Capítulo 15- La cena infernal
(Cuando Prince se fue a la reunión, decidí hacerle caso y visitar la casa.
Me subí en un ascensor y pensé en ir a los sótanos, no preguntéis por qué, pero yo siempre he sido muy curiosa.
Le dí al menos uno y aparecí en una de las cocheras, había distintos coches, lamborguinis, ferraris, audis, todos ellos tuneados y pintados de morado con el símolo de Prince. Al lado estaban las limusinas también moradas. Desde fuera se veía los lujos que llevaban cada una de ellas. Me llamó especialmente la atención una de ellas que era azul en el exterior y morada la tapicería de dentro, abrí una de las puertas y me metí. Estuve toqueteando unos botones y se abrió un jacuzzi vacío morado y toqué otro botón y sonó la alarma de robos de la limusina)
Ana – Joder, n,no,no mierda (decía intentando apagar la alarma)
(De repente vinieron los hombres de seguridad de la casa y por lo que ví no me reconocieron puesto que me quitaron de un golpe)
Ana – Eh, de verdad esto es un error, yo no pretendía robar nada, en serio, trabajo para Prince soy su abogada (intenté sacar la identificación pero no la llevaba encima)
Arnold- Si claro, díselo a la policía, viene de camino
(De pronto vino Prince corriendo)
Ana – Prince dí que trabajo para ti
Prince – Si, chicos, soltádla, ella tiene vía libre para andar por donde quiera
Arnold – Pero señor, hemos llamado a la policía
Prince – Pues volved a llamar y decidles que ha habido una confusión, y no quiero que se repita más lo de hoy ¿entendido?
Arnold – Si señor
(Los seguratas se fueron y quedamos Prince y yo nos quedamos hablando)
Prince – Si querías que te enseñara mis coches, sólo tenías que decírmelo
Ana – Lo siento, de verdad, como me diste carta blanca para visitar la casa, me tomé la libertad de bajar al sótano, no pensé que habría una alarma , lo siento de verdad (me agarró por la cintura)
Prince – Ana, no pasa nada cielo, tú puedes ver lo que quieras, eres mi invitada de honor
Ana – Ya, pero no quiero que tengas una idea equivocada de mi
Prince – Yo sé perfectamente como eres Ana, mañana por la noche te tengo una sorpresa
Ana - ¿Qué sorpresa?
Prince – Ahhhh, por eso es una sorpresa, mañana la verás. Por cierto, a las 9 se cena en esta casa. ¿Te gusta la jambalaya?
Ana – No se que es eso
Prince – Un plato de comida que te va a encantar
Ana – Vale a las 9 bajo
Prince - ¿Sabes dónde se cena no?
Ana – Si, papá, jajaj
Prince – Um me encanta que me digas papá (dijo relamiéndose)
(Subí a mi habitación y antes de que me diese cuenta se me hizo la hora de la cena, llegué un cuarto de hora tarde)
Prince – Pensaba que me habias dejado plantado
Ana – Lo siento pero es que no me había dado tiempo a terminar
Prince- No pasa nada, ven te tengo un regalo
Ana - ¿Es esa la sorpresa? (dije intrigada)
Prince – Bueno, una de ellas, pero no puedes abrirlo hasta la cena de mañana
Ana - ¿Y eso por qué?
Prince – Am..., ya lo entenderás mañana
(Me acerqué a una foto de él de pequeño, una de las pocas fotos de su infancia que tenía)
Ana - ¿éste eres tú?
Prince – Si
Ana – Que gracioso estás aquí por favor
Prince - ¿Te gusta?
Ana – Si, estás muy guapo
Prince – Ven (me cogió de la mano), esto que te voy a mostrar, no se lo he mostrado a nadie
(Abrió un albúm enorme de fotos y me estuvo enseñando fotos de él, de su padre, de su madre, hermanos, fotos de conciertos...
Ana –¿ Y este espacio tan grande?
Prince – Espero que para poner fotos tuyas y mías (dijo acercándose a mis labios)
Ana – Prince...
Prince – Ya , lo siento, Ana, no quiero presionarte, pero es que te quiero de verdad, nunca me había pasado esto con nadie
Ana – Eso seguro que se lo dices a todas
Prince – De verdad que no, sólo a ti
Ana – Bueno, será mejor que nos vayamos a dormir que mañana tenemos un día ajetreado
Prince- Vale (dijo reticiente)
Ana – Buenas noches
Prince – Buenas noches nena (me dio un beso en la cara)
(El día siguiente, fue muy aburrido, hasta que llegó la noche. A las 9 en punto tocaron al timbre, Eva el ama de llaves, abrió, eran Michael y Tatiana. Madre mía Michael estaba jodidamente perfecto, llevaba una chaqueta con tachuelas militares y unos pantalones lisos negros, estaba guapísimo. Se acercó a darme dos besos, cuando de pontó de otra habitación apareció Prince)
Prince – Buenas noches Michael, Tatiana (dijo estrechándoles las manos)
Michael – Buenas noches, toma hemos traído el vino
Prince – Gracias, pasad, cómo si estuviéseis en vuestra casa
(Nos sentamos a la mesa, Prince la presidía, a mi lado la furcia de Tatiana y a su lado Michael)
Michael – Bueno, tengo curiosidad, Ana te llamabas ¿no? ¿cómo te propuso que trabajaras para él?
(No se a qué narices estaba jugando, lo sabía perfectamente, pero lo hacía para ver mi reacción, pero si eso era lo que quería, le seguiría el juego)
Ana – Pues Prince me lo propuso (dije cogiéndole la mano, noté que Michael se ponía cada vez más tenso) y yo acepté y aquí estoy haciendo historia con este hombre maravilloso
Prince – Ana por cierto ¿has abierto mi regalo?
Ana – Ehhh no
Prince – Espera voy a buscarlo
(No tardó ni dos minutos en traerlo)
Prince – Cierra los ojos
Ana - ¿Para qué?
(Noté que me apartó el pelo del cuello y me colocó algo alrededor)
Prince – Mírate
Ana – Ohhh madre mía es hermoso (era un collar de oro blanco con forma de serpiente enroscada y rubiés rojos en los ojos)
Prince - ¿te gusta?
Tatiana - ¿Cómo no le va a gustar es precioso? Que suerte de que te regalen cosas así
Prince – Por mi nena hago lo que sea (dijo mirando fijamente a Michael, que se estaba intentando morder la lengua para no matarlo directamente)
Ana – Voy a por el postre
Michael – Yo te ayudo
(Estábamos solos en la cocina)
Michael – Ana ¿a qué juegas?
Ana - ¿Cómo que a qué juego?
Michael – Joder, estás con él
Ana – No estoy con él, pero como ya te dije no te tengo por qué dar explicaciones de nada
Michael – Vente mañana a mi casa, necesito que hablemos a solas, hazme el favor, síguele el rollo a éste para que no sospeche, ten cuidado que viene
Prince – Y el postre ¿no viene?
Ana – Si, es que estaba mirando el horno por si estaba bien hecho
Prince – No sabes que suerte tengo de tener una mujer como Ana a mi lado, es increible (y de pronto sin darme yo cuenta me cogió de la cintura y me arreó un beso de tornillo delante de las narices de Michael, que estaba que echaba humo)
Ana – Vaya, no me lo esperaba
Prince – Te quiero princesa, no tardes con el postre (se fue a la mesa)
Michael - ¿Qué te ha gustado?
Ana – Y si así fuese ¿qué?
Michael – Se qué no te besa cómo yo y que no sientes nada, absolutamente nada con él (sin darnos cuenta Prince estaba escuchando detrás de la puerta)
Ana – Déjame en paz Michael, tú has rehecho tu vida con la tipeja esa, yo puedo hacer lo que quiera
Michael – No, lo que quieras no (me besó, no tenía nada que ver con el beso de Prince, con Michael lo sentía todo)
Michael – Ven mañana a casa por favor
Ana – No te prometo nada
Michael – Eso es que vendrás te conozco demasiado bien Ana (dijo con una gran sonrisa)
(De pronto apareció Prince con el semblante furioso y calmado aparentemente)
Prince - ¿Nos tomamos el postre ya?
Ana – Sí, ya está, voy a servirlo
Prince – Vale (dijo sin parar de mirar a Michael)
(El resto de la velada permanecimos en silencio, hasta el momento de despedirnos)
Prince – Ana, buenas noches, voy a dormir estoy demasiado cansado (dijo subiendo las escaleras en dirección a su ahbitación sin tan siquiera mirarme)
Ana – Ah , vale
(Madre mía seguro que habría escuchado todo, me odiaría por no haberle contado la verdad, pero tenía que ver a Michael mañana, es más lo necesitaba, lo amaba tantísimo, pero no quería hacerle daño a Prince, se estaba portando tan bien conmigo; estab hecha un lío, y todavía se iban a torcer mucho más las cosas)
CONTINUARÁ...