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Seminarios de Brad Sundberg "In the studio with MJ"

Quiero agradecer profundamente a todos aquellos que pusieron extractos y las traducciones al español, ¡Gracias! por compartir esto con todos aquellos que no tenemos la oportunidad de asistir a ningún seminario, realmente un gran aporte, y nos demuestra la generosidad de los fans con otros fans que no pueden acceder a estos eventos. Conocer a Michael todo lo que se pueda es mi objetivo y cada día me convenzo mas que era un hombre increíble, extraordinario, un genio pero por sobre todas las cosas un ser amable y generoso con todo el mundo.
 
"Allá por 1994 estábamos metidos de lleno en el álbum HIStory y Michael decidió que quería hacer una canción de Navidad para la película "Solo en Casa". En realidad no se trataba de un álbum de Navidad ni nada de eso, más bien esa fue la única canción de Navidad que grabamos, que yo recuerde.

Creo que era julio o agosto de 1994, y hacía calor en Nueva York. Mucho calor. Michael quería que pareciera que era Navidad en el estudio y, como era tradicional en MJ, tenía que hacerse a lo grande. Hicimos varias llamadas de teléfono (esto fue antes de Google) y terminamos llevando a una empresa de diseño para transformar por completo el estudio 1 de Hit Factory en un paraíso invernal.

En el transcurso de un par de días llevaron nieve artificial, un árbol de Navidad, un trineo, luces de Navidad y adornos infinitos. Contratamos un coro de niños para proporcionar las vocales, y Michael compró regalos para todos los niños.Todos los regalos preparados y hermosamente envueltos. Sólo había una pieza que faltaba en el rompecabezas: Santa. Michael me miró y me dijo: "Brad, tu serás Santa".

Después de trabajar con Michael durante tantos años, ya estaba acostumbrado a solicitudes fuera de lo común. Una vez quiso probar toda la carta de McDonalds. Todo. Le llevamos en un par de bolsas grandes cada sándwich, ensalada, frito, pastel y helado que vendía McDonalds para que los probara. ¡Imaginen lo que le habría encantado a la Empresa McDonald esa foto!

Yo había sido testigo de su generosidad innumerables veces, y escuchado una historia tras otra. Había visto a los niños de Make-A-Wish ir a Neverland. Le había visto encargar pizza para los fans que estaban reunidos en la calle fuera de la Hit Factory. Le había visto ser generoso con su tiempo y dinero -de innumerables maneras- con sus fans, amigos y equipo de grabación. Pero yo soy un chico más bien discreto, no un Santa Claus.

"Michael, ¿de verdad tengo que ser Santa?"

"Sí, ¡incluso te conseguimos un traje de Santa! ¡Tienes que ser Santa Claus!"

"No, en serio ... no estoy seguro de que sea la mejor opción para este trabajo".

"Brad, ¡quiero que seas Santa!"

¿Puedo ser totalmente sincero con ustedes? En ese punto de mi carrera había trabajado codo a codo con Michael Jackson, Barbra Streisand, Siedah Garrett, Bruce Swedien, David Foster, Stevie Nicks, Elizabeth Taylor, George Michael, Slash y Brian May -por citar unos cuantos- pero ponerse un traje de Santa y repartir regalos con Michael era una de las cosas más estresantes que jamás había hecho. No tengo ni idea de por qué estaba tan nervioso, pero no me sentía en mi elemento.

La tarde en que grabamos las voces del coro me dieron el traje y planeamos brevemente donde me sentaría, donde se pondría Michael, etc. A Brian Vibberts le fue asignado el papel de uno de mis Elfos. ¡Nunca habrán visto un Elfo más feliz! Estaba hecho para ese papel. Yo estaba un poco más vacilante, pero muy contento también... nerviosamente contento.

Salimos al estudio lleno de niños, padres y equipo, nos sentamos y empezamos a repartir los regalos. Los nervios desaparecieron casi inmediatamente. La generosidad es una fuerza poderosa. Y también el humor.
Entregamos todos los regalos y para cuando todo se terminó, yo ya estaba dispuesto a seguir repartiendo en el Rockefeller Center. Por desgracia, teníamos que terminar un álbum y grabar otras canciones. El traje de Santa fue devuelto, y yo volví a dirigir las sesiones, encontrar talento y grabar música.

Respondiendo a la pregunta que están a punto de hacer: No, no creo que Michael terminara nunca su canción de Navidad. Pero... nunca se sabe a ciencia cierta".

Brad 'Santa' Sundberg :p

Vídeo del evento:

https://www.facebook.com/inthestudiowithmj/videos/510587129115186/

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Me mata la curiosidad sobre ese tema navideño desde que leí sobre el. Asumo que puede que las unicas vocales grabadas sean las del coro de niños :(
 
Brad deja en claro que posiblemente si la termino :O

Todo lo contrario:

Respondiendo a la pregunta que están a punto de hacer: No, no creo que Michael terminara nunca su canción de Navidad. Pero... nunca se sabe a ciencia cierta".

Ahora bien, si era en 1994, ya habian salido las dos primeras HOME ALONE, y la tercera no saldria hasta el 97, de que HOME ALONE está hablando este señor?
 
Última edición por un moderador:
Escalofrios

Esta tarde sucedió de nuevo, trabajando en algunas ediciones. Escuché un solo de guitarra de Slash y me hizo retroceder en el tiempo, de vuelta al estudio. Fue extraño y sorprendente.

Michael era complicado de muchas maneras. No era solo un cantante, ni tan solo un bailarín. No le gustaba solamente la música pop ni la clásica. No le gustaban solo las estatuas ni los libros. Le gustaba todo eso y quería más. Rozaba el límite constantemente en términos de música, baile, creatividad, filantropía y moda. Era complicado y amaba los extremos. “¡Más guitarras!”, le pedía a Bruce durante las mezclas. “¡Más cuerdas… me encantan las cuerdas!”

Ya he contado esto antes, pero Michael tenía ese hábito –a falta de una palabra mejor- cuando su emoción podía sacar lo mejor de él y echaba la cabeza hacia atrás y daba un alarido o un aullido si algo le gustaba. Y no era solo un gesto, era él dejándose llevar completamente por lo que estaba sintiendo. Y a mí, que soy un sueco estoico, me costó un tiempo entenderlo. Si no estás preparado para un alarido de Michael Jackson al lado tuyo, hará que te despiertes.

Con el tiempo, empezó a gustarme verle iluminarse con una mezcla o una nueva atracción, o incluso con una pieza de música clásica. Recuerdo muy bien cuando le construí un gigantesco sistema de sonido en el rancho –que ocupaba un área del tamaño de un campo de futbol- y le llevé a escucharlo. Elegí música de Debussy para probarlo, porque sabía que le gustaba mucho ese compositor. Conforme iba aumentando el volumen de la música, apretaba los puños y cerraba los ojos, y levantando su cara hacia el cielo, dejaba escapar el más fuerte “HOOOOOO!!” que puedan imaginarse.

La piel de gallina.

De modo que esta tarde estaba escuchando algo de música de Slash. Slash y Michael tenían una gran amistad. Michael no iba a encasillarse como un cantante de pop, ni como artista de R&B, ni como un gran bailarín. Él derribó las puertas del género. Él trajo a Steve Stevens, a Slash y a Eddie Van Halen. Y a la Filarmónica de Nueva York. Y a Biggie Smalls. Y a Babyface. Y a Paulinho. Era difícil seguirle el ritmo musicalmente.

Pero hoy fue Slash. Escuché una canción que no había oído en mucho tiempo y Slash la dominó. La dominó, la vapuleó, la dejó bien frita y bien servida. Y a pesar de que no aparecía en el tema, podía escuchar en mi mente a Michael aullando. Y sentí escalofríos. Me dejó parado en seco. Mi hija Amanda había estado trabajando conmigo en los temas del seminario y en la producción e hice que se detuviera y que me la dejara escuchar de nuevo. Solo por disfrutarla. Por volver durante un rato al estudio de nuevo. No me quería marchar de allí.

Es curioso cuando estoy en un lugar inesperado y me hace volver al estudio con Michael. Podría ser en una tienda de alimentación cuando escucho Smooth Criminal mientras cojo una bolsa de espinacas. O patinando en Nueva York (esto pasó realmente así hace unas semanas) cuando deciden poner You Are Not Alone. Durante unos pocos segundos el mundo se detiene y yo vuelvo atrás, a una sesión de hace más de dos décadas, escuchando a Michael grabar una vocal.

No tengo una máquina del tiempo. No puedo llevarles allí, aunque ojalá pudiera, porque sé que realmente les gustaría. Creo que sentirían escalofríos.

Después de escuchar a Slash un par de veces más, volví a centrarme de nuevo y continué con algunos de mis cortes de última hora. Pero es extraño. ¿Conocen ese dicho tonto: “Es mejor haber amado y perdido que no haber amado nunca”? Ok, quizás no es una tontería, pero escuchen lo que voy a decir. En mi vida diaria escucho raramente música de Michael. No me malinterpreten, me gustan muchas de sus canciones y me disgustan algunas también. Pero yo no escucho la canción simplemente. Yo siento los recuerdos como si hubieran pasado ayer. Escucho su risa. Escucho sus preguntas curiosas. Escucho sus ideas. Escucho sus vocales, capa por capa. Escucho la batería y los golpes de los pies. Y a veces, se me pone la piel de gallina. Como hoy.

Yo no soy un bailarín ni un cantante y no querrán escucharme dar alaridos seguramente. Pero quizás esa forma de ser de Michael de sacar buen provecho de todo lo que uno hace, es algo de lo que puedo aprender. No contrates a un simple guitarrista, ¡consigue a Slash! No bailes simplemente, haz el moonwalk. No cantes simplemente la canción, domínala con cada fibra de tu ser.

Sí, me gustaba estar en el estudio con Michael, y sí, lo echo de menos. No puedo volver atrás, pero puedo apreciar, estudiar, aprender y enseñar cómo era, lo que hicimos bien, cómo lo hicimos y por qué. Pero la enseñanza irá más lejos; en un momento dado tienes que sentir, tienes que cerrar los ojos, elevar la cabeza y sentir. Y sentirás escalofríos.

Brad Sundberg
https://www.facebook.com/inthestudiowithmj/
 
Increíble lo que cuenta, qué sentirá cada que escucha su música y revive todo aquello que vivió con él. Me gustaría saber cuáles son esas canciones que no le gustan.
 
Que va. De htw en el seminario dijo en tono jocoso que la aborreció por que fue la que más veces tuvieron que escuchar por que la producción se les complico en la sección de percusión (incluso especificaba el break problemático).
De ijcsly dijo que la introducción que finalmente fue suprimida era demasiado melosa y que ni a el ni a varios del equipo les gustaba y que el tiempo les dio la razón puesto que en las posteriores ediciones de bad ya no estaban y en la radio la suprimian. De la canción en si le parecía una gran balada. Vamos, que lo recuerdo perfectamente
 
Pero sí recuerdo que comentó en uno de los posts que se han puesto aquí sobre la cuestión que si bien es verdad que una las causas por la que le aborrecía era esa que dice stobbart, también es porque le parecía demasiado almibarada y con IJCSLY era el intro efectivamente lo que menos le gustaba pero entonces si no es a él, recuerdo haber leído que la canción en general no gustaba a alguien (o a algunos) Bruce Swedien quizás.:mmm:

En cualquier caso ¿cuáles serían las que no le gustaban según recordáis l*s asistentes? porque como ha dicho el propio Sundberg haberlas, haylas of course.
 
Trump Tower, 1994.

Sí, ya he contado esta historia antes.

No, no tiene nada que ver con la política. Es solo una dirección conocida.

Como muchos de ustedes ya saben, el álbum HIStory fue el primero de sus discos que se grabó completo en Nueva York. Inmediatamente después del terremoto de Northrige, el 17 de enero de 1994, Michael tomó la decisión de trasladar el equipo de producción a la Hit Factory, en el centro de Manhattan, calle 54 Oeste, para escapar de las sacudidas terrestres de Los Ángeles durante un tiempo.

El equipo no era demasiado grande, creo que éramos unos nueve o diez (sin contar a Bill Bray y al equipo de seguridad de MJ) al principio del proyecto, con un par de adiciones más a lo largo del año. Estuvimos en Nueva York durante la mayor parte de 1994, con algún trabajo post-álbum que duró hasta abril de 1995.
La mayoría de nosotros nos mudamos al Hotel New York Palace. Chaquetas de cuero y vaqueros azules compartían ascensores con abrigos de visón y gente snob. Pero estábamos en casa, al menos la mayoría de nosotros.

Sin embargo, el servicio de habitaciones y las normas de hotel pueden cansar a cualquiera (recuerdo echar de menos cocinar al menos una simple sopa después de llevar semanas viviendo en el hotel). De modo que en un momento determinado del final de la primavera, Michael decidió que sería una buena idea casarse y mudarse a un apartamento apropiado. Así que hizo las maletas y se trasladó al ático de la Trump Tower. Puede que sepan esto o no (yo no lo sabía antes de mi primera visita), pero la Trump Tower tiene dos inmensos áticos, cada uno de ellos de tres plantas de altura, con terrazas y un lujo indescriptible. Donald vivía en uno de ellos y Michael se convirtió en su vecino de planta (resulta divertido pensar en ellos pidiéndose prestada azúcar, cada uno vestido con su albornoz).

En fin, Michael no me consultó sus planes de boda, pero me pidió que le construyera un estudio de baile en sus nuevos aposentos. De modo que fui a echar un vistazo al lugar. Michael no tenía fama de ser un ordenado amo de casa, pero pasé por alto todo eso.

El espacio de baile era en realidad un pequeño rincón del dormitorio del apartamento, con un suelo portátil de madera ya instalado. Sólo necesitaba música. Compramos un par de monitores gigantes Westlake Audio (creo que eran los modelos BBSM-12, que eran enormes) y los llevamos a la suite, junto con amplificadores de corriente, cables, soportes, etc.

Colocamos los altavoces de manera que estuvieran frente a las ventanas, para que Michael pudiera mirar afuera y ver Nueva York mientras bailaba. Dirigimos los cables, colocamos los altavoces en sus soportes y pusimos en marcha el sistema. Sonaba alto. Locamente alto. Al punto de “¡hazme daño!”. Era perfecto, hasta que…

Yo no creo que estuviera mirando hacia los altavoces cuando sucedió, pero oí el soporte resbalarse y entonces vi ese gigante altavoz de 100 kilos caer hacia atrás contra los ventanales de la Trump Tower. Se me heló la sangre al instante mientras veía en mi mente el altavoz estrellarse contra el cristal, cayendo rascacielos abajo y destrozando un taxi abajo en la calle.

El altavoz golpeó el cristal de un batacazo, pero solo se escurrió hasta el suelo. Afortunadamente, gente mucho más lista que yo diseña los cristales de los rascacielos lo suficientemente fuertes como para soportar la pegada del equipo estéreo de Michael Jackson. Bromas aparte, estuve temblando durante unos cuantos segundos después de caerse el altavoz.

Encontramos unos soportes más fuertes y volvimos a colocar el increíble sistema de sonido, y Michael nunca se enteró de la historia. Algunas cosas más vale no contarlas.

Brad Sundberg.

https://www.facebook.com/inthestudiowithmj/?fref=ts
 
Brad sigue tocando la fibra sensible con su inimitable estilo:sad:

Una palmadita desde el pasado.

Ayer comencé el día como la mayoría de los sábados. Tortitas, café y organizando un poco el día. Mi interminable “colección” de discos, cintas, equipo, cables, CDs, etc., necesitaba una buena limpieza de primavera, así que, después de una segunda taza de café, me zambullí en el proyecto.

Mientras ordenaba algunas cosas, encontré un viejo transmisor de radio FM que hice yo mismo durante el Dangerous Tour. Queríamos escuchar cómo sonaban los mixes en nuestros coches (una técnica bastante común) así que me encomendaron buscar un transmisor. El problema es que es ilegal en Estados Unidos comprarlos y usarlos, a menos que sean de juguete.
De modo que construí uno con un kit.

Las instrucciones eran bastante divertidas respecto a lo que recalcaban: “Esto es ilegal y usted podría ser multado con una gran cantidad de dinero e ir a prisión si construye y utiliza este transmisor ilegal en Estados Unidos y le atrapan. Por cierto, ¿ya le hemos advertido que es ilegal?” Yo seguí construyendo el aparato ¡y funcinaba genial! (siempre me pregunté si los conductores que iban por Ventura Boulevard escucharon alguna vez unos pocos segundos de “Black Or White” en sus radios durante nuestras transmisiones). La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) nunca llamó a la puerta del estudio, que yo recuerde.

De vuelta a mi puesta en orden y organización encontré mis cintas de mixes, pruebas de edición, notas, etc. Estoy muy familiarizado con mi colección, no suelo verla muy a menudo, de modo que estuvo bien refrescar la memoria.

Mientras repasaba una caja de LPs (discos, para los que teneis menos de 35 años), divisé la blanca portada del álbum Bad. Ya iba a pasarlo cuando unos garabatos en rotulador rojo llamaron mi atención. ¿Estaba firmado? Yo no tenía una copia firmada del álbum Bad… o al menos, no pensaba que la tenía.
Lo saqué cuidadosamente de la caja.

Antes, dejen que les explique algo, tal como lo he hecho en mis seminarios. El pequeño equipo del estudio y yo trabajamos codo a codo con Michael día tras día, y siempre resultaba extraño y muy poco profesional pedirle que nos firmara algo. No es que a él le hubiera importado hacerlo, ya que firmaba fotos todo el tiempo para los fans, pero no era algo que le pidiéramos para nosotros mismos, por lo menos no tan a menudo.

Además, lo divertido de trabajar en un álbum era que, para el momento en que finalmente ya tenías uno en tus manos para ser firmando, él ya se había ido de gira o a hacer un corto, y no estaba allí para firmarlo.

Me senté, miré el álbum y leí el texto. Y lo volví a leer.
“Estuviste genial en el proyecto”.

¿Cuándo firmó esto para mí? ¿Cómo es que no lo he visto antes?

Me senté sosteniendo el disco como si fuera un simpático regalo de una amigo.

Un regalo sorpresa.

Empecé a pensar en ese disco. Era un tiempo tan inocente en mi memoria. Michael. Quincy. Bruce. Bill. Miko. Jolie. Jerry. Craig. Seth. Slam Dunk Sisters. Speed Demon. Viernes familiares. Liberian Girl. Granadas. Bad. Monster Cable. The Way You Make Me Feel. Sistemas no lineales de sonido. Smooth Criminal. Letras garabateadas. Man In The MIrror. Auriculares reventados. Leave Me alone.
Un regalo del pasado. De alguien a quien echas muchísimo de menos.

Me detuve en la palabra “proyecto” y sonreí.

Proyecto era una palabra divertida para nosotros, y la usábamos todo el tiempo. Digamos que tardaba unos pocos segundos en encontrar una cinta en particular en el almacén. Bruce gritaba: “¡Brad, estás demorando el proyecto!” Michael se tronchaba de risa. O los auriculares crujían y yo tenía que ir a buscar otros. Como era de esperar, Michael decía riendo por el micrófono: “Brad, date prisa… ¡estás demorando el proyecto!” Este era el chiste corriente de todo el mundo en la sala. ¿Te tomabas demasiado tiempo para elegir menú? “¡Estás demorando el proyecto!” Salía al baño o a buscar un café: “¡Estás demorando el proyecto!”

Esta broma estuvo acompañándonos varios años, y durante el álbum HIStory, Michael incluso mandó hacer camisetas para el equipo que decían, adivinen: “¡Estás demorando el proyecto!”

Cuantos recuerdos. Cuantos años.

Estuve hasta última hora ordenando todo y me fui hasta la mesa de comedor, donde estaba mi disco firmado y dispuesto para ser colocado en un lugar más adecuado.

Es curioso como un simple LP con unas palabras garabateadas en él puede poner mi cabeza patas arriba. Este regalo… este regalo del pasado, de un querido amigo.

Yo solía echarme a reír cuando sonaba el teléfono en mitad de la noche, sabiendo que probablemente sería Michael preguntando por una mezcla, un nuevo proyecto o si podía inventarme un modo de grabar pájaros en los árboles de Neverland.

Echo de menos esas llamadas.

Solía entrar corriendo al estudio con una nueva canción y empezaba a hacer beatbox en cualquier micrófono que encontraba, para poderla dejar grabada. O entraba con Bubbles vistiendo un pequeño mono (Bubbles, no Michael) y me pedía que lo sujetara mientras cantaba (a Bubbles, no a Michael).

Sí, también echo eso de menos.

Guerras de palomitas. Nachos. Haciendo voces en broma. Dando vueltas en la silla. Es curioso como tener un álbum en mis manos puede desencadenar un mar de recuerdos. Quizás curioso no sea la palabra, o quizás sí.

Así que esto fue como una palmadita, una especie de regalo final desde el pasado.

Hay algunas palabras o frases que no me gustan nada: Una sola vez en la vida. Final. Solo. Adios.

No quiero que un descubrimiento del pasado sea mi regalo ”final” de Michael, pero seamos realistas, dudo que vuelva a pasar. Me pillaste, Michael, buen trabajo.

Completamente inesperado y apreciado más de lo que realmente puedo explicar en un comentario breve. Pero esos son los mejores regalos, ¿no es así? Fui –y soy- muy afortunado. Gracias por el regalo, Michael. Será un objeto valioso de mi colección.

Brad Sundberg

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