"Los dualistas de mente y cerebro (antes alma cerebro) arguyen que si la mente fuera lo mismo que el cerebro, es decir, algo material, no podríamos explicar la existencia de nuestros pensamientos, sentimientos y deseos, que son enteramente inmateriales. ¿Cómo podría la materia sentir cariño o melancolía? Además. sin suponer la existencia de un principio espiritual no se podrían explicar fenómenos como el carácter unitario de nuestras experiencias sensibles, la capacidad del hombre para tomar decisiones, la responsabilidad moral o la creatividad intelectual.
Contra tal se argumenta , sin embargo, que es imposible explicar satisfactoriamente las relaciones entre dos sustancias supuestamente tan heterogéneas como mente y cerebro. Si una es de orden espiritual y la otra de orden material, tal como afirman los dualistas, ¿´cómo es posible que una influya en la otra? ¿Cómo pueden nuestros pensamientos producir actos físicos? ¿Cómo es posible , por ejemplo que piense una frase y a continuación mis dedos ejecuten la orden? Y viceversa, si la mente fuera algo inmaterial debería ser inmune a lesiones cerebrales, a los efectos de las drogas y también a la actividad de los cirujanos neurólogos, pero todos sabemos que no es así".