• Cambios en el aspecto y funcionamiento del foro. Ver detalles

Pienso (por mi mismo) luego estorbo.

Sobre todo a partir de 18: 53 y justo antes analizando la característica de reality chou que hoy día es el mainstream musical (hispano-latino en este caso).

 
Pero, ¿qué ocurre cuando condicionamos nuestro nivel de satisfacción a algo erróneo? Es lo que explora Brooks en su libro. Como el experto de Harvard asegura, creemos de manera equivocada que encontraremos bienestar en el dinero, el poder o en el capitalismo mismo. Tener más cosas y más caras para ser más felices. Para Brooks, el éxito funciona también como una adicción, y por mucho que vayamos alcanzándolo, nunca es suficiente. Siempre queremos más.

 
En una entrevista reciente al grupo musical Biznaga comentan sobre la temática de sus letras, en concreto las mas interesantes:


Espejo del caos habla sobre cómo afecta el problema del alquiler dentro de una relación sentimental, plantea si la carencia de bienestar económico impide el bienestar emocional. El compositor considera que "están estrechamente relacionados", ya que "el empobrecimiento de la sociedad es cada vez mayor y es normal que aumente el deterioro mental".

Con La gran renuncia denuncian la rendición de la sociedad a una visión del trabajo "depredadora del tiempo y el bienestar mental y físico"-"Personalmente creo que es algo tóxico y con lo que debemos acabar. No ser capaces de pensar en otros términos es lo que supone para nosotros la gran renuncia", explica Navarro.

En cuanto a la tercera Imaginación Política plantean ¿Te imaginas que fuera posible otra vida, que hubiera alternativa a esta deriva? Ellos qué proponen: Navarro lo tiene claro, no son políticos ni tienen herramientas para hacer los cambios necesarios, pero dentro de la música mantiene el debate abierto. Considera que "hay que romper con el bloqueo mental", y así poder como sociedad, implicarnos en acciones concretas que puedan llevar a pequeños cambios"".
 
En relación a lo de los superhéroes, tenemos una de las definiciones de la palabra héroe (sin el susodicho prefijo):

Persona que realiza una acción muy abnegada en beneficio de una causa noble.


Pues siendo así, no entiendo porqué no gusta a sus detractores tal perfil de persona(je), ahora sí, con el prefijo: super. :rolleyes:
 
Última edición:

""Tenemos que hablar" Autor: Rubén Amón.

Es una frase peligrosa y agorera. Cuando te la dicen, lo que viene después casi nunca es bueno. Puede anteceder a una ruptura de pareja, a un despido ("Vaya a mi despacho, Gómez; tenemos que hablar"), a la comunicación de una desgracia familiar o a cualquier otra negrura. Pero esa frase muestra también, en su sentido más literal e imperativo, una necesidad vital: debemos hablar, es indispensable hablar. Para el ser humano es necesario conversar, compartir ideas personal y directamente.


Se dice a veces que el teléfono móvil, en nuestros días, ha sustituido a lo que antiguamente se llamaba alma.Sí, la frase de San Ignacio: "Qué importa que ganes todo el mundo si pierdes tu alma". Pues ahora la tragedia, el peor de los cataclismos, es perder el móvil, porque con él se va toda la información sobre ti mismo y sobre aquellos a los que conoces, tus relaciones, sus posibilidades de pedir ayuda o comunicarte. Tu vida.

¿Por qué de intimidación? (El Móbil) ¿No es solo una falta de educación?No, es más grave. Significa que lo que se pueda decir importa menos que una llamada a través de ese objeto que, si suena, interrumpirá el diálogo. Adultera por completo no ya la conversación sino la capacidad de atención. Como saben bien los profesores, es imposible atender a otra cosa si está el móvil delante. Crea una dependencia terrible.

Eso por no hablar de las redes sociales…Que anidan en el móvil. Ahora mismo, el 40 % de los jóvenes españoles (entre 18 y 24 años) se entera de lo que pasa solo o preferentemente a través de esas redes, que se refugian muy mayoritariamente en el móvil. El WhatsApp es la muerte de la conversación, es el subconsciente de la sociedad, lo mismo que Twitter. Estoy de acuerdo con quienes piensan que los mensajes de WhatsApp no puedan utilizarse como prueba ante un tribunal, porque no escribimos ahí como hablamos ni escribimos lo que pensamos. Y en Twitter es peor. Somos otros. Nos expresamos fingiendo ser otras personas. Creamos personajes. Y al final los que se relacionan entre sí son nuestros personajes, no nosotros
Es decir, que la conversación tiene cada vez más enemigos.A la conversación, elemento indispensable de la sociedad humana, la amenazan los móviles, las redes, los manipuladores de las redes, los 'cuñaos' que son la versión doméstica de los tertulianos televisivos, la polarización creciente…"
 
Copérnico: "No somos el centro de todo ni de todos. Que formamos parte de lo demás y de los demás, que levantemos un poco la cabeza".
 
De cuando en cuando me gusta recordar esta alternativa al sistema, pero que lamentablemente, me temo por los consabidos intereses creados de unos pocos, los de siempre, ya sabemos-pues no se implementa y ojo que no se dice que se hiciera de la noche a la mañana, claro está.

Cada vez más personas son conscientes de que actualmente no vivimos una crisis económica o financiera aislada, sino que las burbujas económicas especulativas, el desempleo, la desigualdad, el cambio climático, las hambrunas, la crisis de valores y, en lo más profundo, la crisis de la democracia, están relacionados y son síntomas de una crisis general del sistema económico. Los representantes de la población sostienen que «no hay ninguna alternativa». Sin embargo, en este libro Christian Felber demuestra que hay alternativas al sistema económico y financiero actual. La pregunta decisiva es: ¿En qué dirección queremos ir? ¿Debe la economía ser más ecológica y sostenible? ¿Debe ser más justa en el reparto? ¿Debe la dignidad de los ciudadanos ocupar un lugar central y cada persona tener derecho de decisión? ¿Se debe incentivar y premiar los valores que sostienen las relaciones humanas: honestidad, empatía, confianza, estima...? ¿Debe la economía medir la utilidad social, que es aquello que necesita primordialmente el ser humano, para sentirse satisfecho y feliz? La economía del bien común responde. Debe y es posible. ¡Hay una alternativa!

 
El pasado día 10 ha sido el aniversario de La Declaración de los Derechos Humanos:

"Los valores del ser humano son todos esos aspectos positivos que nos permiten convivir con otras personas de un modo justo con el fin de alcanzar un beneficio global como sociedad.
No los comprendemos como un rasgo únicamente individual, sino todo lo contrario: un valor resulta tan útil y beneficioso para nosotros como para el resto de nuestros semejantes, y existe en cualquier sociedad sin importar el país, la cultura o la religión. En otras palabras, son aquellos aspectos de nuestra educación que consideramos buenos y honestos para nosotros y los que nos rodean, como la empatía, el respeto, la solidaridad o el optimismo.
Del mismo modo, las características propias de estos valores y su importancia pueden variar dependiendo del contexto, pero todos comparten cuatro puntos clave: su importancia varía en la vida de la persona a lo largo de la misma, pueden cambiar según la experiencia, mantienen una jerarquía (hay personas que consideran que el respeto está por encima de la generosidad, y viceversa) y suponen una satisfacción al practicarlos y vivir conforme a nuestras creencias.
Los valores humanos de cada persona son aquellos que nos guían a lo largo de todas nuestras acciones y decisiones, e incluso en nuestra lista de prioridades vitales, y, colectivamente, nos ayudan a avanzar como sociedad.

La empatía

La empatía nos permite establecer vínculos más sólidos y positivos con los demás. Se define como la capacidad para reconocer y comprender los sentimientos, ideas, conductas y actitudes de los demás y entender las circunstancias que les pueden afectar en situaciones concretas.
Es una destreza básica de la comunicación interpersonal, permite un entendimiento adecuado entre dos o más personas y es fundamental para captar e interpretar adecuadamente el mensaje del emisor y así entablar un diálogo eficaz.
Supone una habilidad que nos permite entender no sólo las palabras del otro, sino también sus sentimientos, generando simpatía, comprensión y ternura. Es el rasgo que caracteriza a las relaciones interpersonales o sociales exitosas.

El respeto

Sólo respetando a los otros se puede construir una sociedad con menos discriminación y sin violencia. Además, respetar exige tratar a los demás con cortesía y de manera amable, con el fin de procurar mejores relaciones humanas.
Sin duda, este valor se debe asumir por los miembros de la sociedad como un compromiso que permita demostrar tolerancia y comprensión a los seres humanos, entendiendo que no se deben tomar en cuenta las diferencias basadas en aspectos como, raza, género, fisonomía, cultura, nivel económico o educación. Por esta razón, es necesario entender entonces que solo aprendiendo a respetar y tolerando a los otros se podrá obtener el respeto que todos se merecen.

La solidaridad

Se puede decir que la solidaridad se establece como la base de muchos otros valores humanos o, incluso, de nuestras relaciones sociales más valiosas, tal como es el caso de la amistad. En este sentido, la solidaridad nos permite sentirnos unidos a otras personas en una relación que involucra sentimientos necesarios para mantener el funcionamiento social normal.
En términos más generales, puede incluso permitirle al hombre sentir que pertenece a determinado lugar; en otras palabras, permite desarrollar sentimientos como los de pertenencia a cierta nación (o mejor aún: planeta), manteniendo a los ciudadanos de un mismo lugar luchar juntos por un mismo motivo o trabajar unidos para lograr una misma meta.

El optimismo

La persona optimista posee cualidades que le permiten confiar en sus capacidades y posibilidades, enfrentando con perseverancia y en estado muy positivo ante cualquier dificultad que se les presente en el camino. La persona optimista encuentra soluciones donde muchos creen no poder encontrarlas. Ser optimista es soñar en grande con lo posible, apoyado en fundamentos creíbles y posibles.
No necesariamente las personas optimistas siempre tienen éxito. También los optimistas pueden equivocarse, pero lo intentan, que es lo importante. El optimista fracasa y recomienza, fracasa y recomienza permanentemente en busca de soluciones.
En definitiva, estos valores se convierten en guías y pautas que marcan las directrices de una conducta coherente. Se convierten en ideales, indicadores del camino a seguir. De este modo, nos permiten encontrar sentido a lo que hacemos, tomar las decisiones pertinentes, responsabilizarnos de nuestros actos y aceptar sus consecuencias. Nos permiten definir con claridad los objetivos de la vida. Nos ayudan a aceptarnos tal y como somos y estimarnos. Nos hacen comprender y estimar a los demás. Facilitan la relación madura y equilibrada con el entorno, con las personas, acontecimientos y cosas, proporcionándonos un poderoso sentimiento de armonía personal".
 
Última edición:
En algún lugar del foro y momento, (no se donde ni cuando, xp!), he debido dejar un link de su obra: La creación del yo.

"El yo humano no es una entidad permanente que mira a través de los ojos y controla el cuerpo como un piloto un avión si no que la experiencia de ser uno mismo es una percepción en sí misma, o mejor dicho, un grupo de percepciones intimamente relacionadas entre sí con el propósito de mantener nuestro cuerpo vivo".

Ahora dejo este link de otras de sus publicaciones:

 
Última edición:
Suelo ser refractario al folclore del país donde nací, porque-aparte de que no me llama la atención, en concreto mas lo musical, determinado estilo como copla al frente, o incluso el flamenco, lo percibo con demasiados ecos de la época de la dictadura, toda vez que no poca de la producción, productos que se emiten en la cadena mas popular de RTVE sigue conteniendo muchos dejes de una visión de esos estilos del folclore aludidos, demasiado viejuner en el sentido mas rancio del término, todavía-a estas alturas-reteniendo ese modo de (representar la imagen del país, aquel que estaba anquilosado en valores patrios mas reaccionarios, con ese tono de que muchos no se ven, no se creen mas europeos con ciertos complejos e incluso escepticismo de que estemos a la altura del nivel de una Suiza o países nórdicos, lo cual no deja de ser cierto, pero -en los últimos años , décadas creo que está cambiando a mejor, a tener una mentalidad mas aperturista, mas cosmopolita, España siendo ya parte de la aldea global-para lo bueno y lo malo: las franquicias comunes ya están omnipresentes, las ciudades, sobre todo, se han actualizado (incluso los pueblos con generaciones nativas digitales que les están dando ese barniz mas tal (de nuevo para lo bueno y no tan bueno),...

Pero eso, me sigue oliendo a tufillo , demasiadoa además con determinadas ideologías carcas que-aún no teniendo demasiado cuajo (afortunadamente)-, se han colado de rondó en las últimas elecciones, u know what I mean.

pd: y la música nacional en las nuevas generaciones es bastante mas conservadora que la que me tocó por generación con el rock/pop de los 70/80.
 
Atrás
Arriba