DOMINGO 10 DE OCTUBRE
Al bajar a desayunar se nos acercó Pantera y nos dijo que estuviéramos temprano en el estadio que a las 4 iban a abrir las puertas.
A la tarde subimos a la habitación con Pablito. Nos pusimos a chusmear por la ventana y vimos que los chicos que acompañaban a Michael comenzaban a tirar avioncitos. Se asomó Michael. Nos vio y nos hizo un gesto de silencio para que no lo delatáramos.
Luego salió en 4 patas, se levantó y se apoyó contra las persianitas, y así fue hasta el medio del balcón y terminó tirando una bombita de agua roja que le pegó a alguien que estaba en el borde de la pileta de natación. (Mary cuenta que cayó en el medio de la pileta y dos nenas se tiraron a agarrarla.)
Después salió otra vez, arrastrándose con avioncitos en la mano y se los entregó a los chicos para que los tiraran. Volvió a la ventana, los chicos volvieron a entrar y todas persianas se cerraron. Michael estaba con el sombrero, barbijo, camisa celeste (la del pijama), pantalón violeta con rayitas rojas (también del pijama) y medias blancas.
Luego, por más que miramos un rato más no salió otra vez. Un par de días antes había asomado una mano por el balcón. Cuando el juego terminó, los chicos corrieron las cortinas y nos vieron. Los saludamos y respondieron al saludo.
Pensamos qué pena no tener este momento en foto y la sorpresa fue mayúscula cuando días después Revista Gente publicó estas fotos. Ellos y nosotras, junto a Pablito, habíamos sido los testigos de este momento de diversión de Michael.
Allí comenzamos a pensar un plan para la noche: iríamos hasta debajo de La Mansión y arrojaríamos cosas al balcón para que Michael saliera. Decidimos comprar globos para subirle paquetitos de M&M y entre los 5 salimos hacia Patio Bullrich. A Mary se le ocurrió que habláramos en inglés y yo propuse que Mariana fuera la única que supiera castellano. ¡Fue re-divertido!
La gente nos miraba como si realmente fuéramos extranjeras. De ahí, como no encontrábamos globos nos fuimos a Alto Palermo donde compramos una pelota con un cascabel adentro. Era roja, amarilla, azul y verde. Encontramos el puesto de globos y pedimos 4. Vimos unas pelotitas de goma que simulaban ser ojos y también las pedimos. Nunca me voy a olvidar de la empleada cuando pregunté cuánto era el costo de las pelotitas y yo me hacía la que no entendía y la miraba a Mariana. La chica dijo “$ 8.” Yo le dije “Eight?” y ella saltó diciendo “¡La tengo re-clara!” De paso había una chica rubia que le preguntaba si éramos “las chicas de Michael Jackson” y yo me quería morir de la risa. Tomamos otro taxi, re-delirando por lo ocurrido. Instruimos a Pablo no decir nada y que los globos se los habían regalado porque lo habían reconocido. Fuimos a nuestra habitación y me terminé quedando sola con Pablo y jugamos a los penales con la pelota de paño. Graciela y Mariana habían ido a comprar los M&M y Mary no sé dónde estaba. Afuera seguían preparando todo para el coro.
(Los globos y los regalos que todavía no le habíamos hecho llegar.)
(Foto del balcón interno de la Mansión, sacada desde adentro de nuestra habitación el día 8 de octubre.)
Esa tarde le mandamos a Michael la caja con muñecos vestidos con trajes típicos y el libro de Molina Campos. A Bob Jones le enviamos de regalo la caja de alfajores que decía: “To Mr. Bob Jones, for your kindness. (Para el señor Bob Jones, por su amabilidad.)Bajamos y fuimos frente a La Mansión, la excusa de nuestra idea era que habíamos acompañado a Mariana a recibir un llamado a su departamento.
Todos estaban haciendo cordón y había bastante gente. Angel le presentó a Mary a “See-Saw” y a otro cameraman (J.J.), para que la ayudaran. Había una cámara fija cerca nuestro y como a las 19.30 Michael se asomó al balcón y detrás de él estaban Angel y Sam, también salieron los Cascio y Brett Barnes.
(Bill Bray y uno de los Cascio. Brett Barnes y el otro Cascio. Los chicos, Michael, Sam Emerson, “Angel” y Bill Bray en el balcón del medio.)
En el patiecito de La Mansión estaba el coro. Yo quedé en la punta izquierda del cordón porque allí tuve que ir a poner un poco de orden y faltaba gente. No puedo acordarme mucho por lo obnubilada que quedé: Michael estuvo 10 minutos más o menos ahí afuera, re-feliz cantando, bailando, señalando la bandera: “Michael, your heart is as enormous as your talent” (Michael, tu corazón es tan enorme como tu talento) saludándola con las manos juntas. Yo no cantaba por respeto al coro, pero la vi a Mary y a los demás cantando y me largué yo.
Fue mágico aunque sólo recuerde eso. Le señalaba cosas a los chicos y sonreía, incluso grabó todo con un walkman. Al terminar, el coro, muchos estaban llorando porque recién ese día habían podido verlo por primera vez, descontando el recital.
Teníamos que irnos al estadio. Bob Jones le había dado 9 entradas preferenciales a Mary. Tomamos 4 y nos fuimos en el auto de la mamá de Carolina y le contamos lo del balcón.
(Las entradas “preferenciales” de Bob Jones (las que dicen INVITACION). Una usada, y la otra que sobró no recuerdo por qué.
Las otras son las entradas que compré. La 3era. la regalé el mismo 12/10 afuera de River.)
CONTINUA