Querida familia:
Por obvios motivos que cualquiera de vosotros puede comprender, me reservo el criterio y el sentimiento que me han suscitado el leer esta noticia, ya que me desagrada emitir una valoración crítica bajo los perniciosos efectos motivados por la iracundia que experimento en estos momentos ( soy enemiga de todo tipo de manifestación agresiva en cualquiera de sus formas, inclusive la verbal: así pues, he optado por el recurso al silencio ).
Cada cual que extraiga sus propias conclusiones, valoraciones o percepciones acerca de las razones y circunstancias que mueven a realizar este absurdo film ( las primeras, lógicamente, siempre responderán a fines lucrativos ) y del porqué se escoge la figura de un adolescente andrógino, cuya fisonomía constituye la antítesis de la del "Rey de Reyes", y al que - por cuestiones que se me escapan y que aún no termino mentalmente de procesar - se han empecinado contumazmente en asignarle el injusto, desafortunado y hasta blasfemo título de nuevo "Rey del Pop", máxime cuando de todos es sabido que dicho honor tan sólo se lo ha concedido la historia, 30 años ha, a un único, incomparable, inimitable, irrepetible y auténtico "Rey" ( francamente: CORONA, TRONO y CETRO resultan desmesurada, desproporcionada y excesivamente grandes a un mozalbete aprendiz a cantante cuyo repertorio se compendia, casi exclusivamente, en una pueril palabra: "Baby"; mientras que el excelso Michael, a su edad, ya se encontraba a las puertas de convertirse en el "Dios de la Música", irrefutable realidad que se materializó en un tiempo récord - como todo lo que consiguió en esta vida - y cuyo privilegio ningún poder mediático o empresarial, ¡jamás!, le conseguirá arrebatar, por mucho que se obstinen en ello ).
Por tanto, no deseo dilatarme más en esta exposición en la que me formulo demasiados "porqués" ( por qué esta película; por qué precisamente un niño blanquito llamado Justin Bieber; por qué -recalcitrante y obsesivo-compulsivamente - bautizar un nuevo "Rey del Pop" que jamás llegará ni a "infante"; etc; etc, etc;...) y ninguno de estos "porqués" resulta excesivo.
No obstante, deseaba llamar vuestra atención e incidir en lo que, nuevamente, vuelve a constituir una aberrante vejación hacia la inmaculada figura de Michael - perversa e inicuamente manifiesta - en el fragmento que yo ensalzo a color y cuyo extracto recojo para reproducirlo a continuación:
"Los padres de Justin Bieber habrían dado su aprobación “mientras la película no contenga escenas de sexo explícito o violencia extrema”.
Ignoro cuál es vuestra valoración al respecto tras leer lo aquí expuesto; mas, si estas palabras han sido proferidas por los padres del candidato a "aprendiz de cantante en orquestas solicitadas para actuar en verbenas de pueblo", la mía - mi propia valoración - ya ha sido forjada irremisible y adversamente - sin ánimo de retractarme - acerca de los progenitores de la "criatura", la "criatura" en cuestión y, muy especialmente, sobre una película que todavía no ha visto luz, pero que - a juzgar por lo plasmado - ya "promete". ¡Saludos y paciencia!