Kapital
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Lastima que el protagonista ya no esté y parezca que estamos viendo un espejismo.
Eso mismo sentí el otro día viendo el concierto y viendo la gran presentación de la edición "deluxe" de Bad en Mediamarkt.
Era como volver a los buenos tiempos, incluso a los 80´, en los que salían aquellos míticos discos, videos, actuaciones, que eran un verdadero regocijo para el fan a unos niveles emocionales sin parangón y que no se puenden explicar con palabras.
Algo parecido a aquel sentimiento es lo que sentí viendo el concierto en Wembley pero también puedes sentir una sensación extraña de ver a Michael en pantalla y pensar que hace ya tres años pasó un evento que no queremos ni recordar, que él nunca volverá y que nunca podremos disfrutar de su alegría de vivir y de su sonrisa contagiosa.
No sé, que sensación más extraña. Es como volver a los 80´ pero sin poder tener presente al principal artifice de nuestra alegría.
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