CUENTAS PÚBLICAS EN ENTREDICHO
Madrid y Valencia minan la credibilidad de España al aflorar su déficit oculto
Ni 24 horas han durado los posibles efectos positivos del acuerdo alcanzado por las comunidades autónomas en el Consejo de Política Fiscal y Financiera del jueves. La credibilidad que el Gobierno pensó haber ganado ante el resto de Europa, y sobre todo ante los mercados, recibió hoy una seria estocada con el reconocimiento por parte de Madrid de que tampoco ella cumplió el objetivo de déficit en 2011. Es más, la desviación entre sus ingresos y sus gastos fue del doble de lo inicialmente declarado el 2,2% en lugar del 1,13% del que se vanaglorió en su día.
La cifra aparecía ya en el plan de ajuste fiscal que la comunidad gobernada por Esperanza Aguirre presentó a Hacienda para su aprobación en el Consejo, pero ni el ministro Cristóbal Montoro, ni su secretario de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, consejero madrileño de Economía hasta hace menos de once meses, se refirieron a ella en la comparcencia posterior a una cumbre autonómica que el propio Ejecutivo consideraba clave para generar confianza.
Nuevos cálculos
Ambos se limitaron a resaltar lo satisfactorio de que todas las comunidades se comprometieran sobre el papel, y con unas cuentas evaluables, a cumplir este año con el 1,5% de déficit previsto, sólo se devolvió el plan de Asturias, en pleno proceso de cambio de Gobierno. Pero ahora, España tendrá que hacer una nueva corrección del déficit del Estado declarado a Bruselas el pasado 27 de abril con el programa de estabilidad 2012-2015 y el programa nacional de reformas 2012. De hecho, Hacienda ya ha ordenado a la Intervención General del Estado que revise las desviaciones declaradas en los planes de reequilibrio de las autonomías aprobados ayer.
Madrid no es, en todo caso, la única que ahora ha admitido un desfase superior al declarado en un principio. Otras autonomías gobernadas por el PP están en una situación similar. La Comunidad Valenciana dijo que su déficit acendía al 3,68%; en el plan de ajuste declara un 4,5%. El caso de Castilla y León es menos exagerado, pero también pasa de un 2,35% a un 2,59%.
En total, el descuadre de estas tres comunidades supone unos 3.000 millones de euros de los cuales 2.000 millones corresponden solo a Madrid; 869 millones a la Comunidad Valenciana y 137 millones a Castilla y León. En otras regiones las alteraciones son de menor cuantía, 32 millones más en Andalucía o 17 millones en Murcia. Galicia habla en su plan fiscal de un 4,37% de déficit sobre el PIB regional, frente al 1,61% remitido en un primer momento a Hacienda, pero el Gobierno del popular Alberto Núñez Feijóo se ratifica en aquella cifra y sostiene que la diferencia se explica porque ahora se han incluido los anticipos a cuenta que han de ser devueltos al Estado, pero que no computan.
En resumidas cuentas, y a expensas de la revisión que efectúe Hacienda, el déficit general del Estado podría quedar entre dos y tres décimas por encima del remitido a Eurostat; es decir, podría ser del 8,7% o el 8,8%, en lugar 8,5%. Y todo esto aflora cuando el Ejecutivo lanzaba a la galería un mensaje de satisfacción por «la responsabilidad con la que han actuado -en palabras de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría- las comunidades».
«Objetivo de nación»
Prácticamente al tiempo que la número dos del Gobierno incidía, tras el Consejo de Ministros, en que los nuevos planes de reequilibrio ratificados en el Consejo de Política Fiscal y Financiera suponen «un auténtico pacto de Estado con objetivo de nación», el consejero de Economía de la Comunidad de Madrid, Percival Manglano, justificaba el incumplimiento. Atribuyó la desviación al desplome de los ingresos y al gasto en servicios públicos; el plan de ajuste aprobado por Hacienda para este año apunta, de hecho, a la sanidad, la educación y los servicios sociales como responsbles de la «tensión alcista del gasto» por circunstancias que, se escuda, «no se pueden encontrar bajo el control de la Comunidad de Madrid».
En todo caso, el consejero sacó pecho porque, según dijo, la región ha alcanzado el déficit cero en el primer trimestre de 2012 y porque sigue estando lejos de la media de las comunidades autónomas, que es del 2,94%. Manglano admitió hace cerca de un mes que no había contabilizado mil millones de euros en sus primeros cálculos de 2011, pero a la postre, tampoco esa previsión ha resultado ajustada.
La situación ha dado munición al PSOE al que el Ejecutivo responsabiliza una y otra vez de la «herencia recibida».