Tenía la esperanza de que poco a poco se le daría su sitio a Michael, que se reconocería su calidad artística después de haber sido tan ninguneado, porque ha sido el más grande de los grandes. Sabemos que el título de Rey del Pop se le queda pequeño, que Michael ha tocado todos los palos de la música negra, y lo ha hecho a la perfección, que ha innovado, que ha marcado el camino que otros han seguido, que lo ha abarcado todo y de una forma magistral, en una carrera larguísima de cuarenta años. Pero no se le ha reconocido su mérito lo suficiente.
Pero este lanzamiento le va a hacer un daño tremendo. Porque en ese disco hay canciones que no son de él, que nada tienen que ver con él, y que son rematadamente malas. La gente no fan se va a pensar que esta es la música que hacía Michael Jackson, y ahora sí que van a poder decir tranquilamente que era alguien que hacía música comercial para las masas, vacía, hueca, sin alma y mediocre, y rodeada de parafernalia y promoción. Y no hay derecho. El daño va a ser irreparable.
Los de Sony van a continuar la carrera discográfica de Michael con total impunidad, y nos van a dar un montón de discos basura con el nombre de Michael Jackson. Muy triste, injusto, inaudito e indignante.