Estaba leyendo y obsevando que el amor se limitaba al amor de pareja, hasta que vi que sakoto hacía la misma observación.
No ha tenido mucho éxito, je je (la observación).
Yo vuelvo a ello. Hablo en sentido amplio. Todos tipos de amor.
Tal como yo lo veo, la inteligencia, la razón, la conciencia ( tanto en el sentido moral o ético, como en el sentido de ser conscientes de hechos o circunstancias), etc... están ahí siempre, conviviendo con todo tipo de sentimientos y afectándose en los dos sentidos.
En principio, a mi entender, es de más sabios amar y de menos sabios lo contrario, ya que los sentimientos placenteros nos ayudan a vivir mejor, es algo que nos los damos a nosotros mismos.
Hay menos raciocinio en el desamor. Eso es más visceral.
Los problemas, creo yo, vienen más de que vivimos en un mundo en el que desde la más tierna infancia nos enseñan de todo menos a conocernos a nosotros mismos, nuestros sentimientos, como nos afectan, el porque de ciertas reacciones, etc.
Los problemas vienen en el desamor. En ese momento es cuando sería bueno que supieramos más de nosotros mismos y del ser humano en general. El conocerlos ayuda a gestionarlos, en general, para mejor.
Cuando llega el desamor, el desengaño, el dolor, si podemos llegar razonar, aunque duela igual, que parte es de la naturaleza humana, que parte de ilusión truncada (cuando hemos esperado algo sin demasiado sentido, ahí compartiríamos la culpa), de que parte no debemos renegar de nosotros mismos, si nos damos permiso a cometer errores, también al contrario, gestionariamos mejor esos malos momentos en los que, no es que no funcione el raciocinio, es que queda minimizado por el dolor que no podemos, en parte porque no sabemos, gestionar.
Esto sirve para todo tipo de amor, según lo veo yo. Sólo que en pareja es más fuerte, mas profundo, tanto el amor como el desamor. Así está hecho el ser humano, misterios de la naturaleza. Según teorías uno de los motivos sería asegurar la continuidad de la especie humana (y esto no tiene nada que ver con la orientación sexual, la mente funciona igual).
Uno de los temas que suelen cabrear mucho es cuando se llega a la conclusión de que no se conocía bien a la pareja. Que mostró ser distinto/a después de un tiempo.
En esto hay dos partes.
Una es que es verdad (más de la naturaleza), en el periodo de cortejo sacamos lo mejor de nosotros mismos (también por naturaleza humana, que busca y necesita amor). Es un gran esfuerzo, aunque no nos demos cuenta. En cuanto se ha conseguido la meta se relaja, empezamos a compartir también lo menos bueno de nosotros mismos (iras, problemas, egoismos), empiezan así los conflictos. Sentimos como si se hubiera hecho a propósito, pero en el fondo es parte del fin de la pareja, inconscientemente buscamos también eso, no solo el amor de color rosa, pero es difícil pasar de un estado a otro.
La otra parte es que, ciertamente, cuando estamos ilusionados vemos todo con buenos ojos. Un abismo cuando ocurre lo contrario, porque no pasamos a ser neutrales, sino a verlo con malos ojos.
Yo de esta segunda no quiero renegar. Ojalá que pueda ver siempre con buenos ojos, es para mi, me hace bien a mi, porque la inteligencia no me merma por eso, es dar a los demás la confianza que para mí quiero (mi mente puede estar, aún así, perfectamente alerta ante malas intenciones).
Evidentemente hablo de cuando todo es normal. Sé que hay ocasiones en que existe intención premeditada. Ahí normalmente lo vemos. Hay artistas del cortejo y manipulación, pero con la edad se van detectando, excepto en esos momentos de nuestra vida débiles (infancia, vejez, soledad, depresión).
También juega la compatibilidad o no de caracteres, etc. (uf! esto podría no tener fin, no tengo capacidad de síntesis)
Ya me enrollé (admiro a los artistas del lenguaje que con dos palabras dicen tanto).
Hasta dudo de si lo envio o no. Es bonito compartir ideas. Esta es la mía, pero me preocupa que sea meterle el rollo a los demás.
Bueno como, creo, aquí estamos (en este foro) estamos para compartir y además lo necesitamos en general y desde hace un año mucho más. Lo mando.
Sabreis disculparme.
Un abrazo.
Mari Sol