No se si habéis visto una pelicula de 2008 titulada "La duda". Hay una escena en la que el protagonista, un sacerdote, cuenta la historia de una mujer acude a él para pedirle perdón por haber extendido un rumor acusatorio contra su reputación. El tipo le dice: "Quiero que vayas a casa. Coge una almohada y sube con ella al tejado, rájala con un cuchillo y vuelve aquí". Tras hacerlo la señora vuelve y él le pregunta:
- ¿Rajaste la almohada con el cuchillo?
- Si, Padre.
- ¿Y cuál fue el resultado?
- Plumas, plumas por todas partes, Padre
- Ahora quiero que vuelvas y recogas todas y cada una de las plumas esparcidas.
- Bueno, eso es imposible. No se dónde habrán ido. El viento se las llevó todas.
- Pues eso son los rumores.
Por desgracia, nosotros siempre estaremos en la calle viendo como nos llueven esas plumas (envenenadas) y jamás las podremos recoger todas. El que las esparce siempre tiene las de ganar. Da igual que el FBI desmienta la información porque el mal ya está hecho. Internet es mucho más rápido y eficaz que el viendo a la hora de esparcir la basura. Sin embargo no funciona de igual forma para hacerlo con la verdad. Podemos luchar cuanto queramos, pero siempre estaremos en el lado de las víctimas. Tenemos poco que ganar y mucho que perder. De momento ya perdimos a Michael.