Buenos días,
A pesar de haber redactado en el pasado, en esta misma sección, en la cual vuelvo a pronunciarme, hasta dos críticas del álbum Xscape (una, ipso facto tras la exposición inicial a los temas contenidos en el mismo; la segunda, al mes posterior de su lanzamiento), en esta ocasión haré lo propio con otra de signo retrospectivo, tras la fase de recapacitación, serenidad y sosiego y alejamiento en relación a los vaivenes de tipo mediático que he padecido en las últimas tres semanas.
A fin de no extenuar a los aquí presentes, desgranaré mis impresiones finales, en formato de epígrafes:
1. Love Never Felt So Good (versionada por McClain) se convertirá, muy previsiblemente (si no se ha consumado ya) en un clásico antonomásico de la discografía de Michael. Su sencillo más multitudinario desde You Are Not Alone, en cualquier rincón de la calle (al menos, de las áreas que suelo frecuentar, tanto en el trabajo, como en el estudio, o en el plano más estrictamente informal) la conocen. Un fenómeno, casi inédito en Michael, desde 1991, con el single Black or White.
2. Las ediciones grabadas originalmente por Michael, e incorporadas en los últimos escalones del disco, rebasan con creces a las álter egos de este año. A mí, personalmente, Loving You, de 1987, ha terminado por convencerme en mayor medida que la compuesta por Timbaland. Inspira, en mi opinión, una magia que no exuda la retrabajada para la ocasión (sobre todo, en el último medio minuto, al acoplarse las voces finales del coro). Aunque resulta, en todo caso, aceptablemente adecuada para 2014. Otro tanto sucede con A Place with No Name (sin discusión casi generalizada entre todos -respeto, empero, a quienes discrepan en relación a ello), Do You Know Where Your Children Are (polémica aparte acerca de si integraron, o no, la última versión grabada para la ocasión por Michael), Blue Gangsta (una brillante readaptación –la original- de Smooth Criminal; la nueva la desprestigia enormemente; es, de facto, de conformidad con mi criterio personal, la peor remozada con creces) y Xscape –un clásico, a la altura de hitos tales como Scream; aunque el ejemplar esculpido por Jerkins alcanzaría, a lo sumo, el aprobado-.
3. Por el contrario, en cambio, dos canciones trazadas por Jackson no terminan de convencerme: Chicago y Slave to the Rhythm. Especialmente, la primera de ellas. ¿Quizá se trataría de una versión primigenia, y poco desarrollada, la que ha visto la luz en Xscape, como el tema décimo del mismo? La revisión de Chicago, en manos de Timbaland, ya no me entusiasma tanto como antaño, pues adolece de dos factores: una base instrumental un tanto… digamos…, impropia del genio de Michael, y la reiteratividad del estribillo, motivado, presumiblemente, por la inacabada condición en la que legó el genio de Gary a la misma. Admiro, valoro, estimo y aprecio la pegajosidad del ritmo en la Slave to the Rhythm de las sesiones de Dangerous, pero, tal y como sostuviera hacía algunos meses, le falta algo. En ese sentido, L.A. Reid en la entrevista –que finalmente pude presenciar- tenía razón (casi lo único en lo cual concordé con él, al albur de las impresiones que emitió en la misma). Más tarde me pronunciaré acerca de la disposición de los actores que tuvieron lugar en tal coloquio.
4. La aportación de Justin Timberlake a la canción Love Never Felt So Good (número diecisiete en la terna) ha contribuido, en suma, parcialmente, a que la popularidad de la misma haya manifestado unos niveles, impensables, en cierta lógica, en un solista fallecido como el que nos ocupa. No lo cuestiono, ni lo objeto. Pero, al cabo de los años, apuesto a que la mayoría de los concernidos en materia musical, ajenos a las tendencias modales del presente, se replantearán: ¿acaso era necesaria la puesta en escena de hasta tres versiones de una misma pista musical –máxime, cuando Jackson en solitario se las había apañado suficientemente bien, y de modo admirable, en las dos primeras-?
5. En relación al rodaje de nuevos cortometrajes musicales, deberían en Sony tener en consideración lo siguiente: a modo de excepción, como muestra de tributo y homenaje sentido al sujeto beneficiario de tal oda, se antojaría prudencialmente sensato recurrir a la recombinación de pasajes visuales y videográficos del artista parangonado en ocasiones muy selectas y contadas: Hold My Hand, Hollywood Tonight y Love Never Felt So Good parecerían haber cerrado el cupo para ello. Y con holgura. De proseguir y perseverar en ello, con A Place with No Name, no se haría sino correr el riesgo, ante las generaciones venideras, de inducir a éstas a la confusión, al entremezclar pasajes de videoclips tan legendarios como el de In the Closet. Resultaría preferible preservar un grato recuerdo de lo vivido, cuando éste se tornó glorioso (además, pueden revivirse permanente, y sistemáticamente, a través de la red –Youtube, por ejemplo-) que emponzoñarlo a base de nuevos cortos sustentados en refritos de ideas aparentemente ajenas al espíritu de una canción, que no guarda en absoluto relación con la aludida de modo indirecto.
6. Voy ultimando mi artículo. En la entrevista, detecté con cierto halo de desagrado una actitud muy censurable, por parte de L.A. Reid y, en menor medida, de Timbaland. En la misma, contrastaban fragmentos de las versiones originales y nuevas de cada canción, dando a entender a colación que las rediseñadas por ellos gozaban de mayor pujanza y robustez. Cierto es que ellos han sido partícipes del proceso de realización y producción del álbum y, como tales, deberán sentirse realizadamente satisfechos con su trabajo, pero de ahí a minusvalorar la obra (inacabada, o no) de aquél al que hipotéticamente rinden pleitesía a través de esta publicación… Sin comentarios.
7. ¡Cuánto te echamos de menos, Bruce Swedien!
Xscape, en definitiva, y en resumidas cuentas, se sostiene en gran medida gracias a las pistas originales. De ahí que el regusto agridulce y amargo de algunos seguidores se haya mitigado a resultas de la inclusión de las mismas. Porque, de no haber mediado tales, podría catalogar este trabajo póstumo con el aforismo célebre consistente en “mucho ruido y pocas nueces”.
Un cordial saludo a todos.