Puedes verlo con total tranquilidad, a mí de hecho me relajó verlo, para confirmar lo que pensaba la manipulación y mentiras, ver como las madres sonríen al hablar de MJ..SONRÍEN emocionadas al principio del mismo osea...que supuestamente hablas así del supuesto abusador sexual de tu hijo? Estamos de coña o q?..ESTÁN ACTUANDO!!!!
Justamente por eso queria verlo, antes de de hacerlo pensaba que me destrozaria y que haria tambalear todo lo que siempre creí de Michael, sin embargo al verlo pude corroborar que de todo lo que dicen, no presentan ni una sola prueba que inculpe a Michael, 1º un video editado donde Michael le desea Feliz cumpleaños a Wade y le dice que lo ama (MJ les decia a todos que los ama), 2º un audio donde Mj bromea con Wade ¿y eso que?, 3º anillos que segun James le compro MJ con el propósito de casarse con él ¡Por favor!, uno no solo compra anillos para casarse. 4º James dice que detesta verlos pero los guardo como preciado tesoro que alguien muy querido te regaló. 5º Wade quema la ropa que tenia de MJ, pero resulta ser que es falsa porque todo lo que tenia de él ya lo habia vendido para obtener dinero.
Es mi convencimiento que este seudo documental, es una farsa, una manipulación para que la gente sienta empatia sobre las supuestas victimas.
El libro de Paul Bloom " Contra la empatia" (psicólogo de la Universidad de Yale) entre algunas otras cosas dice lo siguiente:
"La empatía puede llevarnos a cometer injusticias. Ejemplo: En un experimento, los sujetos de prueba debían escuchar una entrevista a una niña que sufría una enfermedad terminal. A algunos se les pidió tratar de imaginar lo que sentiría la niña, mientras que los otros recibieron instrucciones de mantener la objetividad. A continuación, tenían la posibilidad de mejorar la posición de la niña en la lista de espera para un tratamiento, por encima de otros niños a los que ya se había evaluado como prioritarios. Tres de cada cuatro sujetos a los que se les pidió ser empáticos hicieron uso de esa posibilidad, contra solo uno de cada tres de los que trataron de ser objetivos."
La idea más positiva que tiene Bloom del papel que desempeña la razón concuerda con lo que considero la comprensión correcta de la ética. La empatía y otras emociones suelen motivarnos a hacer lo correcto, pero son igualmente capaces de motivarnos a hacer lo incorrecto. En la toma de decisiones éticas, la capacidad racional del ser humano es fundamental.
Hay muchos antecedentes para este tipo de cosas. Por ejemplo, algunos linchamientos en Sudamérica a menudo provocados por historias de mujeres blancas agredidas por negros o los ataques antisemitas anteriores al Holocausto motivados por relatos de judíos que abusaban de niños alemanes. Repito: ¿quién no estaría furioso contra alguien que hiere a un niño?
Sentimientos similares se utilizan para iniciar guerras. Como en 2003 cuando EE.UU. se disponía a invadir Irak los periódicos e internet ofrecieron relatos espeluznantes de abusos cometidos por Saddam Hussein y sus hijos. La reacción israelí a la noticia de tres adolescentes judíos asesinados condujo al apoyo público en el reciente conflicto de Gaza del mismo modo en que Hamas utiliza relatos sobre palestinos asesinados para generar apoyo a los ataques terroristas contra Israel. Al exponer el caso de los ataques aéreos sobre Siria, Obama habló exaltadamente acerca de los horrores infligidos por Assad y sus soldados, del uso incluso de armas químicas. En caso de ir a una guerra a gran escala contra ISIS, seguramente vamos a ver más imágenes de personas decapitadas.
Es difícil pensar en una manera más parcial y desequilibrada a partir de la cual determinar una posible sanción.
Nuestra reacción ante estas atrocidades puede nublar nuestro juicio, condicionándonos en favor de la guerra. Los beneficios de ésta –incluyendo la reivindicación de los directamente afectados– se vuelven concretos pero los costos de la guerra siguen siendo abstractos y sólo estadísticos. El mismo sesgo se ve reflejado en nuestro sistema de justicia. La indignación resultante de la empatía impulsa a algunos de nuestros más poderosos deseos punitivos. No es casual así que, como decíamos, muchas de nuestras leyes lleven el nombre de niñas asesinadas –la Ley Megan, la Ley Jessica y la Ley Caylee– y tampoco debe extrañar el actual entusiasmo por la “Ley Kate”. La alta tasa de encarcelamientos en Estados Unidos y nuestro continuo entusiasmo por la pena de muerte es producto, en parte, del miedo y de la ira pero también ha sido guiado por el consumo de historias pormenorizadas sobre el sufrimiento de las víctimas.
Están además las “declaraciones de impacto sobre la víctima”, en donde se recurre a las descripciones detalladas de alguien afectado por un crimen para, a partir de esa declaración, poder determinar la condena. Existen argumentos a favor de estas declaraciones, pero considerando todas las evidencias en el sentido de que somos más propensos a sentir empatía por unos individuos en lugar de otros –con factores determinantes como la raza, el sexo y el atractivo físico jugando un poderoso papel–, es difícil pensar en una forma más sesgada e injusta para fijar la pena.
Una parte de mí todavía quisiera a los líderes de ISIS muertos. Aun así, en mis mejores momentos reconozco que lo que realmente debería desear es que dejen de torturar y matar gente y que cualquier acto de violencia suyo se juzgue por sus probables consecuencias independientemente de lo satisfactorio que dicho juicio sea para mí o mis amigos. Todo el mundo está consciente de que el miedo y el odio pueden respaldar opciones violentas, deberíamos estar conscientes también de que la mayoría de nuestros sentimientos compasivos pueden suscitar lo mismo."