¡Oh, Nikki, corazón, lo siento mucho.
Hace unos días acá en el pueblo, murió un hombre así como decís vos, estaba sentado en su negocio de revistas hablando con la mujer lo más bien, y de repente ella lo mira y ya.
Cómo consuelo a su familia le quedó que por lo menos no sufrió, él no se dio ni cuenta.
Cuando pasa así, es más duro para la familia, quedás shockeado por la sorpresa, pero si uno lo piensa, ojalá todos, cuando ya tuviéramos edad para irnos de este mundo, nos fuéramos así, no como tantas personas que sufren durante mucho tiempo enfermedades terribles.
En fin, corazón, sabés que contás con todas nosotras, que te queremos mucho.
Te mando un beso grande y estoy para lo que necesites.