Muy bueno y oportuno artículo para la reflexión y pararse a considerar el porqué del hábito tan arraigado socialmente.
Me sugiere esto:
Imaginemos que a la gran mayoría que bebe-dictadura de la mayoría digamos-un abstemio o muy ocasional bebedor os dice de manera frecuente: ¿pero por qué bebes, no sabes divertirte sin bebercio, eres un capullo? ¡Venga hombre, tómate este smoothie que está genial, ya verás! Y cosas del estilo,...molestaría ¿verdad? Pues esa misma es la chapa que los que no bebemos hemos de aguantar demasiadas veces, mas de las que quisiéramos y además hay cierta toque de asignación de raro, rarito, y por supuesto soso y hasta desustanciao, mira qué es aburrío el tio!
Y en la línea de lo que dice el artículo que se para a reflexionar-frente al pensamiento estándar-sobre el asunto:
¿Y cómo puedes aguantar toda la noche? De la gente que no bebe no hay que fiarse. A mí al principio tampoco me gustaba, es acostumbrarse. ¿Por qué no bebes? ¿Y te lo pasas bien? Venga, un mojito, que no es lo mismo. ¿Y no te cuesta más ligar? Este poquito, aunque sea para brindar. ¿Pero lo has probado alguna vez? Anda, vamos, que hoy es un día especial.
“Hay un cierto tipo de presión para que bebas... La pregunta te la hacen siempre y, cuando dices que no, debes dar muchos detalles y explicaciones. Te miran como si fueras un alien, es como si la gente no se lo imaginara. Cientos de veces me han dicho 'mira, prueba esto, que sé que te no te gusta pero es que no sabe a alcohol'”, cuenta Ángel Andrés, madrileño de 30 años
Hay presión para que bebas... La pregunta te la hacen siempre y, cuando dices que no, debes dar muchos detalles y explicaciones
"Vivimos en una sociedad obsesionada con el alcohol. Se le ha conferido un poder organizativo de la vida en sociedad".