El ateismo no excluye la religión. Para Schleiermacher esta es absolutamente pensable también sin dios. "tener religión significa intuir el universo.... Ahora bien, si no podéis negar que la idea de dios es compatible con cualquier intuición de aquel, debéis conceder también que una religión sin dios puede ser mejor que otra con él". Lo esencial para la religión no es dios, sino el deseo de lo infinito que se cumple en la intuición del universo".
"Así , Schleimermacher escribe . " intentad, pues, renunciar a vuestra vida por amor al universo. Aspirad a destruir ya aquí vuestra individualidad y a vivir en el Uno y Todo, aspirad a ser mas que vosotros mismos...En medio de la finitud, hacerse uno con lo Infinito y ser eterno en un instante: tal es la inmortalidad de la religión.
Hiperión de Hölderlin, lo expresa poéticamente: "Todo mi ser calla y escucha cuando las dulces ondas del aire juegan en torno de mi pecho. Perdido en el inmenso azul, levanto a menudo los ojos al Ëter y los inclino hacia el sagrado mar... Ser uno con todo, esa es la vida de la divinidad, ese es el cielo del hombre. Ser uno con todo lo viviente, volver, en un feliz olvido de sí mismo, al todo de la naturaleza, esta es la cima de los pensamientos y alegrías, esta es la sagrada cumbre de la montaña, el lugar del reposo eterno".