Seguimos con lo de la risión:
Los griegos conocían muy bien los beneficios que otorga la risa al cuerpo. Tanto que construían los hospitales cerca de los teatros para poder mandar a sus enfermos a ver comedias, ya que estaban convecidos de que reir aceleraría su sanación. En el siglo
XIII por otro lado, los médicos se valían del humor para distraer un poco al paciente durante las dolorosísimas intervenciones sin anetesia.
Al otro lado del charco también se dieron cuenta de los beneficisos que tiene la risa: los chamanes de las tribus nativas americanas tenían como asistente a un "payaso" , alguien que hacía reir a los pacientes que trataba para aligerar su sufrimiento. Estos payasos
sui generis eran figuras tremendamente respetadas siendo nada menos que la tercera personalidad mas importante de la tribu solo por debajo-atención-del jefe y el chamán.
Pero como siempre, cuando lo estás pasando bien, viene un cavernícola rancio y lo echa todo a perder. En el siglo
IV , el obispo de
Cesarea, creador del modelo crisitiano de monasterios y conventos, prohibio tajantemente la risa.
"El Señor ha condenado a los que rien en esta vida", dijo en una ocasión este cretino. Para él, reir era una invitación al demonio y te aseguraba la condenación eterna.
Juan Crisóstomo, uno de los cuatro pilares de la iglesia católica en
Oriente, fue un paso mas adelante y afirmó que
"Cristo nunca había reido".
Un siglo después, las reglas de los monasterios para con la risa se endurecieron, proclamando dogmas como este
:" la forma mas terrible y obscena de romper el slencio es la risa, si el silencio es virtud existencia y fundamental, la risa es gravísima violación".O este otro:
" entre todas las formas malignas de expresión, la risa es la peor". De los monasterios, saltaron al pueblo tales absurdas normas si bien el objetivo real de fondo estaba claro: eliminar el humor que ridiculizaba a la nobleza y al clero, extinguirlo hata conseguir una sociedad totalmente adoctrinada con el miedo. Y lo consiguieron bastante bien, vaya que sí.