Estos fueron los dos discursillos que dejaron los candidatos:
Que nadie decida por ti
Por JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ ZAPATERO
Hoy es el último día de una larga, quizás demasiado larga, campaña electoral. He hablado con ciudadanos y ciudadanas que me han dicho, “José Luis no te dieron ni 100, ni 10, ni un solo día de gracia cuando llegaste al Gobierno; desde el primer momento se dedicaron a intentar hacer naufragar tu proyecto”.
Como casi siempre ocurre, la visión de la ciudadanía es la más objetiva, porque ve este mundo nuestro de la política con la suficiente distancia como para sacar brillantes conclusiones.
Es cierto que algunos empezaron la campaña electoral el 15 de marzo de 2004. Desde ese día no he contado con el respaldo del principal partido de la oposición en ninguno de los temas de Estado que he tenido que afrontar en estos cuatro años.
Pero hoy, el último día de campaña, no quiero hablar del pasado ni de la actitud que ha tenido el Partido Popular. Hoy quiero aprovechar este espacio privilegiado que me ofrece 20minutos para pediros a todos y a todas, humildemente, que vayáis a votar el próximo domingo. Votar a quien sea pero votar, porque si no lo haces, serán otros los que decidan por ti.
Yo escucho a algunas personas, especialmente jóvenes que dicen aquello de “yo paso de la política”. Están en su derecho, pero me gustaría recordarles que aunque ellos y ellas pasen de la política, la política no pasa de ellos. Su vida cotidiana, su trabajo, sus estudios, su ocio… todo dependerá en buena medida de quién gane las elecciones del domingo. Por eso os pido que busquéis la opción política que mejor os represente y la apoyéis con vuestro voto.
El domingo, 9 de marzo, es nuevamente el día de los ciudadanos y de las ciudadanas. Se elige entre seguir avanzando por la senda de la convivencia, del progreso social y económico, de la consolidación de las libertades y los derechos, del reparto justo y equitativo de la riqueza que hemos conseguido crear en los últimos años… O se elige regresar al pasado, retroceder a la crispación, a la falsedad y al intento de enfrentar a unos españoles con otros por el simple hecho de vivir en sitios distintos, porque no tienen el mismo color de piel, las mismas creencias o, sencillamente, porque piensan de forma diferente.
El domingo nos jugamos mucho y el voto de una mujer vale igual que el de un hombre, el de un joven igual que el una persona mayor, el de un pobre igual que el de un rico. Con el voto se consiguen cambios históricos. Fue por vuestro voto en el año 2004 por el que tuve la fuerza para retirar las tropas de Irak, para aprobar una ley de Igualdad, una ley de atención a las personas dependientes, un incremento de las becas, del salario mínimo y de las pensiones. Fue vuestro voto el que me permitió acabar con la discriminación que sufrían las parejas del mismo sexo, el que me ayudó a crear ayudas para el acceso a la vivienda y el que consiguió que creáramos tres millones de empleos, muchos de ellos estables.
Hemos cambiado muchas cosas pero aún hay dificultades y queda mucho por hacer. Por eso no te quedes en casa el domingo. Vota a quien quieras pero vota para que nadie decida por ti.
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Ganará la niña de Rajoy
Por MARIANO RAJOY
Ese es mi titular para la jornada electoral. No se trata de que gane yo las elecciones, sino que gane un proyecto de convivencia en común, un proyecto de país compartido por todos y un proyecto de sociedad abierta, moderna y solidaria, en el que se puedan ver representados la gran mayoría de españoles.
Por mucho que algunos se empeñen, mañana los españoles no deciden entre izquierda y derecha. Mañana los españoles eligen entre dos proyectos políticos: uno que se ha alejado tanto de la realidad que ha quedado reducido a las cejas del candidato socialista, y otro que se centra en los problemas reales de los españoles: los precios, las hipotecas, la seguridad o la inmigración. De la correcta gestión de esos asuntos depende el futuro de mi niña
La niña de Rajoy se ha convertido en la protagonista del final de la campaña porque representa perfectamente el reto que tenemos planteado para los próximos años. Es una niña porque son las mujeres las que encarnan e impulsan la modernidad, las que nos exigen que busquemos medidas que permitan conciliar la vida laboral y familiar y las que se van a beneficiar de una de nuestras propuestas electorales como es la bonificación de hasta 1.000 euros a todas las que trabajen fuera de casa.
La niña de Rajoy es la vida misma, es el futuro que yo quiero para los españoles y que he tratado de explicar a todos los que me han querido escuchar durante esta campaña. La felicidad de esa niña y su bienestar exigen que ahora tenga una guardería y mañana un buen colegio donde reciba una educación de calidad. El futuro de esa niña dependerá de su nivel de formación, de que domine los idiomas que le permitan viajar y trabajar en cualquier parte del mundo. Quiero que tenga posibilidad de formar una familia sin tener que renunciar a su empleo o a su calidad de vida, quiero que esa mujer de mañana se sienta segura de su país, de su trabajo y de su futuro. Finalmente la niña de Rajoy podrá llegar a jubilarse con seguridad y con dignidad -aunque Rajoy no esté para verlo- porque todos habremos contribuido a llevar a cabo ese proyecto de sociedad dinámica y solidaria.
Termina una campaña intensa y estimulante, donde yo me he divertido mucho. Nos ha tocado luchar contra las encuestas y contra los apoyos mediáticos del gobierno, pero sobre todo contra la resignación. En cambio hemos tenido de nuestra parte a millones de ciudadanos, entre ellos muchos votantes decepcionados por Rodríguez Zapatero, que rechazan la “tensión y el dramatismo” que ha introducido en la campaña y en todo su proyecto político.
Estoy convencido de que las elecciones las ganará la niña de Rajoy. Desde luego Rajoy compromete aquí su palabra de que gobernará sólo pensando en ella y en su bienestar y no en qué partido van a votar sus padres el próximo domingo.