Las comparaciones siempre son odiosas, y opino que en este caso más.
No es justo quitarle méritos a uno en favor del otro, no es justo para ninguno de los dos.
Esa eterna rivalidad entre el rey del pop y el rey del rock en la mente de la gente, tiene tan poco fundamento como la misma etiqueta que les han puesto.
Etiquetar a Michael como el rey del pop es un error y no le hace justicia, porque dominaba todos los palos de la música negra a la perfección, iba mucho más allá. El que piensa que sólo hacía pop es porque no conoce su discografía.
Pero lo mismo pasa con Elvis, no sólo hacía rock and roll, mantuvo vivas todas sus raíces de atrás: el blues, el country, el gospel. A lo largo de su carrera profundizó en ellas, hizo un despliegue de dominio total de las mismas, y nos dejó una discografía maravillosa. Exactamente lo mismo que Michael.
Nos dejaron una discografía de esas que tardas toda una vida en descubrir, en asimilar toda su esencia, sus matices, complejidad.
Y no sólo es la discografía, los dos hicieron en su momento una auténtica revolución musical, pero además supusieron también una revolución cultural y social que movió masas. Ningún otro solista ha estado a ese nivel. Los Beatles eran cuatro, se compenetraban, pero Michael y Elvis lo reunían todo en su figura.
Son los dos más grandes, y nunca habrá otro que les pueda llegar a igualar, son lo mejor que tenemos.
Estamos faltos de genios, no deberíamos de empeñarnos en empequeñecerlos.