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Michael, Bill Bray y yo solíamos pasear juntos y Michael se paraba con la gente que le conocía. Cuando eso pasaba, solían pensar que era tan lindo y adorable que le estrujaban o le alborotaban el pelo y hacían cosas que no solo le avergonzaban sino que le hacían sentir también incómodo. Michael nos decía: “Eh tío, vámonos”, porque sentía que le gente le asfixiaba incluso aunque le amaran. Entonces fue cuando empecé a notar por primera vez una retirada, porque le gustaba que todo el mundo le amara; apreciaba eso, pero, en mi opinión, él no sentía que fuera necesario tanto amor. Pensaba que era suficiente con lo que hacía.
Es difícil para mi recordar cuando estaban sentados en casa no haciendo nada. Solía visitarles muy a menudo cuando estaba en L.A.; me gustaba pasar por la casa de los Jackson 5. Eran definitivamente jugadores de baloncesto. Jugaban contigo a muerte y eran muy amables siempre. Katherine, su madre, era una persona encantadora. Tenían dinero, fama y una madre que era una hermosa mujer. Eso es lo que les hacía tan fuertes. En su casa solía preguntarte: “¿Quieres algo de comer? ¿Dónde están los chicos? ¿Qué haces aquí sentado, están hablando contigo?... etc… alguien debería venir a estar contigo…” (yo le sonreía). Un día estaba sentado en la sala de estar leyendo una revista, estaba a gusto y cada cual estaba haciendo sus cosas y Katherine llegó y me dijo: “¿Cómo es que no viene nadie a estar contigo? Espero que no te hayan dejado solo”. Yo me sentía bien porque, estando todo el tiempo en la carretera como promotor, tenía poca relación con la gente. Me sentía bien con la relación que mantenía con ellos porque en realidad estaba promocionando su disco; haciendo que fuera un mayor éxito. Ellos lo apreciaban tratándome como a una persona normal, no como a un vendedor.
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Recuerdo la primera vez que Randy se unió al grupo. Joe dijo que Randy era ya suficientemente mayor y le dio un puesto en el grupo. Randy y yo somos del signo Escorpión, así que tenemos algo en común. El primer día que le conocí, yo estaba en el Forum de Los Ángeles. Pasó algo allí y todo el mundo se dispersó. Randy no podía llegar a la limusina y así fue como lo conocí; le llevé a casa después del show. Él iba diciendo que un día actuaría con sus hermanos y practicaba duro con las congas y los bongos.
Rebbie, LaToya y Janet eran chicas normales; hacían sus propias cosas, pero durante los ensayos, trataban de cantar junto con sus hermanos. Recuerdo a LaToya, por ejemplo -tengo una foto y todo- que cuando ensayaba con Michael, éste le enseñaba un par de cosas.
Una cosa que me dejaba asombrado es que nadie supervisaba sus ensayos. Lo hacían ellos mismos. Recuerdo ver a Marlon decir: “¿Por qué no hacemos esta parte?”. O a Jackie diciendo: “Nosotros lo haremos de esta manera y tu, Michael, sigue haciéndolo a tu modo”. Recuerdo viéndolos hacer pasos complicados. Sudaban repitiendo una y otra vez. Suzanne DePasse les decía que los pasos no estaban correctamente hechos y ellos decían: “OK, lo haremos mejor, quizás busquemos un profesor”.
Solía ir por su casa los sábados o los domingos. De repente, empezaban a tocar y a ensayar. Suzanne entraba a ver y a ofrecer sugerencias. Cuando miro la televisión y veo a Michael conseguir todos esos premios y agradecerle a Suzanne DePasse, me doy cuenta de que todavía es el mismo chico amable. Le da las gracias a todo el mundo por ayudarle.
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Hacían vida de hogar lo suficiente como para hacer amigos por el barrio y darse una vuelta por ahí. Recuerdo una vez de las que fui por la casa que Jackie se acababa de comprar un nuevo Maserati.
Tenían tiempo libre en cierta manera. Todos querían trabajar unas pocas horas cada día. No estaba con ellos en cada momento del día, pero podría darles un ejemplo de un día después de finalizar sus tareas de la escuela, a las 2 o las 3 de la tarde. Tito empezaba a tocar la guitarra. Jermaine iba a su habitación a hablar con sus amigos por teléfono. Al ser el mayor de los hermanos, Jackie tenía sus propios amigos. Siempre estaba haciendo sus propias cosas. Yo no me metía en la vida privada de todos ellos. Muchas veces los veía en el pasillo y decía: “Hola Jackie, ¿qué tal estas?”. Él iba hacia su cuarto con un batido a veces.
Los Jackson tenían un montón de fans femeninas. Se sentaban por allí a beber coca colas y a ver la tele y les firmaban autógrafos. Después se iban a su casa a una hora razonable. Por hora razonable quiero decir las 6 o 7 de la tarde. Porque por la noche estaban listos para irse a dormir o ponían discos o lo que tuvieran que hacer. A veces iban al cine. Muchas de las cosas que hacían, las hacían juntos.
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Cuando estaba trabajando para Motown solía tener todos los discos, como los de Las Supremes, todos los éxitos. Le daba a mi hijo un disco y le preguntaba qué pensaba de él. Me decía, está bien, papá. En otras palabras, no estaba interesado. Un día le dije que estaba trabajando con los Jackson 5 y dijo: “Me gustan de verdad. Los he visto en el show de Ed Sullivan. ¿Puedes presentármelos? Me gustaría conocerles”. Yo me sentía verdaderamente orgulloso. Finalmente estaba tratando con alguien que a mi hijo le gustaba. Cuando los Jackson vinieron a Filadelfia le llevé conmigo cuando estaba trabajando. Mi hijo, Michael y Jermaine se hicieron buenos amigos.
Estaba de gira con Michael y una noche me dijo: “Hey, vamos a llamar a tu hijo, Pudgy”. Le dije: “De acuerdo, pero estará durmiendo”. Así que le llamamos a la 1 de la madrugada en Filadelfia. Michael se puso al teléfono y habló con él un minuto o dos. Después me pasó el teléfono diciendo: “Aquí está tu padre, puedes hablar con él”. Michael se preocupaba de que estuviera en contacto con él. Solía hacer muchas cosas como esta. Estaba pensando que estaba trabajando con él de gira sabiendo que tengo un hijo y una familia en casa. El padre de Michael era muy protector con él. Mi hijo, durante esos años, solía preguntar por Michael, y Michael siempre preguntaba por él. Se hicieron buenos amigos en tal sentido que Michael, incluso hoy día, pregunta cómo está Pudgy.
Uno de los favoritos de Michael era James Brown. Cuando subía al escenario, al principio, hacía lo mismo que James Brown. Ese era su número espectacular, el que hacía levantar al público. En su primera gran gira no les recuerdo haciendo temas de James Brown porque ya estaban haciendo sus nuevas canciones. Ya tenían cuatro éxitos recientes, de modo que podían tocar su propio material.
En 1976, los Jackson 5 firmaron con CBS. De repente tenías dos discos con Michael Jackson. Cuando Marlon estuvo en la ciudad hace unos años, me dijo que se iban a tomar un descanso. Habían estado haciendo discos durante años y era el momento de una pausa. Pero Michael no quería descansar. Por eso, Off The Wall y Thriller fueron grabados por Michael con CBS. El resto es historia. Los discos de Michael llegaron más lejos que cualquiera de los discos de los Jackson 5.
Cuando los Jacksons llegaron por primera vez a Motown, nuestras oficinas estaban en cuatro o cinco casas en West Grand Boulevard, en Detroit. Los Jackson iban a la casa donde estaba la dirección. Era como una familia. La gente de la oficina decía: “Hola, ¿cómo estás, Michael?”. Aún no eran estrellas, así que no se les trataba como a tales, sino como a chicos con talento. A las secretarias les gustaban porque eran educados y buenos chicos. La mayoría de ellas no les habían visto actuar, pero cuando lo hicieron, no hizo falta más. Las secretarias, toda la gente que trabajaba allí, otra gente con la hablaban, todos impulsaron al grupo.
Cada productor tiene su forma de producir, pero los de Motown nunca tuvieron ningún problema con los Jacksons. Especialmente con Michael. Hal Davis tocaba material para Michael y estaba encantado con su interpretación. Nunca escuché ninguna queja de los productores. Era una alegría trabajar con Michael y eso era porque siempre empleaba sus pequeños trucos. Solía hacer señas a la gente diciendo: “Golpéame fuerte” o “¿Cómo estás, colega?”. Hacía cosas alegremente, pero cuando grababa se ponía serio. Nunca perdía el ritmo o una nota.
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Continuará...