Después de morir, no hay nada. Nuestra existencia desaparece, nuestra mente deja de existir.
Después de morir devuelve lo mismo que sentimos antes de nacer: nada. No hay conciencia de ningún tipo.
No existe Dios. Lamentablemente es todo invento basándose en la debilidad e incredulidad del ser humano de todos los tiempos.
Dicho todo esto, eso no significa que no respete las religiones y la fe de otros. Es más, me siento con el deber de inculcar a mi hija para que ella, más adelante, decida que es lo que quiere creer ella.
Y la vida eterna, para mi, es como recordamos a los que ya no existen según sus actos, según lo que dejan de vivir: son eternos mientras permanezcan en nuestros pensamientos.
Por eso mismo, no podemos ser ajenos a la responsabilidad de existir como seres humanos, razonables, conscientes y pensantes. Tenemos una responsabilidad ética, moral y civil desde que nacemos, hasta que llega nuestra muerte. Y nuestro deber como personas, también, es extender nuestra existencia lo más posible.
Les dejo este video, fascinante. Probablemente el mejor video que he visto en YouTube.
Para mi, morir es adelantarse y llegar al final de los tiempos, porque, así como los humanos y los animales dejamos de existir, eventualmente el universo también lo hará.