βιυειίτε;1197138 dijo:
Es igual a preguntar si eliges que te guste el azul o el rojo, tu no lo eliges, simplemente te gusta más uno de los dos, es algo que fluye naturalmente en tí.
Y aquí viene la pregunta de rigor: ¿el gusto por el color es genético? Si es genético entonces vendría prefijado incluso desde antes de nacer..
Me voy a dar el tiempo de exponer las dos perspectivas de forma mas clara.
La perspectiva biologista reduce la orientación sexual a una cuestión genética, es decir, nuestra orientación sexual viene determinada de forma a-priori, antes de cualquier experiencia, independiente de ella. De dónde proviene o por qué tenemos tal o cual orientación sexual, es irrelevante para lo que estamos hablando.
La perspectiva bio-cultural señala que existe un componente genético no definido, es decir, un componente potencial, y que se puede aplicar en todos los campos. Por ejemplo, si un niño proviene de una familia de virtuosos músicos, es muy probable que el niño "herede" ciertas facultades musicales, o mas bien dicho: posea ciertas "facilidades", pero estas "facilidades" jamás se concretarían si el niño no recibe ninguna clase de relación con la música, si no es estimulado a tiempo dicha capacidad terminaría por perderse y comenzarían a desarrollarse otras. Lo mismo ocurre incluso con el desarrollo de facultades físicas, por ejemplo, todos los niños (sanos) tienen la potencialidad de ver, pero si al momento de nacer se le vendan los ojos por meses y obviamente la retina no es estimulada por la luz, los músculos del ojo q permiten la visión terminan por atrofiarse, y aquí vemos como algo que nos es dado por naturaleza depende enormemente de factores ambientales.
Lo mismo ocurriría en el caso de la orientación sexual. Existe una tendencia genética que al fin y al cabo es estructurada por factores culturales y sociales. La cultura moldea nuestros modelos psicológicos, incluso a nivel general nuestras "verdades" son verdades culturales y nuestra ética es heredera de la sociedad y la cultura de la cual todos somos hijos.
La perspectiva bio-cultural, nos habla de un "programa blando", es decir, algo que está en vías de cristalización, pero jamás algo determinado a-priori la experiencia. De hecho, desde ya pensar que nuestro "gusto sexual" venga prefijado desde antes de nacer suena extraño, si aún el feto no ha tenido si quiera contacto alguno con otro sexo que no sea el suyo, que aún esta en formación.
Ahora bien, cabe destacar que la cuestión cultural no involucra una recepción positiva necesariamente, sino que se toma la cultura como punto de referencia, se puede ir con ella, como negarla, pero nunca prescindir de ella. Y eso sigue siendo "cultural".
Esta claro que no elegimos, pero ¿de qué forma no elegimos? Ya sea genéticamente o bio-culturalmente, en ambos casos no hay una elección, en ambos casos es algo que se da sin deliberación alguna. Pero a raíz de esto mismo es que se nos hace la pregunta: así como podemos cambiar lo dado por la naturaleza en un plano físico a base de la ciencia medica (por ejemplo).. ¿es posible cambiar tmb aspectos psicológicos a base de voluntad?. Me parece una pregunta bastante licita..
Desde de una perspectiva genética, la respuesta es un rotundo NO. Desde una perspectiva bio-cultural, es discutible. En teoría si, podría existir la posibilidad, pero es bastante difícil, primero, pq precisamente ¿cuando una persona se podría plantear el asunto? Por lo general cuando ya asume una determinada sexualidad, ya sea hetero u homosexual, esto es, uno se plantearía la posibilidad una vez ya maduro, por lo que seria bastante complicado, por no decir imposible, que se de alguna situación de cambio real.