gracias a todos los que me habéis colocado una sonrisa en este triste rostro. Gracias por sobrecogerme.
Quiero compartir con vosotros algo que leí de un hombre, que había perdido a su mujer y a su hijo pequeño, en un accidente de avión. Decía que le pena le había hundido completamente, pero después comprendió q ellos simplemente se habían adelantado al lugar a donde todos vamos. Que lo raro, lo extraordinario es estar aquí, y que debía aprovecharlo tratando de no llorar continuamente, porque pronto se volvería a reunir con ellos. Quiero pensar como él, quiero no sentir este peso de su ausencia, como un plomo insoportable de cargar. Una ausencia que es dura de aceptar, por lo injusta, por lo anticipada, por lo inmensamente valioso de la pérdida.
El mundo que Michael me abrió cuando era una niña y caí rendida a su amor, por siempre, ahora se me ha venido abajo. El me hizo creer en los finales felices, el me hizo creer en que al final, el amor vence. Pero a él le ha aplastado todo ese amor que dio.
Quiero comprender. Quiero creer, pero mi mundo está difuso, estoy muy confundida, y cada año que pasa me siento menos segura aún.
Perdonar mi tono tan triste, pero este rincón sirve de desahogo. Usar otro tono sería fingir, y más a dos días de tan terrible fecha. Trato de comprender pero no lo logro, supongo que tendré que aprender algún día, a vivir con ello.
Un beso a todos,