Publicación de música y los comienzos de los Beatles.
Cuando The Beatles grabaron su primer disco, “Love Me Do”, John y Paul firmaron la canción como coautores: Lennon/McCartney. Para poder venderla legalmente en cualquier formato, se necesita cumplir con una serie de requisitos legales: registrarla como suya y publicarla como tal obra conforme a la ley.
La publicación de obras musicales es todo un negocio, y muchos músicos que empiezan no tienen el dinero ni el conocimiento para estos trámites, por lo que recurren a un editor, quien -por un porcentaje de las ganancias, publica el tema y, si los músicos carecen de formación académica, también lo registra a nombre de ellos (el derecho de autor es inajenable, otra cosa es la cesión de los beneficios que pueda generar la canción que sí que pueden cederse en un porcentaje o totalmente)
Además de las ganancias por publicar la canción, también existe un beneficio -generalmente menor-, para quien la escribe, llamado “royalties”. Es el dinero que gana el autor por cada disco que se vende de su canción y suele ser un porcentaje pequeño (un euro o así sobre el precio total del disco en el mercado, sobre todo cuando el grupo es novel y no puede exigir más a la compañía). La compañía discográfica, como que es la que graba, prensa, pone el disco en las tiendas y contrata a los músicos se lleva la mejor parte de las ventas de cada disco.
En aquella época, George Martin sugirió como editor a un conocido suyo, Dick James, quien propuso a John y Paul crear una compañía que publicara sus canciones: Northern Songs. James, por la labor realizada, se dejó el 50% de las acciones de la empresa, John y Paul, cada uno, un 20% y Brian Epstein un 10%. Al crear la empresa, James se dejó el derecho de un voto extra para tener el control, y, se crearon Lenmac y Maclen, compañías destinadas a recaudar las royalties de John y Paul como co-compositores, pues en Inglaterra el impuesto es menor si se maneja como empresa que si se hace personalmente.
Al crearse una canción, se reparte dinero de la venta de cada disco entre el autor, el músico que la toca, el editor y la compañía discográfica. Sobre las grabaciones originales la ganancia del editor es menor que si fueran nuevas versiones, que se pueden hacer solo si el editor lo permite. Ese es el gran negocio, pues cada vez que por ejemplo Paul canta Yesterday, debe pagarle al editor. Cada vez que la canción suena en radio, aunque sea la versión original, el editor gana. El poder del editor es enorme; por ejemplo, para un anuncio de Nike, no se usó la grabación original de Revolution, pues EMI es la dueña, así que se usó una versión, pues el editor sí podía hacer algo así.
Casi todas las grabaciones originales de The Beatles son propiedad discográfica de EMI. Apple Records, (o sea, Yoko Ono y Olivia Arias como viudas de John y George, y Paul y Ringo), posee las grabaciones originales del Let It Be y del Abbey Road. Cuando cualquier persona quiera cantar esas canciones, así sea el mismo Paul, resulta que está haciendo una nueva versión, y, por lo tanto, debe pagarle al editor. Así que el editor gana dinero cada vez que se tocan las versiones originales, y cada vez que alguien las versiona, reproduce, imprime su letra, etc. (aunque sean los mismos autores) En pocas palabras, el editor es el dueño de la canción.
El catálogo cambia de manos.
Tras la muerte de Epstein en 1967, Paul y John intentaron renegociar sus participaciones en Northern Songs y acabaron enemistados con James. Éste, en 1969, y sin avisar y aquejado de problemas con impuestos impagados, vendió su participación a Sir Lew Grade, dueño de ATV y de EMI, la compañía discográfica de The Beatles, que adquirió gran parte del control del catálogo. Paul y John se negaron a renunciar a sus participaciones e intentaron conseguir más control consiguiendo el apoyo de pequeños inversores, pero finalmente acabaron vendiendo su parte a ATV y separándose así del catálogo totalmente.
ATV poseía más de 260 canciones del catálogo de The Beatles. Así, cada vez que John y Paul tocaban sus propias canciones, debían darle dinero a ATV.
El consejo de Paul.
Durante una conversación entre MJ y Paul, Michael le pidió consejo a Paul sobre formas en las que invertir su dinero y éste le dijo que él ganaba millones comprando los derechos de canciones de varios artistas y grupos como Buddy Holly, Carl Perkins, Al Johnson, musicales de Broadway, etc...
Paul recuerda que tras decirle esto, Michael le respondió "Compraré las tuyas". Paul pensó que bromeaba.
A comienzos de los 80, Sir Lew Grade decide deshacerse del catálogo y aquí es cuando existen varias versiones sobre lo que ocurrió. Una de ellas es que Grade llamó a McCartney y le ofreció el catálogo por 20 millones de dólares. Paul aceptó la oferta pero dijo que iba a llamar a Yoko Ono para que lo compraran a medias, pues era indebido comprar él todas las canciones, al fin, la mitad de ellas era de John. Yoko le aseguró a Paul que ella podía conseguir una rebaja en el precio. Paul le dijo a Yoko que entonces él esperaría la llamada para cerrar el negocio.
Según otra versión, fue el propio Paul el que se presentó el 19 de noviembre de 1981, junto a un par de abogados del bufete de su suegro, Lee Eastman y le pidió que le vendiera el catálogo de Nothern Songs. Grade le dijo que sólo vendería el catálogo completo de ATV Music por 40 millones. Paul llamó a Yoko para hacerlo a medias y ésta le respondió que "no estaba en absoluto interesada en los derechos de esas canciones". Dos días después, McCartney y los abogados de Yoko, interpusieron una querella contra Grade y ATV Music Corporation por utilización irregular de las canciones de los Beatles.
En 1982 ATV pasa a formar parte de la compañía Bell del millonario australiano Robert Holmes à Court.
Siguiendo el consejo de Paul, MJ pidió a su abogado, John Branca, que adquiriese algunas canciones sueltas, unos sesenta temas de distintos artistas. Lo siguiente fue la compra de catálogos, como el de Sly Stone por un millón de dólares o la editorial de los Soul Survivors.
En un momento dado, Branca se enteró de la venta del catálogo y le habló de ello a Michael. Branca le dijo a MJ que comprar el catálogo ATV podría cambiarle la vida. Así recuerda la conversación:
MJ: - Entonces ¿qué es eso?
JB: - No se... tiene derechos de unos cuantos temas (...) "Yesterday", "Come Together", "Penny Lane" y "Hey Jude".
MJ: - ¡¿Los Beatles?!
Otra versión dice que Michael se enteró de la venta porque McCartney no se hablaba con Yoko Ono y pidió a Michael que mediara entre ellos y le contó la historia a Michael y otra más que tras el consejo, Paul le pidió ayuda para comprar el catálogo tras sus problemas con los abogados de ATV Music.
Según Branca, MJ le pidió que se asegurase de que ni Paul ni Yoko pujaban por el catálogo: "Tenía a Yoko en el teléfono (...) y le dije 'Michael me ha pedido que te pregunte si vas a pujar (...)' Yoko dijo 'No, nosotros no pujaremos (...) si lo comprásemos tendríamos que negociar luego con Paul. Sería complicado (...)".
Luego llamó al abogado John Eastman. Le dijo que Paul no estaba interesado porque le parecía "demasiado caro". Bert Reuter, mano derecha de Holmes à Court, que negoció la venta del catálogo, confirmó que antes de hablar con posibles compradores, se lo ofrecieron a Paul y lo rechazó.
También había sido ofrecido a Richard Branson de Virgin, Charles Knapp, Samuel J. LeFrak y a The Entertainment Company, la empresa de Charles Koppelman y Martin Bandier.
Holmes à Court, a pesar de todo, retuvo el catálogo de los Beatles hasta 11 meses después. Mareó la perdiz otra vez con Paul y con el magnate de Nueva York, Samuel J. Lefrak.
Branca ofreció 30 millones de dólares, pero las pujas subieron hasta 40 millones en unos meses. En una nota manuscrita por MJ se puede leer "ATV. John, por favor, no regateemos. No quiero perder este acuerdo. Escuchemos el consejo de Johnson. Dijo que había perdido muchos grandes acuerdos de esta forma. Es mi catálogo".
Holmes à Court era un negociador duro, caprichoso y famoso por echarse atrás en el último minuto de sus negociaciones. MJ se aseguró el catálogo por 45 millones, pero al cabo de unas semanas Holmes se arrepintió. Michael hizo su última oferta: 47,5 millones de dólares. Branca descubrió que Koppelman y Bandier, empresarios de la industria musical estaban también pujando y habían ofrecido 50 millones. Holmes se decantó por la oferta de Michael, ya que este pagaría en efectivo y The Entertainment lo haría a través de un complejo sistema de pagos y prestamos bancarios. También a condición de que Michael viajase a Perth (Australia) para aparecer en el Telethon de 1985 y que le dejase los derechos de "Penny Lane" que quería regalar a su hija Penny.
Michael lo cuenta así en Moonwalk:
"Al final, yo compraría el catálogo ATV de ediciones musicales que incluía muchas de las grandes canciones Lennon-McCartney. Pero mucha gente no sabe que fue Paul quien me dio la idea de entrar en la edición musical. Yo estaba en la casa de campo de Paul y Linda cuando Paul me habló de sus actividades en la edición de música. Me dio un librito con las iniciales MPL en la tapa. Él me miraba sonriendo cuando lo abrí, porque sabía que su contenido iba a entusiasmarme. Allí había una lista de todas las canciones que Paul posee, pues llevaba mucho tiempo comprando derechos de canciones. Hasta entonces yo no había pensado en comprar canciones. Cuando salió a la venta el catálogo de ediciones musicales ATV que contiene muchas de las canciones Lennon-McCartney, yo decidí hacer una oferta.
Yo me considero un músico que, casualmente, es también un hombre de negocios y Paul y yo habíamos aprendido duramente lo que son los negocios y la importancia de las ediciones, de los royalties y la dignidad del oficio de escribir canciones."
Sea como fuere, el 6 de septiembre de 1985 Michael ofreció más del doble de los 20 que iba a pagar Paul, le ofreció 47,5 millones de dólares por toda la empresa ATV, incluyendo el catálogo de The Beatles. Sir Lew aceptó y Jackson se hizo dueño de las canciones Lennon/McCartney.
Paul, Respecto a su relación con Michael dijo lo siguiente a la revista Musician en 1990:
"Michael compró la compañía por cincuenta millones. Me reuní con él en Los Angeles, yo no le había hablado antes, le tenía resentimiento porque había sido mi amigo y no me había dicho nada. Hace poco conversamos y le expliqué que cuando John y yo firmamos el contrato no sabíamos lo que eran los derechos de publicación de canciones. Pensábamos que las canciones estaban en el cielo y nos pertenecían a todos. 'Yesterday' superó la marca de cinco millones de interpretaciones, pero nadie se me acercó y me dijo: Oye chico, ¡has hecho un trabajo magnífico para esta compañía!
Así que le dije a Michael que quería que reconociera en el contrato que yo era un compositor para esa compañía que le pertenecía. No tenía objeciones respecto a su condición de dueño, fue una venta justa y correcta. El me dijo que no quería herir a nadie y yo le dije que lo sabía, él era un tipo genuino, Mike. No me parece que quisiera herir a nadie. Así que soy optimista y me parece que podemos actualizar el contrato. Y le dije: tenemos que hablar al respecto y tenemos que hablar del asunto de la comercialización (...) No creo que a Michael le haga falta el dinero. Michael y yo nos reunimos en Los Angeles, somos buenos amigos y vamos a conversar de todo esto".
Paul ofendido
Tras haber rechazado comprar el catálogo, Paul se mostró molesto con la operación de MJ: "Creo que es demasiado marrullero hacer cosas así. Que seas amigo de alguien y que compre la alfombra sobre la que estás". La compra hizo que se rompiera la amistad entre ambos, ya que Paul esperaba que Michael negociase con él el futuro del catálogo. Desde entonces ofreció la misma versión de la historia, que él no sabía que estaban a la venta y Michael se lo ocultó. La cesión del tema "Revolution" para un anuncio de Nike en 1988 se cabreó aun más, aunque él había hecho lo mismo con temas de Buddy Holly.
Excepciones.
Así, los actuales dueños de las canciones Lennon-McCartney son Michael Jackson-ATV y Sony Music. Hay excepciones: "Please Please Me", que es propiedad de los herederos de Dick James. Por eso ese tema fue dejado fuera del disco “1”, pues Paul y Yoko se negaron a darle un porcentaje a James, quien los había casi estafado con Northern Songs. Sin duda, el negocio que James hizo fue un abuso en contra de John y Paul, que no tenían la menor idea de que estaban dando sus canciones a cambio casi nada. "Love Me Do" se publicó antes de que existiera Northern Songs y por eso no entró en ese mal negocio. Parte de ella en los Estados Unidos es de Yoko, y parte en Inglaterra es de Paul. "Penny Lane", como hemos dicho, se la quedó la hija de Holmes Á Court. "She Loves You" y "From Me To You" son propiedad de Gil Music.
Curiosidades
"Yesterday", tema de Paul, por ejemplo, aparece en los créditos como tema de "Lennon-McCartney". Cada vez que la versión original suena en una radio, se incluye en un disco, película, etc., una cantidad de dinero va a parar a manos de los dueños de la grabación original (EMI), otra parte al editor (Michael Jackson-ATV/Sony), otra al intérprete (Paul como guitarrista, los violinistas no ganan nada pues lo hicieron bajo contrato), y una parte a los autores: John y Paul, a pesar de que John no tuvo nada que ver con "Yesterday".
El editor es quien maneja el porcentaje de ganancia de los escritores. Michael Jackson, hace un tiempo, aumentó el porcentaje de John, pero dejó el de Paul igual al de 1965. Así que John, bueno, Yoko, gana más por "Yesterday" que el mismo Paul, y cada vez que Paul la canta, debe pagarle a Jackson y a Yoko. Cuando lo hace en vivo, paga un porcentaje de la taquilla.
Como dije antes, imprimir la letra de estos temas también reporta beneficios, por ejemplo, cuando Paul McCartney quiso imprimir la letra de "Eleanor Rigby" y otros temas de los Beatles en el programa de la gira mundial de 1989, descubrió que tenía que pagar derechos a Michael Jackson. También cobra dinero cada vez que suena un tema del catálogo en una jukebox, o se pone en la radio o alguien hace una versión, teniendo en cuenta que los Beatles son el grupo más versionado de la historia. Una buena y extraña fuente de ingresos es la música de los ascensores. En USA algunos llevan versiones instrumentales de estos temas y al estar continuamente sonando...
[Continúa]