Sánchez-Dragó, conocido escritor dentro de nuestras fronteras, alardea en su último libro de haberse acostado con dos menores de edad ,japonesas.
Así lo hizo saber ayer el programa que conduce El Gran Wyoming, 'El Intermedio', sacando a la luz uno de los episodios de este libro.
En 'Dios los cría...', libro escrito conjuntamente por Sánchez-Dragó y Albert Boadella, Dragó narra los hechos ocurridos en Japón junto a lo que él califica como "dos lolitas".
El escritor y ex-presentador de Telemadrid utiliza términos muy poco adecuados para describir lo ocurrido. Este es el fragmento del libro del que se hacen eco en 'El intermedio':
"En Tokio, un día, me topé con unas lolitas. Pero no eran unas lolitas cuelesquiera, sino de esas que se visten como zorritas. Con los labios pintados, carmín, rímel, tacones, minifalda...tendrían unos trece años. Subí con ellas y las muy putas empezaron a turnarse, mientras una se iba al váter, la otra se me trajinaba".
Lo más sorprendente del caso es que el propio Sánchez-Dragó reconoce que lo que hizo en Japón a finales de los 60 fue un crimen, pero que lo cuenta ahora porque ya ha preescrito.
Sinverguenza!!! nunca me habias gustado en ningun sentido, ahora me repugnas:vom::vom::vom:
Así lo hizo saber ayer el programa que conduce El Gran Wyoming, 'El Intermedio', sacando a la luz uno de los episodios de este libro.
En 'Dios los cría...', libro escrito conjuntamente por Sánchez-Dragó y Albert Boadella, Dragó narra los hechos ocurridos en Japón junto a lo que él califica como "dos lolitas".
El escritor y ex-presentador de Telemadrid utiliza términos muy poco adecuados para describir lo ocurrido. Este es el fragmento del libro del que se hacen eco en 'El intermedio':
"En Tokio, un día, me topé con unas lolitas. Pero no eran unas lolitas cuelesquiera, sino de esas que se visten como zorritas. Con los labios pintados, carmín, rímel, tacones, minifalda...tendrían unos trece años. Subí con ellas y las muy putas empezaron a turnarse, mientras una se iba al váter, la otra se me trajinaba".
Lo más sorprendente del caso es que el propio Sánchez-Dragó reconoce que lo que hizo en Japón a finales de los 60 fue un crimen, pero que lo cuenta ahora porque ya ha preescrito.
Sinverguenza!!! nunca me habias gustado en ningun sentido, ahora me repugnas:vom::vom::vom: