Ayer estuve viendo los Grammy's del 84 y he intentado quedarme con esa imagen de un Michael brillante, reluciente, espléndido, perfecto, GUAPÍSIMO... que ganó 8 premios de un solo golpe, aquel Michael que se venció a si mismo compitiendo con sus propias canciones, aquel muchacho que llevó puestas las gafas de sol durante toda la gala debido a su gran timidez (y que solo se quitó por Katherine Hepburn).
Intenté fijar en mi recuerdo la imágen de ese Mike que sonreía como nunca, que dedicaba, con esa preciosa y característica voz de ángel, cada uno de los premios que iba ganando, uno tras otro a todos los que habían colaborado con él, pero sobre todo a "the fans in the balcony" con su cara de niño bueno a la par que un pelín travieso.
Ayer estuve viendo su primer Moonwalk en la gala de la Motown 25, e intenté quedarme para siempre con la imágen de ese Michael feliz que abrazaba a sus hermanos mientras cantaba I'll be there con su sonrisa de cuento, con sus lentejuelas por doquier.
Intenté visualizar para siempre a ese Michael que decía que le encantaban aquellas viejas melodías que nos regaló a todos junto con su niñez eterna, pero dejando claro que sobre todo, lo que más amaba eran las NUEVAS CANCIONES, y de repente... Billie Jean.
Un Billie Jean flamante que hace que te levantes del sofá aunque solo sea para gritarle mil piropos a la pantalla de la televisión.
Ayer... ayer intenté quedarme con esas y muchas otras imágenes de él, estampas de un Michael Jackson siempre radiante, siempre perfecto, misterioso, sexy, sensual, sexual, que nos hacía y hace desfallecer con tan solo un golpe de cadera.
Intenté quedarme con ese muchacho que nos inspiraba ternura a la par que un calentón impresionante cada vez que movía la pelvis, el brazo, la ceja, cualquier parte de su cuerpo. Ese es Michael Jackson y siempre lo será entre otras muchas cosas.
Juro que lo intento con todas mis fuerzas, y cada vez que lo hago, me da la impresión de que sigue vivo, de que sigue aquí, de que no se ha ido, de que no está vencido...
A veces me percato de cuál es la realidad, y es ahí cuando realmente me invade la asquerosa tristeza. Es entónces cuando escribo aquí y también intento animaros, así que lo dicho: quedaos con estas y otras muchas maravillosas imágenes de él, aunque sea difícil olvidar que ya no está...
Gracias chicas por andar por aquí!!! un besazo!