Si nos fijamos con detenimiento, el crítico musical sobre el que os habéis pronunciado, Jesús Gran, dispone de dos páginas web, desde las que vierte sus juicios y apreciaciones acerca de un extenso abanico de solistas y bandas musicales, preferentemente enraizadas en el rock como género predominante, aunque no en exclusiva.
- En Clásicos del Rock https://jesusgran.wixsite.com/clasicosdelrock, ha incluido a los que él considera exponentes más influyentes en el devenir de la música popular contemporánea (considerada ésta desde los años sesenta del siglo pasado). La crème de la crème (parafraseándole en su tenor literal).
- En Clásicos del Rock 2 https://granjes.wixsite.com/clasicosdelrock2, por contra, ha integrado a aquellos cantantes y/o grupos relativamente importantes en el acontecer musical de las últimas décadas, sin encuadrarlos, en cambio, en el primer grupo.
Por tanto, establece una suerte de división en dos ligas, en la que excluye de la primera a Michael Jackson, pero no, por ejemplo (y con todos los respetos profesados hacia ellos) a Björk, o a Charly García (sic). Junto a Michael, en la categoría de plata en la que presumiblemente le ha encuadrado, comparte mesa y mantel con Triana o Bangles (¡!).
Recurriendo a una suerte de fina ironía, consolémonos, pues junto a Jackson figura Prince, y no han sido añadidos en ninguna de las dos categorías sujetos tales como Elvis Presley, Chuck Berry, John Coltrane, Miles Davis o Madonna (cada uno en su respectivo tercio).
La reseña con la que Gran describe brevemente a Jackson en su apartado
'Resumen' https://granjes.wixsite.com/clasicosdelrock2/resumen no entraña desperdicio alguno. Además, ha omitido en el análisis de su discografía su andadura en solitario con Motown (los cuatro álbumes preexistentes a
Off the Wall), aduciéndolo al hecho de que se trataba de un simple intérprete de karaoke al servicio de los dictados de su sello de entonces. Sin embargo, si os adentráis en el perfil de Stevie Wonder, sí aborda sus primeros años, cuando todavía carecía de plena libertad creativa. ¿Un signo de incoherencia, pues?
En su descargo, señalar que no ha suspendido en ninguno de sus trabajos a Michael, lo cual, dentro de lo que cabe, no es poco (a Stevie, en cambio, sí le ha endosado -y en más de una ocasión- alguna puntuación sonrojante. Por cierto, concuerdo en gran medida con él con la retrospectiva que del legado de Wonder ha expuesto, en términos generales).
Así que, en resumidas cuentas, tomároslo con relativa deportividad. No supone sino otro crítico especializado portador de su buena dosis de razón en muchas de sus argumentaciones, así como de los sesgos que todos nosotros conllevamos en nuestro haber, producto de nuestra experiencia vital, formación, gustos y afinidades. Al menos, se ha tomado la molestia de desgranaros, álbum por álbum (de entre los más destacados, según él) un listado bastante nutrido de artistas a quienes descubrir (aquéllos que no los hayan conocido) o revivir en nuestros oídos, contribuyendo a que podamos enriquecer, si nuestra voluntad acompaña para ello, nuestra paleta musical.