De la unión entre Ramón Berenguer IV y Petronila nació Alfons, el Cast (Alfonso, conocido como el Casto), primer rey de la Corona de Cataluña-Aragón y llamado el emperador de los Pirineos debido a las múltiples posesiones que el y sus antepasados habían adquirido en una banda y otra de los Pirineos.
Paralelamente a esa época, aparecieron las primeras leyes catalanas, los Usatges, y también los primeros gremios y la diferenciación y la consolidación de la lengua catalana. Pero el nacimiento y la integración de los Países Catalanes, se produjo durante el reinado del rey Jaume I. Después de la derrota de Muret, la expansión catalana fue hacia el sur de la Península, fijándose los límites de las tierras catalanas.
Con Jaime I, la isla de Mallorca se incorporó a la nación catalana, a partir del 1229, y Eivissa (Ibiza) durante 1235. El País Valenciano es conquistado durante las campañas en Morella, Ares y Borriana, en el año 1233, Almassora, en el año 1234, el Puig, 1237 y Almenara 1237. El 9 de octubre de 1238 el Rey Jaime I entra en la ciudad de Valencia con la bandera de las cuatro barras (cuatro palos), que también seria la bandera del País Valenciano.
Posteriormente avanzó y a su reino incorporó Cullera, la Serra d’Espadà, Alzira, Dénia, Xàtiva y Bihar. Durante esa época también el Reino de Murcia fue conquistado por Jaime I.
De los siglos XIII al XV, Cataluña asoló su meta, en lo que respeta a su política y cultura. En el año 1214 se crearon las Cortes, siendo el Parlamento más antiguo de Europa (el de Inglaterra es del año 1265).
Uno de los hijos menores de Jaime I recibió como herencia de su padre, el reino de Mallorca. El reino que abarcaba las Islas Baleares, el Rosellón, la Cerdaña y Montpellier, fue independiente entre 1276 y 1343, y fueron sus gobernantes: Jaime II (1276-1311), Sanz I (1311-1324) y Jaime III (1324-1343) , todos ellos conocidos como “rey de Mallorca”.
Por su heroísmo, coraje y tenacidad, nuestra patria se transformo en la potencia mas importante del Mediterráneo. Conjuntamente los territorios de Aragón, Principado de Cataluña, las Islas Baleares, Valencia, Sicilia, los ducados de Atenas y Neopatria, Cerdeña, Nápoles, y durante algún tiempo, Córcega y la península de Morea, en Grecia, fueron los territorios miembros de una confederación de estados mediterráneos.
Los primeros Cónsules de Mar, conocidos en Cataluña, fueron los de Barcelona. En el años 1258 apareció el libro del Consulado de Mar, un verdadero estatuto internacional de Derecho Marítimo. Le siguieron el de Valencia y el de Mallorca.
De esa época, también hay que hablar de las minorías que vivían en nuestro país. La descendencia de los árabes, continuaba con los moriscos (de fe musulmana) o mudéjares (convertidos al cristianismo), que llegaron a ser el 40% del total de la población, establecidos sobretodo en el sur del Principado y en el País Valenciano.
A nivel cultural hay que hablar de la creación de las Universidades de Lleida (Lérida), en el año 1300 y de la Universidad de Perpinyà (Perpiñán),
Durante aquellos años, la literatura en el País Valenciano fue de un gran nivel, sobretodo gracias a los poetas Jordi de Sant Jordi, Joanot Martorell, Roís de Cornella y a Ausiàs March. En el año 1450 se funda la Universidad de Barcelona.
Durante aquellos años, la literatura en el País Valenciano fue de un gran nivel, sobretodo gracias a los poetas Jordi de Sant Jordi, Joanot Martorell, Roís de Cornella y a Ausiàs March. En el año 1450 se funda la Universidad de Barcelona.
En 1492 se produjo el descubrimiento de América, por el navegante Cristóbal Colón. Este descubrimiento fue llevado a cabo, exclusivamente bajo el nombre de Castilla. Y fue Castilla quien entro a sangre y fuego en la tierras americanas, sin respetar las costumbres, las lenguas, ni las culturas ni pueblos indígenas. Desde Castilla también se prohibió a los catalanes que participaran en la colonización del nuevo mundo, y en el año de 1504 se decreto la prohibición de comerciar, por ser una “nación extranjera”.
También en 1492 se decretó la expulsión de los judíos y juntamente con la imposición de la Inquisición, se limitó considerablemente el desarrollo económico, cultural, político y social de los territorios catalanes.