A mí también me han dicho muchas veces que parezco árabe. Una vez, incluso, cuando tenía 17 o 18 años y trabajaba de panadera, había (y hay) una mujer aquí en mi pueblo que cuando venía a comprar el pan, no quería que le atendiera yo porque pensaba que era "mora" o "sudaca". Yo encantada de no atenderle, cuando entraba en la tienda yo no le hacía ni caso.
En mi pueblo, los dueños de esa panadería tenían tres tiendas (pastelerías) más, y las dependientas íbamos haciendo turnos, por lo que no siempre trabajaba con la misma compañera. Tendríais que ver la cara que se le puso a la mujer una vez que no quiso que le atendiera yo y le atendió mi compañera, que se llamaba Fátima (aunque no era "mora"). :jajaja: Parecía la señorita Rottenmeier, echando pestes sobre nosotras...
¡Qué desgracia de mujer! Todo lo que se llevaba de la tienda lo dejaba a deber y luego iba de señorita ricachona como si se hubiera tragado un palo de lo estirada que iba... Porque no se llevaba una simple barra de pan para poder comer, no, se llevaba cada postre, cada tarta y cada bolsa de kilos de bombones que daba gloria verla... Un día fue a decirle al jefe que se estaba muriendo y por eso no le podía pagar. :jajaja: De eso hace casi diez años y ayer la vi paseando por la calle... ¡Qué jeta! :7:
En fin, no sé por qué cuento esto... Me voy a dormir.