Huelva) “Ella lleva aquí 50 años, yo 500”. También Gabriel Rufián para atacar a algunos como Arrimadas, dice que no son catalanes porque no son nacidos en Cataluña, negando el espíritu del propio Estatut. Oriol Junqueras, en un artículo publicado en el diario Avui, en 2008, hacía alusión a una supuesta diferencia genética entre catalanes y españoles. Sin comentarios. Es todo este rollito de repartir carnets de catalanidad, de establecer imaginarias fronteras entre “nosotros” y “ellos”, de hacer listas de buenos y malos catalanes (Feu cada dia tot allò que estigui al vostre abast pq el bé derroti al mal a les urnes el 21D”, Junqueras dixit), lo que a muchos nos echa para atrás.
Falta amplitud de miras para abordar todo este panorama, debemos (pre)ocuparnos de los verdaderos problemas que asoman a la ciudadanía, y desde luego, altura política y mucha pedagogía para contrarrestar el sesgado relato que esgrimen los independentistas. Y la pedagogía, por supuesto, brilla por su ausencia. ¿Que nuestra democracia es mejorable? Por supuesto. Y espero que en la próxima reforma de la Constitución ayude a blindar derechos sociales y otras cuestiones, votadas eso sí, por todo el país. Siempre defenderé un país mejor para todos y no solo para unos pocos.
Estoy segura de que Michael siempre hubiese defendido la fraternidad y unión entre pueblos, porque es mucho más lo que nos une que lo que nos diferencia.
* La historia es la que es y fue, y no la que nos hubiese gustado para hacerla encajar en nuestras pretensiones. Ni existió la corona “catalanoaragonesa” a la que hacen referencia los libros de texto escolares, ni 1714 fue como nos lo cuentan los nacionalistas, ni Companys (injustamente fusilado, eso sí) fue ningún santo (miles de personas asesinadas bajo su mandato dan fe de su catadura moral), como para rendirle homenaje año tras año. Esto por mencionar ciertos puntos rápidamente. Recomiendo leer mucho. Hay buenos libros de Historia de Payne, Kramen o Barraycoa, por ejemplo. Sorpresas garantizadas para cualquier catalán que se atreva a abrirlos.