Tristemente la idea de que haya algo después de morir es inmensamente absurda, sobre todo para aquellas personas que entienden como funcionan los seres humanos y su proceso fisiológico.
Tal vez pensar que podíamos seguir sintiendo nuestras emociones, nuestro entorno y nuestra consciencia después de morir tenía sentido para aquellas antiguas civilizaciones que sabían poco o nada sobre todo esto, pero hoy en día solo hay tres tipos de personas que pueden tomarse esto en serio.
1. Aquellas personas que no conocen nada sobre física, biología y los procesos fisiológicos que mantienen a un ser humano vivo.
2. Aquellas que tienen creencias religiosas o espirituales profundas que dicen que esto es posible y se apegan a ellas, pensando que de alguna manera desconocida o sobrenatural esto puede ser posible.
3. Aquellas personas que sí saben como funcionan los seres humanos y el universo que lo rodea o tienen una idea de ello, pero deciden ignorarlo y aun así apegarse a sus creencias aunque estas no tengan ningún sustento.
La respuesta de lo que pasa después de morir es increíblemente sencilla de entender, cosa inusual en el universo, y es que no necesitamos ir allá para saber que pasa, que por definición es imposible, basta con una sencilla extrapolación.
Resulta que el ser humano es una máquina igual que cualquier otra, con partes medibles y funcionales que hacen que funcione. Los sentimientos, como el amor, la rabia, el odio, la empatía, la tristeza y todas nuestras emociones, vienen dictadas por unos bioquímicos específicos y eso es lo que nos hace sentir todo lo que sentimos, ser quienes somos, esos químicos no son más que cadenas de moléculas de elementos que no son diferentes ni especiales, y cuando morimos lo que sucede es que sencillamente todo eso deja de funcionar.
Pensar que esos bioquímicos de alguna manera pueden irse a otra parte o de alguna manera formarse en otra parte es.... pues muy tonto. No tiene cabida por ningún lado en el que se mire.
Antes no sabíamos todo esto, antes creíamos que nuestros sentimientos eran algo externo a nuestro cuerpo, pero ya sabemos que no es así, ya sabemos exactamente que partes hacen que sintamos cosas y como funcionan para que seamos nosotros y veamos el mundo como lo vemos, y son partes físicas igual que cualquier otra cosa, ya no hay excusas.
Solo hay una forma en la que creo yo que la vida después de la muerte pueda ser posible y tenga sentido, sola una, y es que el universo sea una simulación. Es la única forma posible y es demasiado improbable como para que pueda tomarse en serio.