TheDoorLegend, la religión no te acerca a Dios, lo único que te acerca a Dios es Jesucristo, pues El es el camino, la verdad y la vida y nadie va al Padre sino por El. Por eso, no es un Dios de fantasía o irreal, es el Dios vivo, que da vida, que es soberano sobre toda creación. En cuanto a atribuirle metas y logros es una cuestión de agradecimiento, pues si tú quieres por ejemplo llegar a la meta en tus exámenes tienes que estudiar y muy duro, debes esforzarte, perseverar, concentrarte, pero supongamos que necesitas ayuda en algo que no llegues a comprender, y le pides ayuda a alguien, un amigo, y él te explica y te acompaña y te llama para preguntarte si todo va bien, y tu le dices que sí, pero que necesitas aun un poco más de ayuda, y él desinteresadamente te la brinda. Al final, llegado el día del examen, rindes y calificas con un 10 y tú sabes bien que aunque te esforzaste, hiciste todo lo mejor de ti para lograr el objetivo, sin la ayuda de tu amigo no hubiese sido posible, entonces reconoces que le estás agradecido y en la entrega del diploma le reconoces públicamente y le agradeces. No por eso podrían tratarte de ser incapaz o de poca autoestima, sino que reconoces que necesitaste de alguien más para lograrlo.
Así es la relación de uno con Dios, le pides que te ayude a sobrellevar, a comprender las circunstancias, el porqué de las cosas y qué maravilloso es tener revelación, que se te quiten las vendas de los ojos. Esto no es ciencia ficción, es realidad.
Pussycontrol: te agradezco sinceramente que hayas comprendido mi testimonio, pues solo a Jesucristo puedo atribuirle toda la gloria porque a El clamé en mi angustia y El me respondió.
Puntualmente me dirijo a lo que cuestionas de por qué si hay un Dios ocurren todas estas cosas, y en la cuestión yo no veo que Dios haga estallar una bomba en Siria para que mueran inocentes, yo veo al hombre fanático y cruel que lo hace, veo la maldad que hay en el ser humano. Humanamente podemos decir que es injusto, que mueran niños y personas inocentes, que haya tanta gente tan adinerada en el mundo y a la vez hombres viviendo en miserias tan grande, pero qué le aprovecha a hombre tanto odio, codicia, avaricia, riquezas si pierde su alma. Tú no eres un ser vacío, no eres algo solamente corrompible, ninguno en esta tierra lo ha sido jamás, pasa que nos ponemos en el papel e jueces cuando en realidad no podemos juzgar a nadie, nos ponemos en rol de criticones cuando somos criticables. Mientras haya pecado en el hombre va a haber maldad en este mundo. Si yo codicio lo tuyo voy a querer tenerlo, por lo tanto lo robaría. Si te miento, te engaño y te dañaría. Si adultero destruyo mi familia. Si soy perezoso y descuidado puedo perder mi trabajo. Si doy mal ejemplo a mis hijos no puedo exigirles conducta el día que crezcan.
Esas atrocidades suceden porque el hombre está apartado de Dios, no le conoce, no sabe sus caminos, se revela contra El, no quiere hacer su voluntad. Por ejemplo, cuando se dice “amarás al Señor tu Dios sobre todas las cosas” no es egoísmo en ninguna manera, todo lo contrario, porque si amas a Dios no robarías a una anciana o a una joven porque sabes que eso le desagrada y le eres fiel, si dijo no matarás es porque por amor a Dios respetas la vida que El creo. Todo lo que Dios establecido como normas es para el bienestar del hombre, no se puede negar esta realidad. Insisto, el no robarás es algo bueno para todos, pues no habría ladrón y por ende no victima.
Mientras el hombre viva en pecado habrá dolor en el mundo, por eso se necesita a Cristo Jesús en cada corazón, porque El quita el pecado del mundo y el que cree ya no llamado a condenación sino a vida.
Pero cuando Cristo venga otra vez al mundo reinará con justicia y verdad, ya no habrá maldad en su reino, ya no habrá muerte en su reino, sino paz, justicia, gozo y vida en plenitud. Cuánto quisiera que esto ocurriese pronto, que el Señor venga a poner fin toda obra de maldad. Yo quiero formar parte de ese reino, ustedes?
El hombre siempre tira para su lado, o dime si tú no luchas por lo tuyo primeramente. No digo que así sea, pero tu país como el mío no vela por los intereses propios primero y luego el de toda la región. El hombre es así, pero no Dios. El hace salir el sol sobre buenos y malos, el da aire a todos por igual en esta tierra, acaso el más pequeño insecto y el hombre más adinerado no conocen el fin de sus días. Dios no hace diferencias ni acepción de personas, El es el dador de la vida y el Dios de toda misericordia. Si tu te acercas a El no te rechazará, sino que anhela abrazarte y compartir su amor. El siempre nos va a esperar con los brazos abiertos.
Jesús vino al mundo para llevarnos al Padre sin importar raza, cultura o lo que sea, en la cruz no murió para una religión ni para una nacionalidad, sino murió para que todo aquel que en El crea tenga vida eterna y la potestad de ser llamado hijo de Dios.
Te cito este texto de la Biblia con respecto a los dioses:
16 Mientras Pablo esperaba a Silas y a Timoteo en Atenas, le dio mucha tristeza ver que la ciudad estaba llena de ídolos. 17 En la sinagoga hablaba con los judíos y con los no judíos que amaban a Dios. También iba todos los días al mercado y hablaba con los que encontraba allí. 18 Algunos eran filósofos, de los que pensaban que lo más importante en la vida es ser feliz.[a] Otros eran filósofos que enseñaban que la gente tiene que controlarse a sí misma para no hacer lo malo. Algunos de ellos preguntaban: «¿De qué habla este charlatán?» Otros decían: «Parece que habla de dioses de otros países, pues habla de Jesús y de la diosa Resurrección.»
19-21 En Atenas, la Junta que gobernaba la ciudad se reunía en un lugar llamado Areópago. A la gente y a los extranjeros que vivían allí, les gustaba mucho escuchar y hablar de cosas nuevas, así que llevaron a Pablo ante los gobernantes de la ciudad, y éstos le dijeron: «Lo que tú enseñas es nuevo y extraño para nosotros. ¿Podrías explicarnos un poco mejor de qué se trata?»
22 Pablo se puso de pie ante los de la Junta, y les dijo:
«Habitantes de Atenas: He notado que ustedes son muy religiosos. 23 Mientras caminaba por la ciudad, vi que ustedes adoran a muchos dioses, y hasta encontré un altar dedicado “al Dios desconocido”. Pues ese Dios, que ustedes honran sin conocerlo, es el Dios del que yo les hablo. 24 Es el Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él; es el dueño del cielo y de la tierra, y no vive en templos hechos por seres humanos. 25 Tampoco necesita la ayuda de nadie. Al contrario, él es quien da la vida, el aire y todo lo que la gente necesita. 26 A partir de una sola persona, hizo a toda la gente del mundo, y a cada nación le dijo cuándo y dónde debía vivir.
27 »Dios hizo esto para que todos lo busquen y puedan encontrarlo. Aunque lo cierto es que no está lejos de nosotros. 28 Él nos da poder para vivir y movernos, y para ser lo que somos. Así lo dice uno de los poetas de este país: “Realmente somos hijos de Dios.”
29 »Así que, si somos hijos de Dios, no es posible que él sea como una de esas estatuas de oro, de plata o de piedra. No hay quien pueda imaginarse cómo es Dios, y hacer una estatua o pintura de él.30 Durante mucho tiempo Dios perdonó a los que hacían todo eso, porque no sabían lo que hacían; pero ahora Dios ordena que todos los que habitan este mundo se arrepientan, y que lo obedezcan sólo a él.31 Porque Dios ha decidido ya el día en que juzgará a todo el mundo, y será justo con todos. Dios eligió a Jesús para que sea el juez de todos, y ha demostrado que esto es cierto al hacer que Jesús resucitara.»
32 Cuando la gente oyó que Jesús había muerto y resucitado, algunos comenzaron a burlarse de Pablo, pero otros dijeron: «Mejor hablamos de esto otro día.»
33 Pablo salió de allí, 34 pero algunos creyeron en Jesús y se fueron con Pablo. Entre esas personas estaba una mujer llamada Dámaris, y también Dionisio, que era miembro del Areópago.
Y además:
8 Pero la gente ha negado, injustamente, la verdad acerca de cómo es Dios. Y el Dios altísimo está muy enojado por toda esa maldad e injusticia. 19 Esa gente sabe todo lo que se puede saber acerca de Dios, pues Dios mismo se lo ha mostrado.
20 Por medio de lo que Dios ha creado, todos podemos conocerlo, y también podemos ver su poder. Así que esa gente no tiene excusa, 21 pues saben de Dios, pero no lo respetan ni le dan las gracias. No piensan más que en hacer lo malo y en puras tonterías. 22 Creen que lo saben todo, pero en realidad no saben nada. 23 En vez de adorar al único y poderoso Dios, que vive para siempre, adoran a ídolos que ellos mismos se han hecho: ídolos con forma de seres humanos, mortales al fin y al cabo, o con forma de pájaros, de animales de cuatro patas y de serpientes.
24 Por eso Dios los ha dejado hacer lo que quieran, y sus malos pensamientos los han llevado a hacer con sus cuerpos cosas vergonzosas. 25 En vez de adorar al Dios verdadero, adoran a dioses falsos; adoran las cosas que Dios ha creado, en vez de adorar al Dios que las creó y que merece ser adorado por siempre. Amén.
26 Por esa razón, Dios ha dejado que esa gente haga todo lo malo que quiera. Por ejemplo, entre ellos hay mujeres que no quieren tener relaciones sexuales con los hombres, sino con otras mujeres. 27 Y también hay hombres que se comportan de la misma manera, pues no volvieron a tener relaciones sexuales con sus mujeres, sino que se dejaron dominar por sus deseos de tener relaciones con otros hombres. De este modo, hicieron cosas vergonzosas los unos con los otros, y ahora sufren en carne propia el castigo que se buscaron.
28 Como no han querido tener en cuenta a Dios, Dios los ha dejado hacer todo lo malo que su mente inútil los lleva a hacer. 29 Son gente injusta, malvada y codiciosa. Son envidiosos, asesinos, peleadores, tramposos y chismosos. 30 Hablan mal de los demás, odian a Dios, son insolentes y orgullosos, y se creen muy importantes. Siempre están inventando nuevas maneras de hacer el mal, y no obedecen a sus padres. 31 No quieren entender la verdad, ni se puede confiar en ellos. No aman a nadie ni se compadecen de nadie. 32 Dios ya lo ha dicho, y ellos lo saben, que quienes hacen esto merecen la muerte. Y a pesar de eso, no sólo siguen haciéndolo, sino que felicitan a quienes también lo hacen.
Y es muy cierto, merecemos el castigo, porque no hay quien haga lo bueno, pero Cristo Jesús tomó nuestro lugar en la cruz y pagó nuestra deuda. Por eso, por medio de la fe en su obra en la cruz, tenemos la certeza de la salvación, porque creemos.