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¿Te sientes culpable cuando comes un filete?

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¿Como te sientes al comer un filete?


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Suena muy bonito Blue, pero en la práctica real pierde todo peso moral-práctico. A mi juicio cualquier ética (universal y absoluta) va en contra de la naturaleza y el curso básico de las cosas. Estás muy platónico Blue. :p

Bien moe... pero cuando alguien te haga una putada, espero que no te quejes de la "injusticia" del mundo, o de esa persona, ya que, conque moral podrias reclamar, si igual tu colaboras con esa vision del mundo, de "quien puede toma". :dime:
 
A lo largo de la Historia Universal se han ido formando, en todas las culturas, ciertos hábitos, costumbres... moralidades al fin y al cabo que vienen a ordenar un poco el asunto, porque nos sería imposible vivir sin un ordenamiento social regulador. Lo que no tiene nada que ver con la existencia de una moral objetiva que responda a una ética universal y absoluta.

No sabía que estuvieras tan cercano a Dios últimamente Blue... :p
 
La moral no esta relacionada con Dios necesariamente moecín...

Pero el practicar el "no hagas a otros lo que no te gustaria que te hicieren" es lo minimo si realmente queremos vivir con justicia.

PD: siempre te tienes que enrollar tanto para explicar algo? xD
 
Sobre "qué bueno soy y qué bien me siento con mi conciencia"... quien piense así se está engañando. Si lo piensa de esa manera, se engaña. No sé otra gente; yo por mi parte no como animales por simple y llano respeto; son otros seres que solo quieren vivir felices y sin problemas, exactamente igual que yo y que todos los demás, sea cual sea nuestra forma física, idioma, o lo que sea... Si uno se siente bien no comiendo animales SOLO porque puede pavonearse de no hacerlo, ya sea ante uno mismo o ante los demás, creo que tendría que replantearse por qué se comporta de esa manera. Es como definirse vegetariano y cantarlo a los cuatro vientos pero no le importa comer un poco de atún y el jamón de Jabugo no lo dejaría por nada del mundo. Eso no es ser vegetariano.

:bravo: bizilagun, creo que has estado muy acertado. He conocido lamentables "vegetarianos" que comen carne a escondidas :z:, así como los propagandísticos obsesivos que no paran de dar el mítin. Así como auténticos y admirables convencidos y concienciados que llevan años siendo ovo-lácteos y aún no han conseguido un equilibrio para poder dejar huevos y leche. Quizás por desconocimiento pero con responsabilidad.

Muchísimas gracias moecín por tu respuesta o explicación. :)

Luego estuve pensando en lo de que se puede cultivar muuucho y comer de eso para "dejar en paz" a los animales... Y me acordé de que siempre me recomiendan comer soja, por la gran cantidad de proteínas (creo). Y entonces me acordé por ejemplo de una gran zona de argentina donde se está deforestando sin miramientos para plantar soja. Destrozando el ecosistema de la zona, plantas y animales. Y entonces pienso en los árboles, sin ellos, creo que la vida como tal, para animales y humanos, podría acabarse :(
 
βιυειίτε;1110077 dijo:
La moral no esta relacionada con Dios necesariamente moecín...

La moral no, pero una ética universal y absoluta es algo superior, que está por sobre el Movimiento. Muy metafísico Blue, estás a un paso de ser una oveja más del rebaño de nuestro Señor Jesucristo.:rolleyes:

Ahora si prefieres otra religión... :lalala:

βιυειίτε;1110077 dijo:
Pero el practicar el "no hagas a otros lo que no te gustaria que te hicieren" es lo minimo si realmente queremos vivir con justicia.

Sí... pero en la práctica real pierde todo peso moral-práctico. A mi juicio cualquier ética (universal y absoluta) va en contra de la naturaleza y el curso básico de las cosas. Estás muy platónico Blue. :p ... :rolleyes:
 
Perdonadme que sea tan pesada, pero me gusta dar la lata..:D:rolleyes::p

Esto ocupa mucho, sorry...:miedo: si hace falta borrarse, que se borre...:miedo::miedo:

Argumentos y contraargumentosAquí indicamos varios de los argumentos más populares que suelen esgrimirse en contra del veganismo, y sus posibles respuestas:

1.-“Los humanos siempre hemos comido carne”.
Empezaremos diciendo lo que dijo el escritor y premio Nobel, Isaac Bashevis Singer: “La gente argumenta con frecuencia que los humanos siempre han comido carne, como si ésta fuera una justificación para continuar la práctica. De acuerdo con esta lógica, no deberíamos tratar de evitar que la gente mate a otra gente dado que esto también ha sucedido desde el comienzo de los tiempos”.
Hasta hace unos dos millones de años la dieta de nuestros ancestros se basaba principalmente en frutas, semillas., hojas, tallos, raíces, brotes tiernos, tubérculos, y frutos secos. Debido a cambios climáticos adversos los vegetales escasearon y, para sobrevivir, el Homo ergaster tuvo que recurrir a alimentos de origen animal. Consumía carne de cualquier animal que encontraran muerto, o que lograran atrapar, así como huevos de aves o reptiles que buscaba entre los árboles o por las orillas de los lagos donde habitaba.
Más adelante, nuestros ancestros se organizaron para cazar animales. Cazar con armas primitivas era, en algunos casos, bastante peligroso para el cazador, y los animales que perseguían eran adorados y temidos. Hoy en día, los “cazadores” de los modernos supermercados no se parecen mucho a sus predecesores. El “cazador/consumidor” actual se encorva sobre los mostradores refrigerados y selecciona los envoltorios plásticos etiquetados, que marcan “lomo”, “filete”, etc. Con la mente ocupada en otros temas arroja sus presas al interior del carrito y aguarda en la cola de la caja. A veces una gota de sangre se escapa del envoltorio y salpica la mano o la camisa; ése es el instante en que esa persona se halla más próximo a la realidad de los mataderos.
Pero, dejando aparte si hemos sido en un origen herbívoros o carnívoros, cabe plantearnos si hoy día es necesario comer carne. Existiendo la opción de elegir un alimento libre de crueldad ¿por qué no hacerlo?. El vegetarianismo es una dieta equilibrada y sabrosa, así que sólo es una cuestión cultural, de costumbre, paladar o comodidad, y habría que plantearse hasta que punto estos argumentos tienen más fuerza que el hecho de que se comercie y mate a un animal.
Hasta hace unos 100 años, la dieta básica occidental estaba compuesta por cereales, legumbres, verduras, patatas, frutas y productos lácteos. Con el aumento del nivel de vida, esta dieta ha sido reemplazada progresivamente por la carne de vacuno, pescado, pollo, grasas animales y alimentos precocinados y envasados. En la actualidad, los consumidores occidentales comen un 35% más de productos lácteos, un 52% más de ternera, un 84% más de pescado, un 190% más de huevos y un 280% más de pollo que en 1900. Durante este mismo periodo, el número de enfermedades cardiovasculares letales, cáncer, enfermedades reumáticas, asma bronquitis, artritis, alergias, etc han incrementado significativamente.
Recomendamos la lectura del siguiente artículo, titulado "El vegetarianismo a través de la historia", de Inma Morales, y publicado en el nº 2 de la revista "Vegetus"(de la UVE).
2.-“Es necesario comer carne para no tener carencias (proteínas, hierro,...)”.
Para este punto recomendamos visitar nuestra sección de nutrición.
No es necesario consumir productos de origen animal para mantener una buena salud. En muchos casos es todo lo contrario, ya que suministrar mucha carne supone para el organismo una agresión que no puede digerir adecuadamente: el resultado es una fijación en el cuerpo de una serie de elementos tóxicos (ácido úrico, colesterol, amoniaco,...) que son responsables, con los años, de multitud de enfermedades de tipo cardiovascular, cáncer, artritis, reumatismos, etc. (con el consiguiente beneficio para la industria farmacéutica). En Gran Bretaña (país donde hay ya una buena cultura vegetariana), los vegetarianos le salen muy baratos a la Seguridad Social, ya que generan cinco veces menos gastos asistenciales a lo largo de su vida que un consumidor convencional.
Según un artículo publicado en el semanal Magazine, el consumidor de carne exige al ganadero que las vacas se alimenten de hierba, pero que den carnes blancas. Esto es literalmente imposible porque la alfalfa ennegrece la carne. La presencia de compuestos químicos en los cadáveres de los animales usados para alimentación humana tiene que estar en unas cantidades que no superen lo límites máximos permitidos por la legislación, pero lo que no se cuenta es que esos límites ignoran los “cócteles” y cómo interactúan las sustancias entre sí. Además, muchos de esos valores máximos responden a criterios políticos antes que científicos. Los límites legales se establecen en algunos casos para amparar los contenidos que existen en los mercados, y no al revés. Esa amalgama de productos químicos que se emplea en la agricultura (de la que el consumidor de carne recibe por dos vías, la directa cuando consume productos no cárnicos, y la indirecta, a través del animal que ha comido muchos de esos productos), la ganadería y la industria, es la “contaminación silenciosa” de posibles consecuencias crónicas. De esa contaminación queda un rastro que sólo se ve, si acaso, en los laboratorios especializados. Los expertos aseguran que no hay análisis que dé resultado negativo. Las cantidades son pequeñas, pero el organismo lo va acumulando a lo largo de la vida y puede manifestarlo en forma de cáncer u otras dolencias graves. Hay infinidad de sustancias cuyas consecuencias para la salud son todavía desconocidas. Por lo general se realizan pocos análisis de los alimentos, y los que se hacen “encuentran sólo lo que buscan”, para ratificar que no hay problemas, por eso cuando algo sale a la luz es que está muy extendido. Algunas crisis, como las de los pollos belgas, las vacas locas o el salmón de piscifactoría, son ejemplos para ilustrar por dónde llegan los problemas a estos alimentos.
Las “vacas locas” y el escándalo de los salmones de piscifactoría, son paradigmas del descontrol que persistió en la fabricación de alimentos para la ganadería y la pesca. La demanda de piensos crece a un ritmo muy superior a la de la oferta y es casi imposible controlar lo que cada granjero hace en sus explotación. Luces de alarma se habían encendido antes por la utilización generalizada de sustancias como hormonas o antibióticos (una bomba de relojería porque crean bacterias resistentes a todo), pero tuvo que llegar la encefalopatía espongiforme bovina para que las autoridades tomaran en serio el desbarajuste que supone la alimentación de la ganadería. A continuación mostramos 3 ejemplos:
  • Un escándalo de grandes proporciones fue el conocido como “los pollos de Bélgica”. Esta crisis permitió conocer un problema de contaminación ambiental que todavía está sin solución. Todo empezó con una gran mortandad de pollos en una granja belga. Las investigaciones concluyeron que los animales tenían altos índices de unas sustancias ausentes en los piensos que se suministraban a la granja. Esas sustancias fueron introducidas en los piensos por el fabricante, que utilizó grasas contaminadas procedentes de aceites refrigerantes, utilizados en transformadores eléctricos. Contienen sustancias extremadamente tóxica, utilizándose durante écadas como el mejor aislante y controlador de la llama para las instalaciones eléctricas. Además en aquel pienso se había añadido hasta fango extraído de la limpieza de las depuradoras.
  • Otro caso similar ocurrió con los piensos para aves fabricados con cáscaras de almendra, serrín de pino y zuro de maíz (núcleo de la mazorca). El problema fue que los pinos convertidos en serrín habían sido tratados con pentaclorofenol, y nadie cayó en la cuenta de que aquella madera podía acabar en el buche de los pollos y después en el estómago de las personas.
  • El engorde de los peces en las piscifactorías tampoco ha estado exento de escándalos. Hace poco tiempo se conoció que el salmón criado en piscifactorías europeas mostraba mayor contenido en dioxinas que el de Estados Unidos. Según los expertos, el probable origen de esas sustancias era el mar Báltico, zona altamente contaminada por las fábricas de papel. Está prohibido exportar pescado capturado en el Báltico para consumo humano, pero no para la fabricación de harinas. Y por esa vía llegan las dioxinas a las piscifactorías y por último al humano. Estas sustancias se acumulas en los tejidos grasos y tardan décadas en ser eliminadas.
Una alimentación vegana completa suministra todos los elementos nutritivos necesarios para los humanos. La forma de pensar de los médicos está evolucionando, y son innumerables los estudios que muestran los beneficios para la salud de una dieta ajena a la explotación de los demás animales.
Para nuestros ancestros, el cazar y el comer carne estaba gobernado por otras necesidades, además de las puramente físicas. Era un acto mágico, precursor de la religión y la ciencia. Incluso cuando la primitiva agricultura liberó a muchos hombres de la inseguridad de la vida nómada, las creencias en los poderes de la carne continuaron.
En las diversas épocas y sociedades los humanos han desarrollado leyes, costumbres y actitudes contrapuestas con respecto a la comida. Entre ellas, las carnes han aportado gran número de simbolismos y ritos. Dependiendo de la cultura imperante, la carne ha sido vista como necesidad, lujo, perversión, tabú, medicina o veneno.
El mito de la carne se ha transmitido de generación en generación sin importar que la sociedad dependiera de la caza o de las cosechas. En el mundo actual, el antiguo mito se mantiene con tanto poder como en los primitivos grupos de cazadores. Dejar la carne es prescindir de algo que ya forma parte de la “cultura”. La mayoría de los occidentales aún cree que el comer carne es la única garantía de salud. Este mito suele comenzar en la infancia, cuando se alimenta a los niños mediante papillas de carne de ternera, pollo o merluza, con la errónea confianza de que tales ingredientes son absolutamente esenciales para su correcto desarrollo. Con los años esa persona se verá rodeada de restaurantes y establecimientos en los que predomina la carne.
Pese a su adoración por la carne, muchas personas prefieren ser ajenas a la realidad de su obtención y la consideran como una sustancia abstracta. Así, las mismas almas sensibles que tiemblan ante la vista de un perro o un gato atropellado van luego a la pescadería para echar un vistazo a los peces muertos de ojos brillantes. Mientras los miran sin darle importancia al asunto, el pescadero los corta en trozos y tira sus entrañas en un basurero. Después puede que hagan una paradita en la carnicería para comprar algunos cuartos de pollo, riñones o lengua de vaca.
3.-“Con la de problemas que tenemos los humanos...”.
Todo el que dice esto se olvida de que nosotros, los humanos, también somos animales.
Por otro lado, tras el lógico argumento de que “habiendo tantos problemas que solucionar entre humanos, ¿para qué te preocupas de los animales?”, se esconde el más rancio conformismo y conservadurismo ideológico. ¿Para qué intentar cambiar nada?, si siempre habrá problemas mayores que solucionar. Según el mismo argumento, ¿para qué preocuparnos de los problemas de las mujeres?, siendo que los hombres tienen tantos problemas; ¿para qué preocuparse de los problemas de otros países?, siendo que en el nuestro hay tantas cosas que arreglar; ¿para qué preocuparme de mi vecino?, cuando yo ya tengo mis problemas, y así un largo etcétera de insolidaridad.
Con este argumento parece que ocuparnos de los animales impide hacerlo también de los humanos, y que sean cuestiones incompatibles. Pero modificar nuestra dieta para hacerla no cruenta no impide hacer cosas por cualquier ser que siente (sea humano o no). Además, siendo vegetariano se contribuye a mejorar la calidad de vida del tercer mundo, ya que se posibilita el mejor reparto de las cosechas entre todos.
Este argumento sugiere que los animales y los humanos son muy diferentes, y están separados por barreras infranqueables, por lo que ayudar a los “seres inferiores” imposibilita el ayudar a los “superiores”. Pero somos tan animales como ellos, ni mejores ni peores, solo que nosotros lo vemos desde nuestro punto de vista, y juzgamos las cosas según él. Además, las personas que argumentan esto no suelen ser precisamente las que más hacen por los humanos.
Por otro lado, mientras los países ricos derrochan alimentos transformándolos en proteína animal, los países pobres pasan hambre. El problema no procede de la limitación cuantitativa, sino del status, de intereses económicos y de repartición desigual.
El primer paso hacia la solidaridad con el Tercer Mundo es hacerte vegan@.

4.-“Con dejar de comer carne no vas a solucionar nada”.
Aunque algunos detractores del vegetarianismo argumentan que es inútil hacer nada a menos que se pudiera evitar todo (sería terrible aplicar esto al resto de problemas de los humanos), consideramos que hasta la más mínima acción que se realice para retirar nuestro apoyo a la explotación animal es valiosa. No es una tontería reducir tanto sufrimiento como nos sea posible, si nuestra meta es reducir el sufrimiento. No tenemos que evitar todo, sino todo el que individualmente podamos, distanciándonos de los símbolos principales causantes del sufrimiento animal. El resto de los usos menores de productos animales irán desapareciendo a medida que las industrias cárnicas y lecheras vayan perdiendo poder.
El hecho de decidir lo que comemos puede parecer a simple vista que no sea una gran cosa, pero en realidad tiene consecuencias muy importantes:
  • salvas vidas (no matan animales por ti)
  • mejoras tu salud
  • ayudas a los humanos más necesitados (Tercer Mundo)
  • contribuyes a conservar el medio ambiente.
Una dieta basada en proteínas de origen animal es la base de la mayoría de los problemas del planeta: océanos moribundos, deforestación, pérdida del suelo fértil, disminución de los recursos acuíferos y pérdida de hábitats. Es básica en la creación de enfermedades y es la causa principal del abuso animal y extinción de especies. Ninguna otra decisión es tan simple, tan ética, tan efectiva y tan necesaria.
Por otro lado, la tierra es nuestro principal recurso, y utilizarla para alimentos de directo consumo humano tiene una lícita justificación. Lo que resulta irracional es explotarla cultivando cosechas para engordar a los millones de animales que a su vez servirán de alimento a los habitantes del primer mundo. Este sistema es el principal responsable del agotamiento de los recursos alimentarios del planeta. Así:
  • la obtención de cada kilo de carne de vaca ha precisado 1500 litros de agua y 15 kilos de cereales; además de que para la obtención de un kilo de trigo para piensos se requieren 2.000 litros de agua.
  • algunos rendimientos medios de transformación de proteína vegetal en animal son: de la vaca el 50%, del pollo el 20% y del cerdo el 12%.
  • de un cultivo de 100m2 de soja se obtienen 5 kilos de proteína que pueden cubrir las necesidades de 70 personas durante un día; si se utiliza para alimentar ganado sólo se obtendrá ½ kilo de carne, lo justo para alimentar a 4 personas al día.
  • el 80% de los recursos acuíferos del planeta se destina al consumo del ganado (un vegano puede ser alimentado con menos del 10% del agua para un omnívoro).
  • sólo el 34,5% de la energía procedente de combustibles fósiles empleada en la cría de animales más eficaz se recupera como energía calórica; pero en la menos eficaz de las cosechas vegetales se obtiene un 328%.
En definitiva, un lamentable derroche que no tiene en cuenta la escasez mundial de agua y suelo agrícola. El modo de vida “carnívoro” del 25% de la población mundial se queda con más de la mitad de la producción de grano, en un planeta con casi 1000 millones de personas desnutridas. Si cada habitante de los países desarrollados redujera su consumo de carne tan solo un 10%, el grano sobrante por este motivo bastaría para alimentar a los 60 millones de personas que mueren de hambre cada año.
La desesperada búsqueda de pastos con este fin supone gran parte de causa de la masiva deforestación de las selvas tropicales y su posterior conversión en desiertos, una vez que el suelo ha sido totalmente erosionado. Un vegano salva miles de árboles al año.
Por otra parte está también el problema de la contaminación por los desechos de las granjas. En España, el ganado produce 20 veces más excrementos que los humanos. La mayor parte de éstos se vierten directamente al agua de los ríos y cauces subterráneos, dejándola pestilente e inservible para el consumo. Además los gases tóxicos generados por estos residuos, como amoniaco, metano y dióxido de carbono, contaminan la atmósfera, afectando a la capa de ozono y contribuyendo al efecto invernadero.
5.-“Formamos parte de una cadena alimenticia, es natural que nos comamos los unos a los otros”.
Eso podía argumentarse en caso de que viviesemos en "estado natural", pero nada más lejos de ser así. Vivimos en zonas apartadas del resto de animales (a excepción de los que hemos domesticado para nuestro provecho). La cadena alimenticia está truncada ya que hoy día no tenemos predadores naturales, por lo que no sería cierta la igualdad en cuanto a que otros animales puedan cazarnos y alimentarse de nosotros. Además, los animales que sirven de sustento a los que comen carne tampoco viven según los dictados de la naturaleza, puesto que permanecen recluidos, confinados o vigilados por los humamos. Tampoco su reprodución es natural, puesto que se les insemina de forma artificial.
Así pues, nada más alejado de la natural cadena alimenticia que la actual dieta cárnica.
Además, aunque vivieramos en estado natural, debemos ser conscientes de que somos el único animal que tiene la posibilidad de elegir qué tipo de ingredientes incluimos en nuestra alimentación. De este modo, y habiendo alternativas, deberíamos elegir la que menor daño cause, y es evidente que estaríamos hablando de una alimentación sin productos animales.
Como bien se dice en el libro "La dieta ética" de David Román y Estrella Vilaplana:
"Es cierto que anatómicamante no somos como los herbívoros, y evidentemente no pdemos vivir comiendo hierba. Pero lejos de tener un parentesco con los carnívoros naturales, la estructura de los órganos de nuestro cuerpo u la composición de nuestra sangre es muy similar a la de los grandes simios, es decir, los mayores entre los monos sin cola como los orangutanes, los chinpancés y los gorilas. De hecho, recientemente se ha descubierto que compartimos con ellos hast un 98% de nuestro código genético. Lo que sí está claro es que no estamos adaptados adecuadamente al consumo de carnes, ni tampoco de leche de otros animales.
En lo que respecta a los orígenes de la humanidad, es bastante probable que empezásemos como criaturas frugívoras y cambiásemos hacia el consumo de carnes como resultado de migraciones hacia regiones inhóspitas, o a causa de una escasez en la cubierta vegetal debida a cambios climáticos. Nos autocalificamos como omnívoros, pero esto es resultado de nuestra elección, no de nuestra fisiología".
6.-“Las plantas también sufren”.
El dolor es un estado o sensación psicológica desagradable, una forma de sufrimiento que tiene una gran utilidad para la supervivencia de un organismo. Tener la capacidad de percibir el entorno y de experimentar sensaciones es una estrategia adoptada por los animales que les permite reaccionar ante fuentes de daño y peligro que amenacen su supervivencia. Pero para poder experimentar sensaciones o estados mentales, es condición necesaria poseer un sistema nervioso que permita el procesamiento de la información. Las plantas no disponen de células especializadas en el procesamiento rápido de información que permita una respuesta plástica a su entorno. Aunque diversos experimentos parecen haber comprobado cierta capacidad de reacción de algunas plantas ante algunos estímulos, no parece demostrado que posean la capacidad de sentir dolor o sufrir como los animales. El hecho de no tener movilidad haría inútil esta sensación, puesto que no pueden huir de su agresor.
De todos modos, y en el caso de que en un futuro se demostrara que las plantas sufren, la alimentación con animales produce mucho más sufrimiento porque se han utilizado muchas plantas para alimentar al animal, además de la muerte de dicho animal, mientras que los vegetarianos/veganos utilizamos muchas menos plantas. Un carnívoro requiere de mucho mayor número de plantas para alimentarse (aunque no se las coma directamente).
Desde aquí queremos indicar que la opcíon del frugivorísmo o frutarianismo nos parece una opción aún más respetable con la vida, ya que su alimentación se basa en el consumo de los frutos (no confundir con que sólo comen fruta), y por lo tanto no es necesario matar a las plantas que los producen.
7.-“La carne me gusta y no sabría qué comer si no la comiese”.
Uno de los prejuicios más comunes que suele tener la gente respecto a las dietas vegetarianas, es pensar que al adoptarlas se está privando de consumir un gran número de alimentos. Es como un sacrificio para renunciar a determinados placeres gastronómicos. Pero, se podría alegar que, si uno evita consumir algo que es negativo para su salud y además para el bienestar de otros seres y del medio ambiente, está haciendo un buen acto. Evidentemente se prescinde de algunos ingredientes comúnmente utilizados, pero se aprende a usar otros que no son tan populares, con lo que la cocina resultante es más variada, multicolor y apetitosa.
Por otro lado, la creencia en la supremacía de los alimentos cárnicos es lo que aturde a muchas personas en el momento de cuestionarse las ventajas del vegetarianismo. Se construyen mentalmente cómo queda su plato sin carne, ve la ensalada, el puré de patatas o los guisantes, pero allí donde solía estar la carne hay un vacío. ¿Cómo se puede vivir sin carne, con una triste lechuga un día tras otro?. Por lo que concluye que sería incapaz de vivir así. Pero, ¿quién puede culparle de ello?, ¿acaso cuando se habla del vegetariano en los medios de comunicación (principalmente en la televisión) no se nos vende que son seres enclenques, o hipersensibles, o que sólo comen acelgas o que se pasan el día meditando?.
Pero el menú vegetariano no se limita en cuando a variedad; hoy día están al alcance del consumidor más de 50 tipos de verduras, 25 tipos de leguminosas, 20 tipos de frutas,15 tipos de hortalizas, 12 tipos de semillas, 9 tipos de cereales y 7 tipos de algas. Esto hace que no suponga ningún gran esfuerzo el dejar de consumir animales, ni una vida de dolor y sufrimiento para soportar las frugalidades de la dieta, como en muchos casos se piensa. Los alimentos se pueden preparar en infinitas combinaciones que nunca imaginaría un cocinero limitado por el lema: “la carne es lo principal en una comida”. La comida vegetariana puede ser rápida y simple como la cárnica, aparte de mucho más sana. Podeis visitar nuestra sección de recetas.
Además, no debemos dejarnos engañar por la terminología empleada por la industria de la carne, y saber en todo momento lo que nos están vendiendo: bistec (músculo), molleja (estómago), morcillas (sangre cuajada usando intestinos como fundas), etc...
8.-“Los animales que nos comemos han sido creados y criados para alimentarnos”.
Los animales no hemos sido creados ni criados para nada, salvo para vivir nuestra vida.
Hay quien defiende que hemos de proteger y respetar a los animales salvajes, en peligro de extinción (gorilas, ballenas, delfines, lobos,...) o especialmente afines a los humanos (perros y gatos), pero no se plantean el respeto por la vida y libertad de los cerdos, vacas o pollos, ya que éstos han nacido ya en cautividad y han sido criados para que nos alimentemos (no debemos olvidar que incluimos, claro está, a la creciente industria de las piscifactorías donde se crían peces y marisco). Parece que como no han conocido la vida salvaje no la pueden echar en falta y que como les hemos dado un nombre específico: “animales de abasto”, no pueden esperar ser tratados como seres que sienten o tienen derechos. Su fin es ser criados para morir, para darnos gusto al paladar. Estas personas ven normal comer carne de ternera, pero no de ballena, de cerdo, pero no de jabalí, de pavo, pero no de águila, de conejo, pero no de gato. En todo caso muestran compasión, siendo además selectiva. Se oponen a la absurda muerte de los animales en peligro de extinción o de los animales “domésticos”, pero no se preocupan de la muerte de los animales per se, como individuos.
Cerditos.jpg

Los veganos no nos movemos por compasión, sino por justicia, y consideramos que todos los animales tenemos derecho a la vida y a la libertad. No diferenciamos entre un cadáver de pollo que cuelga de un gancho en una carnicería y un perro que muere ahorcado por un cazador, ya que estas muertes era innecesarias, y en ambas se ha acabado con la vida de un ser con capacidad para sentir. Tampoco creamos diferencias de consideración si alguien mata a un animal en peligro de extinción o a otro criado por su carne, ya que quien sufre por su encierro, maltrato o muerte no es la especie, sino el individuo. Todos los animales hemos nacido para vivir nuestra vida, y nadie tiene derecho a privarnos de ella (salvo en caso de defensa propia y subsistencia, claro está), sin importar nuestra raza, especie, o si estamos en extinción o no.
Si nos referimos al modo en que viven antes de ser asesinados, tenemos que indicar que, desde mediados del siglo XX, sólo el 5% de la ganadería se cría en libertad, sufriendo el resto la terrible cría intensiva. Sólo en España se sacrifican anualmente unos 2 millones de vacas, 12 millones de cerdos y más de 30 millones de aves. Pocos de los que tienen delante de sí un plato de carne conocen el sufrimiento que ha pasado el ser que se van a comer. Las granjas industriales de cría intensiva y los mataderos, lejos de ser los lugares idílicos que nos muestran los cuentos para niños, o la publicidad engañosa que nos muestran los anuncios de las empresas de la carne y derivados, son lugares donde campan el horror, la enfermedad y la muerte. Los animales de consumo son amontonado en su corta vida en habitáculos tan mínimos que, literalmente, no pueden moverse, tenderse o darse la vuelta, ya que se trata de obtener el mayor beneficio al espacio, y lo que se busca es un engorde rápido del animal (por lo que cuanto menos ejercicio haga, mejor). El aire que respiran es un hedor cargado de las sustancias tóxicas de sus desechos. Su alimento son piensos artificiales hechos a base de cereales, hormonas y aunque se trate de animales herbívoros, carnes de desecho (sesos, vísceras, etc...). Las condiciones son tan terribles que los desesperados animales tienden a automutilarse o al canibalismo (por ello a las gallinas se les recorta su sensible pico, o a los cerdos el rabo, en ambos casos sin anestesía). Las enfermedades son continuas, por lo que se les satura de antibióticos desde que nacen (negocio redondo también para la potente industria farmacéutica, que destina a este fin la mitad de su facturación mundial). En estas condiciones, difícilmente pueden desarrollar sus instintos naturales, como la búsqueda de alimento, la relación con los demás individuos de su especie o el apareamiento (la inseminación es una violación mecánica y las crías son separadas de sus madres al poco tiempo para iniciar un nuevo ciclo).
Después vienen el transporte al matadero en condiciones igualmente espantosas, y el asesinato donde el aturdimiento previo (cuando se emplea), deja al animal aún consciente, debatiéndose en una atroz agonía mientras se desangra o lo despellejan delante de los compañeros que le siguen.
pez_agonizando.jpg
Además, no debemos olvidar la cría intensiva de peces, crustáceos, etc... en las piscifactorías, y la pesca en mares y ríos, ya que aunque la ignorancia suele hacernos creer que son animales que no sienten debemos ser conscientes de que aunque los peces no expresan dolor del mismo modo que nosotr@s, la presencia de bradiquimices, endorfinas y nociceptores alrededor de los labios y la boca del pez, indican que los peces sienten dolor al ser pescados y cuando se asfixian. Los peces tienen receptores benzodicizepinos que indican que sienten tanto ansiedad como dolor. Los peces, anfibios, y reptiles tienen respuestas variables, únicas y creativas al dolor, lo que demuestra que sus reacciones no son simplemente reflejos. .
En todos los casos, aunque el animal haya vivido en libertad y en buenas condiciones, ello no justifica que tengamos ningún derecho a matarlo para saciar nuestra gula.
9.-“Conozco a un vegetariano que, después de varios años volvió a comer carne”.
Si, los hay, y también hay personas que dejamos de comer cadáveres.
10.-“Yo no lo maté”
No, pero contrataste al asesino. Cada vez que compras carne, significa que la matanza fue hecha para tí y que pagaste para ello (el matarife es uno de los costes añadidos que marcan el precio de venta al público). El matarife o pescador es un trabajador que mata porque alguién le pide que mate, y no olvidemos que el que le pide que mate no es el empresario del matadero o barco pesquero, sino que el que realmente le pide que mate a un animal que también quiere vivir y disfrutar de su vida es el consumidor de productos de origen animal. El que compra en una pescadería o carnicería pide que maten animales para poderse llevarlos cadáveres troceados.
Si no hubiera demanda de carne no habrían mataderos, piscifactorías, barcos pesqueros,... es decir, no habrían asesinatos de animales que tiene capacidad de sentir como nosotr@s, los animales humanos.
11.-“Está bien comer huevos, porque las gallinas los ponen naturalmente. Los huevos que compramos en el supermercado son estériles y no fetos que van a nacer, ¿no?”
No pedimos que se dejen de demandar huevos porque nos preocupe si en un futuro podría nacer o no alguien de esos huevos.
Nuestra petición es que se deje de afectar sistemáticamente a las gallinas ponedoras, que son explotadas y consideradas como meras máquinas de producir huevos, y a las cuales, cuando se considera que no producen tantos huevos, se les quita la vida a los 2 ó 3 años (si se les dejara vivir podrían hacerlo durante unos 20 años), y por lo tanto acaban siendo asesinadas sin importar si sus huevos son considerados ecológicos o no.
gallinas_enjauladas.jpg
Estos individuos que tiene ganas de vivir como nosotr@s son convertidas en sopa, o empanadillas de pollo, que es para lo único que "sirven" llevado este punto (según la industria cárnica). En los criaderos de producción de huevos, se realiza el proceso de sexado para separar a los machos de las hembras, dando lugar a que los pollitos machos, que no son considerados de utilidad, sean asesinados mediante asfixia, decapitación o aplastándolos, cuando no son pulverizados vivos en máquinas de cuchillas (se les lanza a una cinta transportadora de tal modo que cuando ésta se acaba caen en un embudo de cuchillas siendo triturados vivos).
 
:D

-¿Por qué comemos actualmente carne?No demos olvidar que la mayoría no hemos tenido la suerte de nacer con unos padres veganos que nos eduquen en que no debemos causar sufrimiento, dolor y muerte ni siquiera para comer. Por este motivo optamos por una dieta sana y ética cuando tenemos verdadero uso de la razón y no nos dejamos influenciar por:
  • el “negocio” de la carne y sus derivados, que es multimillonario y tiene el poder para difundir publicidad engañosa (vacas pastando alegremente, ...), en todos los medios de comunicación, haciéndonos creer que es “bueno” comer carne (desde luego no negaremos que es “bueno”... para su negocio).
    Además, nos intentan engañar con la terminología que emplean. Debemos saber en todo momento lo que nos están vendiendo: bistec (músculo), molleja (estómago), morcillas (sangre cuajada usando intestinos como fundas), etc...
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Incluso osan venderlo como que es “divertido” comer cadáveres (¿te imaginas a un asiático intentando convencernos de que es “divertido” comerse a un perro). El absurdo llega al extremo de que nos convencen para consumir lácteos, consiguiendo que seamos el “único animal” que consume leche y derivados después de la época de lactancia (es antinatural y perjudicial para la salud el seguir haciéndolo, recomendando en este punto el libro “Leche que no has de beber” de David Román). La naturaleza es sabia y las madres dejan de producir leche cuando ya no es necesaria para su bebé (en el caso de las vacas la inseminamos artificialmente para que den terneros, a los que apartamos al poco de nacer, y la leche destinada a su hij@ es la que le "robamos" para el consumo humano).
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  • nuestra familia: que con buena fe, eso no lo dudamos, “nos obligan” a alimentarnos con productos animales desde que tomamos la primera papilla (de pollo o salmón). Ellos alimentan “lo mejor que saben” a sus hijos, pero viven inmersos en el mundo que el “negocio” de la carne ha creado (para su propio interés).
  • los medios públicos, entre los que se engloban los sanitarios, educativos, etc... Es triste comprobar que la Sanidad Pública se gasta miles de millones de euros en atender a pacientes de enfermedades causadas por el consumos de carne (cardiovasculares, etc...), cuando con una dieta vegetariana se conseguiría mejorar la salud de la población y reducir el gasto público. A nivel educativo tenemos el hecho de que sea casi imposible que un colegio ofrezca la opción vegetariana en el comedor escolar, con lo que el niño, e incluso los padres, no ven que existe una opción ética de alimentación.
  • la sociedad en su conjunto, que es una mezcla de todo lo anterior, y que cuando conocen a un vegetariano, o surge una noticia sobre la alimentación sin productos animales, suelen considerarlo como algo absurdo y excéntrico, llegando incluso a causar sonrisas mal disimuladas, y es ignorado. El desconocimiento y la ignorancia provoca que se rechace a l@s que practican y divulgan un modo ético de alimentarnos, basado en el respeto de toda vida animal (es la misma sociedad que sí que se escandaliza cuando hablamos de que en muchas zonas de Asia se comen a los perros y gatos).
 
:DxD

Hipocresías humanas. 1.-La primera gran hipocresía humana, en lo referente al vegetarianismo, se puso de manifiesto de modo evidente durante la celebración del Mundial de Fútbol de Corea, ya que Occidente se escandalizo y movilizó al enterarse de que en “muchas” zonas de Oriente se comen a los perros y gatos. Se generó una sensación de rabia en la sociedad, en su conjunto, y parecía increíble que allí fueran capaces de cometer tal aberración. ¿Por qué nos parece mal que maten a perros y gatos para comérselos?, ¿por qué no nos parece mal que lo hagan con los cerdos, los salmones, las vacas, el atún, etc...?. Si el motivo es que los perros y gatos son más inteligentes estaríamos muy equivocados en nuestro modo de actuar porque se ha demostrado que los cerdos son más inteligentes que los perros (aunque a más de un humano le duela admitirlo). Pero en realidad lo importante no es la inteligencia (estaríamos justificando maltratos y asesinatos de niños, o adultos disminuidos psíquicos), sino que la clave está en la capacidad para sentir el dolor y esa es una capacidad que todos los animales con sistema nervioso central (humanos o no) tenemos, además de la capacidad de sentir placer, por lo que nadie tiene el derecho a privarnos de la vida, y menos aún por un mero capricho (nos “gusta” su sabor) o negocio.
2.-La mayor parte de los humanos estamos en contra de la tauromaquia (aunque la minoría, que tiene el poder político y económico, la imponga). L@s antitaurin@s nos oponemos a que los toros sufran sistemática y premeditádamente dolor, sufrimiento y muerte (en las plazas de toros, pueblos, etc...). Denunciamos y denunciaremos la utilización y el asesinato de cualquier animal por el mero hecho del capricho o disfrute humano. Pero, ¿acaso no ha quedado ya ampliamente demostrado, en los apartados anteriores, que el hecho de comer carne hoy en día es un capricho (no es necesario porque hay alternativas), y que sólo sirve para el disfrute de nuestro paladar acostumbrado a ella?. ¿Por qué no denunciamos la utilización y el asesinato de "cualquier animal" (sin excepciones) por el mero hecho del capricho o disfrute humano?. ¿Necesitamos cámaras en los mataderos que emitan en directo las 24 horas del día para reaccionar?. ¿Necesitamos ver en televisión cómo se asesinan 3.000 animales cada segundo por satisfacer nuestro capricho de comer carne?. ¿Cómo podemos ser cómplices directos de esta tortura y muerte (sin demanda de carne no habrían mataderos, piscifactorías ni barcos pesqueros)?.

Recomendamos a tod@s que pulseis aquí para
ver el siguiente video
.

Todo ser sintiente merece el mismo respeto, sin excepciones, y sin justificaciones (salvo la de la subsistencia o defensa propia, claro está).

Merece el mismo respeto la vida de un toro, de un perro, de una vaca, de una sardina, de un gato, de un cerdo, de un ratón, de un atún, etc...
Tod@s los animales merecemos derecho a la vida y a la libertad.
 
Me encanta la carne.. pero tambien me siento culpable, amo a los animales y me da lastima.. ya sabes.. comerlos............pero es asi. la vida.. desde antes de cristo....ademas si no comes carne de falta vitaminas y cosas para el cuerpo.. no puedo...
pero como ya dije.. me siento culpable!!
 
Un poco más arriba podemos observar un ejemplo de lo que yo comentaba como "cansino propagandismo obsesivo" :cuñao (que por cierto suele provocar el efecto contrario, el de rechazo)

Como si yo fuera tonta o no tuviera información y no haya meditado todo antes de decidir qué hacer o qué no..
Y va con cariño ♫ Unbreakable Girl ♪, es sólo mi opinión! ;)
Abrazooo.
 
Un poco más arriba podemos observar un ejemplo de lo que yo comentaba como "cansino propagandismo obsesivo" :cuñao (que por cierto suele provocar el efecto contrario, el de rechazo)

Como si yo fuera tonta o no tuviera información y no haya meditado todo antes de decidir qué hacer o qué no..
Y va con cariño ♫ Unbreakable Girl ♪, es sólo mi opinión! ;)
Abrazooo.

Cansina yo?? :cuñao No no que va, me niego!:novale:

No puse todo eso con mala intención, lo puse porque quizás haya gente que no lo ha visto, y, pues no viene nada mal, no?;)

Vale, si soy pesada...Edito...:(
 
♫ Unbreakable Girl ♪;1110145 dijo:
Cansina yo?? :cuñao No no que va, me niego!:novale:

No puse todo eso con mala intención, lo puse porque quizás haya gente que no lo ha visto, y, pues no viene nada mal, no?

Noooo, cansina tú NOOO. Cansino a mi parecer el propagandismo desmesurado. No me refería a tí, pero lo puse como ejemplo. Yo hablaba en general porque antes mencioné esos casos en los que parecen que "te quieren convencer sí o sí".

Obvio que sé que no es con mala intención. Tienes razón y en este caso puede ser últil para mucha gente.
Disculpa si te hice sentir mal :(

Hay mucha razón en lo de cuando la gente se entera de que en otros sitios se comen perros o gatos y se escandalizan. Depende de las culturas y costumbres, necesidades o situaciones. No deberíamos verlos como más salvajes que nosotros!

Un abrazo :dime:
 
Mayra mi amor, no me tokes las pelotillas, wapa ... :D
Una cosa es una cosa, y otra es apoyar a Hitler :D
 
Noooo, cansina tú NOOO. Cansino a mi parecer el propagandismo desmesurado. No me refería a tí, pero lo puse como ejemplo. Yo hablaba en general porque antes mencioné esos casos en los que parecen que "te quieren convencer sí o sí".

Obvio que sé que no es con mala intención. Tienes razón y en este caso puede ser últil para mucha gente.
Disculpa si te hice sentir mal :(

Un abrazo :dime:

Tranqui;) me harías sentir peor si me restregases por la cara que cenaste un filete:cuñao (quizás no me equivoque xD!)

Besos:*)

Sabian que Hitler era vegetariano y no comía carne porque representaba la muerte de una criatura viviente?

Sabian que Hitler sentía una profunda repugnancia respecto a la caza, donde se mataba a animales indefensos, e impuso unas severas restricciones a la caza deportiva?

Si, lo sabíamos todos (supongo...:z:) Había algo en el que hace que me caiga bien, supongo que será porque amaba a los animales (dios!! me avergüenzo de lo que acabo de decir...:guau!!::llorica::miedo:) pero realmente -y con todos mis respetos a sus seguidores, que supongo los tendrá- era un hijo de la gran puta que gracias a dios ya murió:mad: me cae bien ese lado de Hitler, pero no, no le comprendo, era bastante raro...:miedo:

Mayra mi amor, no me tokes las pelotillas, wapa ... :D
Una cosa es una cosa, y otra es apoyar a Hitler :D

Wanna, una cosa no tiene que ver con la otra, se puede apoyar a Hitler en el sentido de que amaba a los animales, pero no en el sentido de que era un hijo de puta asesino:D

:*)
 
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