Yo lo que digo es que es mejor dejar de rechazar oportunidades, porque el tiempo pasa, y a la vida no hay que pensarla, hay que sentirla.
Uno puede tener muchas ideas en la cabeza , ya sea por la educación, religión, cultura, etc. pero cuando empezás a chocar con la realidad, a vivir las cosas en carne propia, en este caso una relación de pareja, convivencia, sexo, etc., se ponen en juego las ideas y a veces te das cuenta que las cosas son diferentes.
Un ejemplo: Yo creo que pertenezco a una de las últimas generaciones que alguna vez, recién empezada la adolescencia, pensó que llegaría virgen al matrimonio, ¡jo, jo, jo! ¡Qué ridiculez por dios!
Eso pensaba hasta que me dio un beso el primer chico, ahí me di cuenta que iba a ser un poco difícil, la cosa es que nunca me casé y si hubiera sido tan rígida en mis ideas a los 44 años todavía sería virgen ¡ajajjajajajajjaja!!!!!!
Quiero decir, hay que vivir las cosas en carne propia, hasta que no hacemos nuestra propia experiencia repetimos como loros lo que otros nos metieron en la cabeza