Yo creo que mas que eso, mucho mas, era que el tenía esa esencia auténtica de big kid, producto de su propia ideosincrasia que supo ver, o mejor, sintió en lo mas íntimo que las cualidades positivas de la infancia son de veras un tesoro del que merece mucho la pena por ello conservar: la imaginación sin límites, y, producto de ello, la creatividad mas abarcadora, la capacidad del asombro que creo todos deberíamos mantener no importa cuánto llevemos ya de visita en este mundo (como bien arguía el gran Gila) y el sentido de la maravilla, YES SIR!!