¿Sabeís cuantas definiciones tiene la palabra sensible? Y todas todas son bonitas. Quizás la que más me gusta de todas es la que hace referencia al hecho de que el sensible además de ser capaz de distinguir con facilidad la belleza de las cosas, es el que se siente más facilmente emocionado o herido.
A la gente no le gusta que la hieran, ¿a quién le gusta que le hagan daño? pero ¿a cúantos les gustan que les quieran? Aunque suene a frase biblica si quieres que te den amor da amor y si eso implica que te dañen "sin querer" abre los brazos a esa pequeña desventaja o no vivirás y sentirás de verdad lo que puede llegar a darte una persona cuando entrega todo todo el amor que el humano es capaz de dar.
Hace mucho tiempo, mi abuelita, me dijo que aunque me hicieran daño debía seguir siendo la misma de siempre. Cuando eres pequeña, parece que eso ni siquiera tienes ni que pensarlo. Sale de ti mismo con naturalidad. Pero cuando empiezas a crecer y ganas en experiencias tú misma creas una especie de escudo, casi siempre sin ser conscientes de ello, para que no te hieran. Ese escudo somos capaces de quitarlo cuando vemos que la persona que tenemos delante necesita amor. Ojo, no que tú quieres amor, si no que ella lo necesita. Si somos capaces de ponernos en su piel y somos lo suficientemente fuertes y valientes, bajamos esos escudos aún sabiendo que tenemos la probabilidad de que ese amor que tú vas a entregar con todo tu alma sea devuelto de forma errónea y tú acabes al final herido. Esa herida duele, sangra,pero esa herida ha surgido gracias al amor. ¿Cómo puede ser malo recibirla? Es doloroso recibirla, claro que sí, pero en eso consiste el ser sensibles. En ser lo más parecido que podemos a la representación del amor. A mi me han hecho daño, claro que si. Quizás tengo la facultad de que cuando me hacen daño, y saltó (una amiga hace poco dijo que tengo mucho genio) al momento se me ha pasado. Pongo en una balanza el amor,entregado y recibido, y en otro el dolor que me han hecho siempre sin querer, y gana siempre, siempre el amor. Así veo yo la vida. Si te hacen daño y te golpean, por la otra mejilla, y sigue dando amor. Jamás debemos esconder nuestros propios sentimientos por temor a que nos hagan daño. Jamás debemos dejar de amar a la persona que queremos por temor a que nos vuelva a hacer daño. Porque entonces, no seremos nosotros mismos. Seremos algo parecido a lo que fuimos. No es bonito el dolor, pero si todo lo que significa que podamos sentirlo.
Y Michael fue un buen maestro de la sensibilidad y de la entrega de amor sin ser correspondido
. Buena y bonita reflexión, verdades como puños has dicho.
