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Selección española ganadora del Mundial de Fútbol femenino.
Offtopic relacionado-adelantada al auge del fútbol femenino en la época reciente- y que refleja la incomprensión en torno al fútbol , mujeres y además de otra cultura.
¿Dónde está el punto de comparar constantemente el fútbol femenino con categorías masculinas? ¿En que los hombres son más fuertes? ¿En que son más potentes? ¿En que están mejor entrenados? El fútbol mixto en España se desarrolla hasta segundo año de cadete, a partir de ahí el físico de los hombres hace peligroso que se mantenga la competición mezclada. Es una cuestión biológica. Si Íñigo Martínez le hace una entrada a la altura del tobillo a Aitana Bonmatí, el mínimo impacto podría generar una contusión, fractura o lesión. Son cuerpos totalmente distintos, con características físicas completamente diferentes, entre las que, por supuesto, destaca la musculatura y la resistencia. El desarrollo físico de los futbolistas profesionales que, además, están entrenados para ganar músculo y fuerza, hace que su juego sea totalmente distinto al de las mujeres, pero no por ello mejor. Importa la pelota e importa lo que haces con ella, por eso es absurdo comparar dos deportes en los que se hacen estrategias y tácticas distintas. Aun así, hay aspectos en los que el fútbol sigue siendo fútbol: si Ángela Sosa pone una falta en la escuadra a cualquier portero de Segunda B, este tampoco llegaría a atraparla. Las disciplinas se separan en masculina y femenina porque es inviable realizar una competición homogénea de forma segura y equilibrada, no porque los hombres sean mejores y las mujeres peores. Son distintos. Porque sí, está claro que el cuerpo del hombre y el de la mujer no es el mismo. Está claro que a partir de ciertas edades el hombre desarrolla una fuerza y potencia que la mujer no. Durante décadas se ha intentado reducir esta diferencia haciendo el mismo entrenamiento, lo que ha destrozado las articulaciones de muchas futbolistas, en vez de adaptar el juego a la capacidad física de las mujeres, que es lo que hemos conseguido ahora, obteniendo la consecuencia directa de un deporte más rápido, ágil, directo, e incluso más bello. La forma más rápida de avanzar el balón es un pase directo de 40 metros. Hay mujeres futbolistas que, a diferencia de la opinión general, no tienen problema en dar un pase de esas características. Que le pregunten a Mapi León, que, además, los pone en el milímetro de la bota exacto de su compañera que le apetece. Hay competiciones de fútbol femenino -Reto Iberdrola o Primera Nacional- en las que esa carencia física se soluciona con una carrera y una pared. Y es igualmente eficiente, más elaborado y, en definitiva, más bello. Solo se necesita a un entrenador capacitado en la banda que sepa leer las diferencias del juego o a un preparador físico que acondicione a las futbolistas según su capacidad.
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