García-Escudero: "Los españoles quieren oírnos hablar en la lengua que todos conocen"
JOSE RICO / Barcelona
Nuevo episodio de la ofensiva del PP contra el uso de las lenguas cooficiales en el Senado. Si hace pocas semanas era el portavoz popular en esta Cámara quien proponía que se dejase de hablar en catalán, vasco y gallego para ahorrar en traductores, ahora es su propio presidente, Pío García-Escudero, el que ha puesto la proa a los pinganillos. En su opinión, mientras dure la crisis, los senadores deberían renunciar a las lenguas autonómicas "como gesto de buena voluntad y de austeridad". Pero a la cuarta autoridad del Estado no le ha bastado con lanzar esta propuesta, sino que la ha acompañado de la siguiente reprimenda a los parlamentarios que emplean algún idioma distinto al castellano: "Los españoles quieren oírnos hablar en la lengua que todos conocen".
En una entrevista en La Razón, García-Escudero ha echado mano de los argumentos habituales del PP en esta cuestión: "No tiene sentido que un senador catalán debata con otro en gallego en el pleno, y luego hablen en castellano mientras se toman un café". El uso de las lenguas autonómicas en la Cámara alta está restringido a algunas sesiones plenarias y a la Comisión de Comunidades Autónomas. De hecho, el presidente del Senado ha reconocido que limitar este derecho requeriría un cambio de reglamento, algo que no depende de él, sino que debe partir de los grupos parlamentarios. Por eso, les ha emplazado a sacrificarse temporalmente... o no tanto. "Teniendo en cuenta la crisis económica y las políticas de austeridad, probablemente, tendría que haber un esfuerzo de buena voluntad de todos los grupos de decir: 'Hasta que pase la crisis vamos a dejar de hablar en nuestras lenguas, nos ahorramos el coste de traductores y, cuando pase la crisis económica, ya veremos'".
No contento con eso, García-Escudero también ha dejado patente su particular interpretación de la pluralidad lingüística del Estado, reconocida en la Constitución, "Es falso que el vasco, el catalán y el gallego sean lenguas cooficiales, porque son cooficiales únicamente en su comunidad. Es totalmente lícito que en sus parlamentos se hable en sus lenguas, pero en el Senado de España somos senadores nacionales. Depositarios de la soberanía de todos los españoles. Y los españoles quieren oírnos hablar en la lengua que todos conocen".
Críticas de la oposición
Las tesis del presidente del Senado fueron respondidas por los partidos nacionalistas, que mostraron de nuevo su enfado por el enésimo ataque del PP a las lenguas autonómicas. CiU, la Entesa Catalana y el PNV advirtieron a García-Escudero de que el uso del catalán, el euskera y el gallego, recogido en el reglamento de la Cámara, "no está en discusión y no tiene marcha atrás". Todos han recordado que, hasta el momento, el PP no ha presentado ninguna iniciativa para modificar este precepto. El PSOE ha eludido hacer comentarios sobre las declaraciones y fuentes de este grupo parlamentario consultadas por Efe han señalado que se pronunciarán sobre el asunto si se plantea en la Junta de Portavoces de la Cámara.
La ofensiva del PP contra las lenguas cooficiales aparece y desaparece como el Guadiana. En la pasada legislatura, los populares pusieron el grito en el cielo cuando el expresidente de la Generalitat José Montilla empleó el catalán para defender el Estatut y el entonces vicepresidente del Gobierno Manuel Chaves tuvo que utilizar un pinganillo para entender las palabras de su compañero de filas. El PP argumentó entonces, y Barreiro lo volvió a repetir ayer, que, en un contexto de crisis económica, no es aceptable asumir el coste del sistema de traducción en la Cámara Alta. Aunque la institución no ha tenido que aumentar su presupuesto por los auriculares, el gasto en traducción roza los 12.000 euros por sesión.
Fuente: Ofensiva del PP contra las lenguas cooficiales
JOSE RICO / Barcelona
Nuevo episodio de la ofensiva del PP contra el uso de las lenguas cooficiales en el Senado. Si hace pocas semanas era el portavoz popular en esta Cámara quien proponía que se dejase de hablar en catalán, vasco y gallego para ahorrar en traductores, ahora es su propio presidente, Pío García-Escudero, el que ha puesto la proa a los pinganillos. En su opinión, mientras dure la crisis, los senadores deberían renunciar a las lenguas autonómicas "como gesto de buena voluntad y de austeridad". Pero a la cuarta autoridad del Estado no le ha bastado con lanzar esta propuesta, sino que la ha acompañado de la siguiente reprimenda a los parlamentarios que emplean algún idioma distinto al castellano: "Los españoles quieren oírnos hablar en la lengua que todos conocen".
En una entrevista en La Razón, García-Escudero ha echado mano de los argumentos habituales del PP en esta cuestión: "No tiene sentido que un senador catalán debata con otro en gallego en el pleno, y luego hablen en castellano mientras se toman un café". El uso de las lenguas autonómicas en la Cámara alta está restringido a algunas sesiones plenarias y a la Comisión de Comunidades Autónomas. De hecho, el presidente del Senado ha reconocido que limitar este derecho requeriría un cambio de reglamento, algo que no depende de él, sino que debe partir de los grupos parlamentarios. Por eso, les ha emplazado a sacrificarse temporalmente... o no tanto. "Teniendo en cuenta la crisis económica y las políticas de austeridad, probablemente, tendría que haber un esfuerzo de buena voluntad de todos los grupos de decir: 'Hasta que pase la crisis vamos a dejar de hablar en nuestras lenguas, nos ahorramos el coste de traductores y, cuando pase la crisis económica, ya veremos'".
No contento con eso, García-Escudero también ha dejado patente su particular interpretación de la pluralidad lingüística del Estado, reconocida en la Constitución, "Es falso que el vasco, el catalán y el gallego sean lenguas cooficiales, porque son cooficiales únicamente en su comunidad. Es totalmente lícito que en sus parlamentos se hable en sus lenguas, pero en el Senado de España somos senadores nacionales. Depositarios de la soberanía de todos los españoles. Y los españoles quieren oírnos hablar en la lengua que todos conocen".
Críticas de la oposición
Las tesis del presidente del Senado fueron respondidas por los partidos nacionalistas, que mostraron de nuevo su enfado por el enésimo ataque del PP a las lenguas autonómicas. CiU, la Entesa Catalana y el PNV advirtieron a García-Escudero de que el uso del catalán, el euskera y el gallego, recogido en el reglamento de la Cámara, "no está en discusión y no tiene marcha atrás". Todos han recordado que, hasta el momento, el PP no ha presentado ninguna iniciativa para modificar este precepto. El PSOE ha eludido hacer comentarios sobre las declaraciones y fuentes de este grupo parlamentario consultadas por Efe han señalado que se pronunciarán sobre el asunto si se plantea en la Junta de Portavoces de la Cámara.
La ofensiva del PP contra las lenguas cooficiales aparece y desaparece como el Guadiana. En la pasada legislatura, los populares pusieron el grito en el cielo cuando el expresidente de la Generalitat José Montilla empleó el catalán para defender el Estatut y el entonces vicepresidente del Gobierno Manuel Chaves tuvo que utilizar un pinganillo para entender las palabras de su compañero de filas. El PP argumentó entonces, y Barreiro lo volvió a repetir ayer, que, en un contexto de crisis económica, no es aceptable asumir el coste del sistema de traducción en la Cámara Alta. Aunque la institución no ha tenido que aumentar su presupuesto por los auriculares, el gasto en traducción roza los 12.000 euros por sesión.
Fuente: Ofensiva del PP contra las lenguas cooficiales
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