No estoy siguiendo el hilo del thread, pero el título me motivó a entrar y dejar en palabras, parte de lo que siento por este hombre soñado, su partida, su legado, su eternidad.
Admito que no fui la fans n° 1 de Michael y hacía tiempo que lo había perdido de vista, pero siempre lo consideré un talentoso, un artista de otro planeta que no necesitaba de artificios para brillar.
Recuerdo de manera patente el día en que me enteré de su partida; al principio fue shock, conmoción, prendí la tele, vi su cara en la pantalla, heal de world era la música de fondo, y un dolor agudo, extraño, profundo, dolor que hasta el día de hoy me acompaña comenzó a dominarme.
Como una especie de homenaje, saqué del baúl de mis recuerdos canciones, videos, reportajes que más me gustaron cuando estaba vivo. Fui palpitando facetas que ya conocía , descubrí otras y aprendí a comprenderlo, a respetar su esencia, sus decisiones, algunas que yo misma critiqué.
Por ejemplo, no podía comprender (por ahí me asaltan las dudas otra vez) cómo un hombre tan bonito quisiera hacerse cirujías, cambiar su rostro; y hoy me arrepiento; sólo él sabe el por qué de sus decisiones y si sus cambios lo hacían feliz, entonces ¿quién somos nosotros para cuestionarlo? En vez de juzgar empecé a ponerme en sus zapatos, no era fácil ser Michael Jackson, crecer de golpe. No era facil vivir respetándose a sí mismo cuando el medio quería de él una imagen que nada tenía que ver con su pureza de mente y espíritu. Juzgarlo, aunque sea sin maldad, sin intención de lastimarlo, me ponía a la misma altura que toda la basura mediática, la misma que lo envolvió en mentiras y caretas absurdas.
Como artista no tuvo techo, como ser humano, un titán. El eterno Peter Pan jamás aterrizó, jamás se disfrazó de roles sociales que encarcelan.
Aprendí a leer sus palabras, a entender su visión de mundo y no pude enamorarme más.
No hubo plano en el que no se destacara, la matriz de su éxito no radicó ni los acertados hits, ni en los bien montados videos, la matriz de su éxito refleja y reproduce esa esencia única, carismática, angelical.
Michael Jackson sabía cómo eclipsar, estaba en su naturaleza, cada parte de su cuerpo, cada nota de su voz creaba la magia, él era único en todas sus dimensiones. Supo conquistar públicos, masas; no era mediocre, tenía la receta para emocionar a un niño con su bondad y alegría, hacer temblar a una mujer con su tremenda sensualidad, rescatar su raza en aquello que la hará siempre grande.
Se cargó al hombro una causa humanitaria y la llevó adelante, su mensaje nunca fue contradictorio, no se vendió, no se rindió, la porquería y la maldad de los enfermos, de los pesimistas no pudieron quebrarlo; hoy se confirma, el nombre de Michael brilla en su talento, no en escándalos inventados.
Lamento no haber descubierto este tesoro con anterioridad,en la contemporaneidad de su tiempo, lamento no haberme abrazado a su nombre, sé que hubiera hecho de mí una mejor persona cada vez que las sombras me alcanzaban.
Y, paralelamente, agradezco que su luz me haya tomado la mano, que su presencia bese mis ojos por las noches, agradezco que su música dictamine que latidos mi coriazón debe seguir, agradezco cubrirme en su mensaje positivo, tomar el manual que nos brindó y aprender a curar el mundo.
Cada vez que te pienso, Michael Jackson , cada vez que bailo el sueño, la fe renace