Alucino con estas sentencias: medítala, que no tiene ni pies ni cabeza.Los castigos y, en ultimo caso, bofetones, son refuerzos de conducta y nada mas. Sin refuerzos ni leyes, el hombre no puede llegar a ser hombre, sino que se convierte en un salvaje. Las charlas y debates llegaran cuando el hombre sea tal y haya logrado la capacidad de razonar.
Lo único que lleva a soltar un bofetón es la impaciencia del adulto, nada más. Ser impaciente y que no te comprendan es un problema del adulto, nunca del niño o del adolescente.
No existe la "bofetada a tiempo". Sólo impaciencia. Y eso de que si tienes hijos rebeldes ya cambiaremos nuestro discurso... no, más de lo mismo: falta de paciencia. Yo he estado en unidades de chavales de 15 años con trastornos del comportamiento (diagnosticados así) y de lo que estaban hartos era de recibir hostias por todos lados. Un chaval así es tan buena persona persona como cualquiera de nosotros (me lo demostraron una y mil veces)... sólo con nuestra paciencia y buen hacer. Al fin y al cabo, son los adultos los que los han colocado ahí.
Si os dejáis llevar en caliente por una noticia de Antena 3 o un video de youtube para lanzar razonamientos, mal váis.
Sobre los límites en la infancia, se debate (o debería debatir) mucho durante los años de formación (maestros, educadores, pedagogos, etc). Personalmente, decir eso es para mi una patraña. Un comentario así sólo puede surgir de alguien que no ha observado como crecen los niños. Los niños marcan y conocen los límites por sí solos. Lo que pasa es que, cuando no se adaptan a lo que tú crees, con tu visión adulta del mundo, que es un límite, descargan tu paciencia y acabas imponiéndote. Un adulto no debería intervenir en el proceso de decubrimiento de un niño salvo que pueda verse afectada su integridad o su vida.Y es que l@s niñ@s de pequeñ@s buscan donde están sus límites y es muy importante que haya alguien paraponerselos. Un niño que en casa no le han marcado los límites de pequeño, seguramente de mayor le costará mucho más reconocerlos y aceptarlos.
En esa obsesión por poner límites está el origen de muchos de los problemas de los que se está hablando en el post.
Un saludo!
50%M
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