Consejos útiles para viajar con nuestra mascota
Llegan otra vez las
vacaciones estivales. En las grandes urbes comienza el exilio en busca de un lugar en el que conseguir desestresarse y descansar. Muchos de los habitantes de la gran ciudad, en su peregrinación hacia lugares turísticos, deben tomar la
decisión de dónde dejar a ese perro que tanta compañía y calor les ofrece de forma incondicional.
Es en estos momentos cuando a todos los propietarios de mascotas caninas se plantean la gran pregunta
¿qué hacer con nuestro perro en vacaciones? Una posibilidad es llevarlo de viaje con nosotros, pero ¿podemos viajar con nuestro perro en todos los medios de transporte? Conocer en profundidad cada una de las
opciones que tenemos nos ayudará a decidir cuál es la más adecuada tanto para él como para nosotros.
Sea cual sea la determinación a la que lleguemos con respecto a nuestras vacaciones, es recomendable que llevemos al
veterinario a nuestro perro para someterle a un reconocimiento rutinario. Esto es importante porque el viaje de por sí conlleva un estrés que puede agravar cualquier padecimiento.
Viaje en coche
El automóvil es el
medio de transporte más frecuente y sencillo para viajar con nuestro amigo. Una de sus grandes
ventajas es que es posible parar cuando lo deseemos y, así, podremos pasearle, darle de beber y permitirle hacer sus necesidades.
Aunque antes de nuestra partida no es recomendable que el can tome alimentos, sí es aconsejable que
salga a pasear y beba agua. También es bueno que
se habitúe al espacio que ocupará en el vehículo antes de que éste se ponga en marcha. Debemos ser conscientes de que el perro no sabe que es él quien se mueve y no las cosas que le rodean. Si tiene problemas de
mareos, lo mejor será que consultemos esto con el veterinario, tal vez nos aconseje algún medicamento que le alivie.
Los perros
nunca deben ir sueltos tanto en el interior como en el exterior de automóvil. El
tamaño del animal será determinante para saber cual será su ubicación dentro de auto. En el caso de que sea de tamaño
pequeño, podemos transportarlo en una de esas útiles
cestas que podemos adquirir en cualquier tienda especializada.
Si el perro es de un tamaño
considerable, deberá ir
atado al asiento de atrás para evitar que acceda a la parte delantera del coche. Lo más recomendado en estos casos es instalar un
rejilla que separe la parte delantera de la trasera.
Otra sugerencia es
no mantener las ventanillas completamente abiertas. Esto es así porque, además de que el animal puede saltar, es perjudicial que el aire le dé directamente en la cara puesto que puede provocarle una
conjuntivitis, una
infección en los
oídos o tal vez una afección
pulmonar.
Viaje en avión
Si nuestro perro se va a desplazar con nosotros en avión, lo primero que debemos hacer es
descartar que tiene cualquier tipo de enfermedad ya que, en este caso, eliminaremos la idea de viajar en este medio de transporte. También habrá que renunciar al avión en caso de que el animal tenga una
edad inferior a 12 semanas.
Es evidente que, al solicitar el embarco de una mascota, las compañías aéreas nos solicitarán una serie de
requisitos previos a su admisión. Algunas de estas cosas son la
cartilla sanitaria y un certificado veterinario que verifique el estado de buena salud del animal expedido 10 días antes del despegue.
Nuestro amigo puede acompañarnos durante el viaje en el caso de que su
peso sea inferior a 6 kilos. En tal caso, no podrá ser transportado en un transportín. También existe la restricción de que tan
sólo dos perros pueden estar en la cabina del avión.
Si tiene un peso
superior a 6 kilogramos viajará en la
bodega del avión. En esta situación, deberá ser presentado en el terminal de carga dos horas antes de la salida del vuelo. En el caso de que el perro
sobrepase los 45 kilogramos de peso, la compañía aérea
no podrá asegurarnos que viaje en el mismo avión que nosotros.
En tren
Lo cierto es que la posibilidad de viajar en tren está bastante
limitada. Si vamos en un tren de cercanías, se permitirá su subida a bordo en el caso de ser
transportados en una cesta o similar. Al igual que ocurre con los trenes regionales en los que sólo son aceptados si van en cestas adecuadas. En los trenes de la Generelitat de Cataluña, los perros son admitidos si llevan
bozal y
correa.
El admitir viajeros caninos en un
coche cama, dependerá de si el acompañante que tengamos en el vagón nos da su consentimiento o no. Si él acepta, tan sólo tendremos que
abonar una pequeña cantidad. Pero en el caso de que no se tenga compartimiento privado, el perro viajará en el
furgón de equipajes al igual que en los trenes de alta velocidad.
Barco
El perro podrá viajar en un
compartimiento especial para animales o bien en el coche, en el caso de que lo llevemos con nosotros. Hay algunas compañías que
prohíben el acceso de animales a camarotes, mientras que en la zona de butacas sólo se permite la entrada de pájaros y perros en sus respectivas jaulas y transportines especiales.
Autor: Redacción/facilísimo.com
Espero y deseo que no se oigan casos de abandono:|