Ni Michael jugó sucio en la compra de esos derechos, ni Paul se sintió traicionado porque sabía que había sido una negociación limpia y así lo dijo en una entrevista en 1990 en la que le preguntaron por el tema. La supuesta enemistad a raíz de esa compra es infundada y ha sido alimentada durante décadas por la prensa y por la gente mal informada que omite o desconoce, primero que se está hablando de los derechos de edición, pues los derechos de autor los Beatles nunca los han perdido, y segundo cuál es la historia de ese catálogo.
Si ahora Paul McCartney tiene la posibilidad legal de reclamar esos derechos adelante, ¡ojalá lo consiga y que le den a Sony!
En mayo de 1990 la revista Musician publicó una entrevista a Paul McCartney en la que se le preguntaba por el tema.
Paul McCartney explica cómo Dick James vendió las canciones sin decirles nada a ellos a Sir Lew Grade, dueño de ATV, y cómo después Sir Lew Grade decidió venderlo y Paul le hizo una oferta de 20 millones de dólares, y explica cómo decidió en ese momento comentárselo a Yoko para que pusiera la mitad del dinero y fuese así dueña de la mitad de John porque pensó que era lo justo, pero ella no se mostró interesada porque ella pensó que podía conseguirlo por cinco millones, y que eso fue lo que pasó aunque Yoko lo negó después. Dijo que si ella quiere negarlo que está bien, que él cree que fue así como pasó y que no fue una alucinación por su parte, pero que no quiere tener disputas con Yoko porque él quería mucho a John y John la quería, y que él había tratado de quererla también.
Respecto a su relación con Michael dice lo siguiente:
"Michael compró la compañía por cincuenta millones. Me reuní con él en Los Angeles, yo no le había hablado antes, le tenía resentimiento porque había sido mi amigo y no me había dicho nada. Hace poco conversamos y le expliqué que cuando John y yo firmamos el contrato no sabíamos lo que eran los derechos de publicación de canciones. Pensábamos que las canciones estaban en el cielo y nos pertenecían a todos. Yesterday superó la marca de cinco millones de interpretaciones, pero nadie se me acercó y me dijo: Oye chico, ¡has hecho un trabajo magnífico para esta compañía!
Así que le dije a Michael que quería que reconociera en el contrato que yo era un compositor para esa compañía que le pertenecía. No tenía objeciones respecto a su condición de dueño, fue una venta justa y correcta. El me dijo que no quería herir a nadie y yo le dije que lo sabía, él era un tipo genuino, Mike. No me parece que quisiera herir a nadie. Así que soy optimista y me parece que podemos actualizar el contrato. Y le dije: tenemos que hablar al respecto y tenemos que hablar del asunto de la comercialización".
Aquí cuenta cómo no le gusta que Michael emplee las canciones de los Beatles en anuncios comerciales ("Revolution" en el anuncio de Nike, o "All you need is love" en el anuncio de Panasonic), a pesar de que dice que él lleva muchos años ganando mucho dinero con la explotación de los derechos de publicación de Buddy Holly y haciendo comerciales, pero que en este caso la vuida de Holly está de acuerdo, y que los Beatles no que sus canciones sean asociadas con ningún producto comercial sino que sigan siendo recordados como himnos de paz y amor.
Dice que no quiere que se relacione "All you need is love" con un equipo de alta fidelidad o "Good day sunshine" con una galleta oreo.
Y dice:
"No creo que a Michael le haga falta el dinero. Michael y yo nos reunimos en Los Angeles, somos buenos amigos y vamos a conversar de todo esto".