• Cambios en el aspecto y funcionamiento del foro. Ver detalles

Pienso (por mi mismo) luego estorbo.

EL ARTE DE CONVERSAR:

Palabras ajenas pero que suscribo totalmente por lo bien que lo expresa además:

"...Este tipo de conversaciones son las que nos enganchan a los introvertidos. Temas profundos, ir desgranándolos, y darle mil vueltas hasta intentar converger. Sin prisas, con un gran conversador enfrente.
Con la mayoría de la gente es imposible conversar sobre temas que no sean fútbol, el coche, la hipoteca y política (todo en formato cuñao y sin conocimientos).
El arte de conversar es esto, un concepto, una reflexión, unos silencios respetados, unas pausas, una argumentación bien hilvanada, unos conocimientos previos, inteligencia y perspicacia.
La mayoría de la gente con la que converso (más bien hablas) necesita de mucho dinamismo, cambios de tema constantes, gracietas para evitar ahondar en nuestras sombras y tristezas. Hablar por hablar, para llegar a nada. Solo hablar. Me hastía.
En el formato televisivo massmedia esto es imposible de ver, ahí también prima el dinamismo, la anécdota, la gracieta contínua... me recontra-hastía".
 
Como mínimo hay indicios que apuntan a que en los atentados en Barna en agosto de 2017 podría haber tenido involucración los servicios secretos de este país, hecho que también han apuntado algunas investigaciones periodísticas-tal panorama debería implicar una reacción de los partidos e instituciones democráticas nacionales.
 
Visto y oido:

Puesto que la creación de la OTAN -allá en 1948- estaba planteada en términos de La Guerra Fría USA/URSS, tras la desmantelación de la última y de la caida del Muro de Berlín debería a su vez desmantelarse ida su razón de ser.

Pues bien, lejos de esto-porque su poder militar conjunto es demasiado goloso como para dejarlo marcar, tras 1991 esta organización acumula intervenciones en Yugoslavia, Afganistán, Libia o incluso la infame guerra de Irak, y todo en nombre de la libertad, claro.


Pero llegados a este punto, y dado que sus postulados no sirven mas que para defender lo intereses de ciertos individuos a sangre y a fuego,...¿qué diferencia a un terrorista de un soldado de la OTAN?
 
Última edición:
Visto y oido:

REAL PETRODÓLARES F.C.

En los últimos años el epicentro de la geopolítica del deporte se ha trasladado a estados autoritarios de Oriente Medio.

Son países que gracias a poseer una enorme riqueza en hidrocarburos organizan grandes eventos deportivos.

Y gracias a estos "petrodólares" están comprando equipos de fútbol enteros en las mejores ligas del mundo.

La semana pasada se celebró la Supercopa de fútbol de España en Arabia Saudí y el Mundial se jugará en Qatar estas ¡navidades!

Son operaciones utilizadas por estos regímenes para limpiar una mala imagen internacional por abusos de derechos humanos.

Y también para dar un mensaje al mundo de su brutal influencia y de su poderío económico ante la pasividad e impotencia global.
 
¿Se está influyendo manipulada y tendenciosamente la enseñanza llegando incluso a nivel universitario? Casos hay, de momento puntuales y con censura parcial:

 
¿Se está influyendo manipulada y tendenciosamente la enseñanza llegando incluso a nivel universitario? Casos hay, de momento puntuales y con censura parcial:

Efectivamente, pussy. Como siempre, a la avanzadilla en cuanto a intuición. Tu conjetura se halla avalada por robustas evidencias, empíricamente avaladas por múltiples estudios de investigación.

Uno de los citados estudios, expuesto por el profesor de Sociología, Harold R. Kerbo, en su obra Estratificación social y desigualdad (4: Teorías de la estratificación social) -de la cual su lectura encarecidamente recomiendo-, afirmaba que, en una muestra conformada por alumnos pertenecientes a un instituto de Estados Unidos, se les cuestionó en una encuesta longitudinal (de dos fases, separadas cada una de ellas por cinco años, realizada a los mismos sujetos analizados) por sus hábitos de comportamiento, ocio, actitudes e ideología.

Pues bien: los resultados corroboraron un cambio, apreciable y nada sutil, en las preferencias, convicciones e inclinaciones ideológicas de los participantes. Repito, siendo los mismos, sujetos a un cuestionario idéntico al de la ocasión previa, al término de su etapa académica, en la enseñanza superior (quienes la llegaran a cursar). Y en todos los supuestos, en una misma y análoga dirección y sentido: de fortalecimiento del pensamiento liberal en lo económico, defensor o justificador del modelo económico-productivo capitalista. Frente al contraste de una respuestas vertidas más proclives y favorables a la socialización de los medios de producción, o a ideas de corte socialista, detectadas en la infancia, en aquellos niños a quienes se les preguntó en su momento, hoy ya adultos.

Ello, por consiguiente, confirma que la educación ha sido, es, y continuará siendo, uno de los macroprocesos de legitimación del sistema de estratificación social, que determinará y condiciona quién recibe qué, cuánto, cómo, y por qué, tanto en rentas, como en recursos disponibles.
 
Del link anterior:

Aquellos dos extremos,


  • el no preocuparse por cosas materiales (las enseñanzas de Jesús)

  • el materialismo,

...pertenecen realmente al mismo sistema económico usurero, y ambos evitan el enfoque sano, que es reconocer el valor real de un objeto (la carga que representa para el medioambiente, el tiempo que le tomó a alguien crearlo, etc.) y hacer un uso responsable de ello.



Sólo aquel reconocimiento nos motivaría para repararlo, compartirlo y conservarlo, a pesar de su viejo aspecto, mientras invertimos nuestro dinero en otras cosas como aprendizaje o relaciones sociales.

En una economía usurera todos los productos son desechables y efímeros a fin de mantener un innecesario crecimiento; y a fin de obtener más ganancias, las corporaciones promueven el descuido en cuanto a los fundamentos materiales de nuestro ecosistema.
 
Ortega y Gasset: Sobre la vocación en la vida.

Justo porque la persona tiene que responder por
lo que llega a ser, y lo que quiere ser lo tiene que in-
ventar –quizás lo tenga que descubrir en su interior–,
es preciso que se haga y apropie de ciertas convic-
ciones, ya que a partir de ellas toma decisiones y
emprende el movimiento de su existencia. Se trata
de convicciones personales a las que Ortega llama
“creencias”; el yo personal tiene que convencerse a
sí mismo sobre ellas, porque en esa medida podrá
orientarse en el mundo y “luchar con las cosas”. El
estrato más profundo de nuestro ser está constituido
por creencias.
La circunstancia aparece como resistencia, con
facilidades y dificultades con las que la persona tiene
que luchar para realizar su ser más íntimo, lo que
Ortega llama “nuestra verdad” y ese personaje ideal
que debemos realizar, es nuestra verdad, nuestro
ser verdadero y auténtico. Lo que debemos explorar
ahora son las relaciones que tiene este personaje
ideal con nuestra vocación. Diremos que se trata
de una relación esencial en la que el ser auténtico
y verdadero de la persona humana, y por ende el
sentido de su existencia, están en juego. Este ser
verdadero y auténtico de la persona es su vocación:
[...] esa tensión hacia lo que no es todavía, pero
que queremos que sea, es nuestro yo, que Orte-
ga define formalmente como vocación (Lasaga,
1997: 40 ).
Cabe decir que la vocación personal no es ni
coincide del todo, cuando logra coincidir, con la
profesión. La vocación responde a un programa
vital, al ser que cada yo quiere llegar a ser, pero que
no lo es aún. Ortega lo llama “figura imaginaria”, un
[...] ente que quiera o no siente que tiene que ser,
que hay que realizarlo, que hacerlo, no un factum
sino un faciendum, gerundivo, que significa es-
trictamente lo que hay quehacer (Ortega, VI: 449).
Ahora, lo que hay que hacer no es cualquier cosa
sino algo particular, individualísimo y personal. Por
esta razón nuestra vida es nuestra vocación, pero
entendiendo la vida como vida auténtica y verdade-
ra, no como cualquier vida, no vivida de cualquer
forma, sino asumiendo el imperativo pindárico de
llegar a ser el que se tiene que ser. En efecto, “Este
personaje ideal que cada uno de nosotros es, se
llama «vocación»” ( VI : 637 ).
La vocación, dice Ortega, es un llamado, una
voz interior que “nos susurra el mandamiento de
Píndaro: γένοι ̓ οἷος ἐσσὶ «Llega a ser el que eres»”
(IX : 445). Pero es una llamada “hacia nuestro más
auténtico destino” y, por esta razón: “El yo auténti-
co de cada hombre es su vocación”. La vocación,
en consecuencia, por tratarse de un asunto perso-
nal, responde también al modo de ser individual de
la persona, se convierte en su destino propio, úni-
co y exclusivo: “La vocación no es nada genérico
sino singularísimo, ultraconcreto, como la perso-
na” (IX : 726 ). Así, el imperativo de la expresión de
Píndaro se convierte para la persona en un impe-
rativo de autenticidad y este lleva consigo el “im-
perativo de invención” (Lasaga, 2019: 31).
Sin embargo, este imperativo de autenticidad se
le impone a la persona, o sea al yo, en un mundo y
una circunstancia que no elige. La persona tiene que
llegar a ser sí misma “en un paisaje que puede re-
sultarle favorable o enemigo; de ahí el carácter dra-
mático de la vida” (Lasaga, 1997: 40). Así, el hombre
se encuentra en un mundo en el que tiene que
realizar su ser en una circunstancia propia que no
es igual a la de nadie más; por tanto, esa circuns-
tancia concreta exige un actuar concreto donde la
persona asume cierto comportamiento y renuncia a
otros posibles comportamientos. El actuar es esen-
cial para la persona, a pesar de que la realidad no
le garantiza que pueda realizar su personaje ideal.
El modo de vivir no es nunca la auténtica vida para
quien es capaz de una vida auténtica, para quien
posee una vocación. La vocación es últimamente
personalísima, es un cierto vivir singular, distinto
del de los demás. Es un “modo de vivir” íntimo
y, por ello, inconfesable. De aquí que necesite
cumplir sin hacer lo que se tiene que hacer, es decir,
sin hacer aquello que produce verdadera ilusión y
entusiasmo y evitar el hacer cualquier cosa. Hay ocu-
paciones felices, en las que nos sentimos dichosos
y hay trabajos que hacemos porque no nos queda
de otra más que hacerlos para sobrevivir, para salvar
la circunstancia. La vocación implica o supone es-
fuerzo, disciplina, constancia. “La vida es su propia
finalidad, su premio o su fracaso”, dice Lasaga.
La bondad o maldad son ejecuciones que tras-
parecen en el propio acto de vivir junto con su
sanción, una vida felicitaria o en forma; o una
vida falsificada, irreal (Lasaga, 2006: 200 ).
En su artículo de 1932 “Pidiendo un Goethe desde
dentro” Ortega se pregunta por qué Goethe esta-
ba siempre de mal humor. Y allí relaciona al mal
humor con el hecho de no estar cumpliendo con
la vocación.
El hombre no reconoce su yo, su vocación sin-
gularísima, sino por el gusto o el disgusto que en
cada situación siente. La infelicidad le va avisan-
do... cuándo su vida efectiva realiza su programa
vital, su entelequia, y cuándo se desvía de ella.
La persona humana tiene que hacerse a sí
misma, pero...
¿Quién es ese “sí mismo” que sólo se aclara a
posteriori, en el choque con lo que le va pasando?
Evidentemente, es nuestra vida-proyecto, que, en
el caso del sufrimiento, no coincide con nuestra
vida efectiva: el hombre se dilacera, se escinde en
dos – el que tenía que ser y el que resulta siendo.
La dislocación se manifiesta en forma de dolor,
de angustia, de enojo, de mal humor, de vacío;
la coincidencia, en cambio, produce el prodigio-
so fenómeno de la felicidad (Ortega, V: 130 y s).
En consecuencia: nuestro yo-proyecto puede
coincidir con nuestra vida o puede no coincidir con
ella. Si ambos coindicen, el resultado es el cum-
plimiento de la vocación y la felicidad. Pero si no
coincide, tendremos una escisión del hombre que
se movería entre la persona real que es y la perso-
na ideal que quería ser. La persona, en este caso,
vivirá su vida en forma de dolor, enojo, mal humor
y angustia. Vivirá fuera de sí, como otro, una vida
que no es propiamente suya. Los sentimientos o
estados de ánimo vendrían a ser la respuesta a la
pregunta: ¿estamos cumpliendo con nuestra voca-
ción? “El afán de realizar nuestra vocación, de con-
seguir ser el que somos es lo que nutre nuestras
energías y las mantiene tersas” (Ortega, VI: 640 ).
 
Haciendo doblete:

Si bien la famosa respuesta de las modelos de belleza (las ganadoras) cuando se les pregunta sobre su mayor deseo de "La Paz Mundial" es motivo de no poca chanza entre el público; lo cierto es que nada menos que emmanuel Kant escribió un libro-titulado : La Paz Perpetua, en el que entre otras "recetas" exponía que a fin de que un estado fuese de tendencia pacífica era esencial que fuese una democracia con ciudadanos y no otros modelos de gobierno como por eje: las monarquías y sus súbditos porque de esta manera para los que están en el poder la guerra, es como un juego en el que, mandando a los peones, se divierten viendo quién tiene mas poderío, aparte de que en un democracia , el pueblo tendrá mayor capacidad de influencia/decisión y de oponerse a los conflictos*; en otros modelos por contra, los que hacen los autoritarios, es encontrar cualquier excusa, o hasta inventar alguna historia que justifique sus tropelías, ...
*como dijo el otro si los que mandan a batallar se encontraran con la total inacción de los combatientes, se les iba a quitar la tontería.


 
Otro punto de vista del asunto:

"El Donbás , territorio proruso al este de Ucrania, vive desde 2014 una guerra entre milicias locales y el ejército estatal. Occidente lleva ignorándolo desde entonces, pese a que la cifra de muertos en 8 años de guerra se eleva a mas de 14.000 y pese a que el ejército ucraniano usa como tropa de choque a nazis con crímenes de guerra en su hoja de servicio. La semana pasada el mundo dio un vuelco cuando Putin, premier ruso, se pronunció en defensa de los ciudadanos del Donbás y contra la amenaza de que el país vecino entre en la OTAN, por lo que ordenó un ataque selectivo y relámpago dentro de Ucrania. Algo que en Occidente seria aplaudido y disculpado si lo hiciesen EE.UU, o sus socios, pero resulta que lo han hecho los rusos (que también son capitalistas ahora, pero rusos).

El ataque relámpago todavía dura. La OTAN sigue armando al bando ucraniano. La tensión entre potencias nucleares sigue escalando. Las sanciones económicas devastarán la economía rusa , de paso, la europea. Y mientras tanto EE.UU, recoge los frutos: los escasos puentes que había entre la UE y Rusia han sido dinamitados y la UE es mas dependiente de los yankis que nunca".
 
Última edición:
Fijo que ya he puesto algo al respecto- hace ya su buen tiempo- pero no está mal recordar (nada mal)

Economía del bien común:

  • La economía del bien común se basa en los mismos valores que hacen florecer nuestras relaciones: confianza, cooperación, aprecio, democracia, solidaridad. Según recientes investigaciones científicas conseguir buenas relaciones es la mayor fuente de motivación y felicidad de los seres humanos.
  • El marco legal económico experimenta un giro radical, cambiando las reglas del juego de afán de lucro y competencia por cooperación y contribución al bien común: Empresas que practican la cooperación serán recompensados. En cambio, el comportamiento competitivo conlleva desventajas.

 
Interesantísima y recomendadísima entrevista sobre el proceso de volverse loco (tal cual) que experimentó el cómico Ángel Martín, muy valiente y honesto por su parte:

 
"...pero para lograr eso debemos evolucionar mucho socialmente, puede que en el pasado la violencia y la agresividad nos permitieran salvarnos de la extinción pero ahora amenazan con destruirnos, el mayor enemigo del ser humano es el ser humano si queremos vivir un poco mas de lo que hemos vivido, debemos cambiar mucho..."

 
Me pregunto:

¿Por qué el sentirse, considerarse poderoso/a pasa por imponerse, limitar y hasta destruir, y no justamente en lo opuesto: dejar espacios de expresión a los demás, conexión solidaria, empática y colaboración constructiva?
Si tal fuera la percepción a nivel global estaríamos en un mundo mucho, pero mucho, mejor. El ideal para todos de hecho.
 
Muy lúcida y sensata opinión de Marx aquí:

"...y que el dinero suplanta el valor real de las cosas, por lo que el precio de las mismas no es objetivo, sino una forma de ocultar las relaciones de producción que son injustas. Es decir, una maniobra capitalista para presentar sus intereses de clase como intereses del conjunto".
 
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