Buenos días,
Conllevaba algunas jornadas sin acceder a vuestro foro. Gajes personales me lo han imposibilitado. No obstante, desde entonces, he retomado la audición de los temas contenidos en Xscape, pues, de hecho, debo reconocer que he terminado adquiriendo (el día 13, para mayores señas) el ejemplar de lujo en un muy conocido y notorio centro comercial radicado en España.
A continuación, en las próximas líneas, voy a emitir mi valoración final, un tanto más madurada, bajo el prisma de la serenidad y el sosiego, tras haber canalizado una perspectiva de enfoque un tanto más racional y objetiva (siempre, evidentemente, enmarcado en el seno de la parcialidad de criterio de cada cual) acerca de la visión de conjunto del disco en cuestión.
Adoptando conceptos propios del Márketing, podemos destacar las siguientes variables referidas en lo sucesivo:
a) PRODUCTO CENTRAL (el cual mide el objetivo perseguido por la organización -en este caso, Sony- a la hora de producir, proveer y suministrar un producto, bien o servicio -Xscape- al público objetivo determinado en el Plan Estratégico de Márketing promovido para la ocasión): reconducir a Michael Jackson a la cúspide de las listas de éxitos musicales, compitiendo, frente a frente, junto a los 'referentes' (en lo comercial) de mayor pegada y tirón de una industria discográfica en plena fase de transición, de lo analógico a lo digital (Beyoncé, Justin Timberlake, Adele, Katy Perry, Shakira...). Aparte de lo anterior, resarcir, en la medida de lo posible, a los seguidores del astro estadounidense, tras la tibia acogida recepcionada con motivo del estreno de Michael, en 2010. ¿De qué modo? Abarcando las sesiones grabadas originariamente por Jackson, entre 1983 y 1999, en una edición especial, junto a las retrabajadas por los productores responsables del proyecto, a saber: Timbaland, Rodney Jerkins, Stargate, 'J-Roc' Harmon, John McClain... todos ellos bajo la batuta de L. A. Reid, a fin de, aparentemente, conferirle a las mismas una pátina más contemporánea.
b) PRODUCTO REAL (es decir, qué contiene el producto, bien o servicio, así como una descripción somera del mismo): Xscape consta de diecisiete temas (en la edición deluxe; ocho en la estándar), siendo una de ellas una versión compuesta a dúo por Justin Timberlake: Love Never Felt So Good. He aquí mi puntuación final -y definitiva- conferida a todas ellas, resaltando algunos elementos de cada una:
1) Love Never Felt So Good -2014; en solitario-: magnífico trabajo de McClain, con reminiscencias del Michael de Off the Wall, en plena etapa de plenitud física y anímica. Un ejemplo de lo bien que una canción, aun en un estado primigenio, puede ser reformulada, apelando a las esencias de aquél a quien se homenajea, sin propósito alguno de sobreproducción, ni de alardes estentóreos de carácter innecesario e insignificante. Podría, al cabo de unos años, ser identificada como -salvando las distancias, evidentemente, con respecto a las de la discografía oficial- un clásico de MJ. Nota: A.
2) Chicago -2014-: otro tanto de lo mismo, en esta ocasión, debiendo recaer el reconocimiento de tal labor a la figura de Timbaland. Con o sin la aportación vocálica de los patos a su enderredor (discutible o no tal faceta), han obrado casi lo indecible: convertir una pista down-tempo en otra de reminiscencias medio rock. Y que engancha en cuanto te habitúas a ella, al cabo de las reproducciones. Nota: A-.
3) Loving You -2014-: en ésta, la percusión instrumental ha sido reforzada coherentemente con los trazos marcados por la original, modernizándola visiblemente -a destacar el puente sonoro del intermedio; un sonido muy característico del R&B de nuestro tiempo- y mejorándola a todas luces. Breve en cuanto a duración -como la pieza de mediados de los ochenta-. No obstante, huelga afirmar que, en mi opinión -y frente a las dos primeras mencionadas con anterioridad- no gozará de tanto predicamento en las listas. Nota: B+.
4) A Place with No Name -2014-: este álbum conllevaba una senda más que brillante y prometedora... hasta toparnos con esta versión, la cual ha corrido a cargo de Stargate. Inicialmente la suspendí de forma clamorosísima, con una E, llegando a equipararla con las tres apócrifas de Michael en cuanto a su resultado global. Quizá exageré en parte. Podría aprobar, pues mejora la percepción y acogida hacia la misma del oyente al revisionarla en múltiples ocasiones. Pero, en mi opinión, se trata de una de las peores -ya emitiré mis siguientes elecciones en lo tocante a esta categoría- contemporaneizaciones de este trabajo. Si la canción original te induce a la calma y disfrutas asimismo de su escucha, ésta se torna, casi, casi, intragable, más allá de la primera lectura de la misma (por la base instrumental, inspirada -y prácticamente calcada a la de Leave Me Alone). Además -y cuando a Michael se le reprendía por la propensión manida hacia el alargamiento excesivo de sus canciones, a partir de Dangerous-, Stargate y demás productores de este tema la han extendido más si cabe -en relación a la esbozada por Jackson-, con unos resultados más que discutibles. Nota: D+/C.
5) Slave to the Rhythm -2014-: prometía bastante en virtud del anticipo de cuarenta segundos, a resultas de la emisión del anuncio de promoción del Sony Xperia. Finalmente, tantas expectativas permanecen en tierra de nadie; en síntesis, no constituye una abominación digna de ser repelida, aunque tampoco sume al éxtasis a quien disponga de ella para su visionado. Carece de garra, fundamentalmente en los segundos en los que discurre el estribillo, brindándole un marchamo de linealidad plana un tanto decepcionante. Al menos, se fundamenta en la versión original, bosquejada allá por el año 1989 -extraña el hecho de que no existan, más allá de la remezcla frustrada de Tricky de 2010, desarrollos de la línea original del tema descartado de las sesiones de Dangerous-. Honestamente, no creo que llame la atención entre el público -la edición de 2014; habría apostado por adentrar en una licuadora las ediciones de Tricky, Michael y Timbaland, y refundir las ideas de unas y otras, hasta dar con el clavo. Nota: C+/B-.
6) Do You Know Where Your Children Are -2014-: de acuerdo con mi criterio personal -y, por tanto, relativo- el peor ejemplar revisionado. ¿Motivo aducible? El soniquete a medio camino entre el MIDI y la Nintendo que todos conocimos -quienes nacieron a comienzos o, a lo sumo, mediados de los años ochenta-, martilleándonos la cabeza desde el primer segundo de emisión. Timbaland no ha conseguido su propósito inicial: modernizar la canción. La ha envejecido. Si era definida como un tema desechado para el álbum Dangerous, la nueva versión parece emanada de las grabaciones de Bad. Segunda muestra indigerible. A los dos minutos de reproduccción, te afanas a efectos de deshacerte de ella. Ni punto de comparación con la original, mucho más sencilla, menos estridente y más personal que la descrita en estas líneas. Empero, llego a comprender, quizá, la causa por la cual -como aconteció de idéntico modo con A Place with No Name- le arrogaron tales cadencias rítmicas, con buena y honorable intención. Pero no han sabido dignificarlas. Nota: D/D+.
7) Blue Gangsta -2014-: el minuto inicial induce a la esperanza. Un prólogo de voces cacofónicas sobrecogedor y ambicioso. Una vez transcurrido tal compás de espera, una sucesión de efectos de producción electrónica dan al traste con esta canción. He de admitir el respeto profesado, en algunos pasajes, a la línea dictada por la original -la bocinada del desenlace, a lo James Bond-, pero, una vez más, ha sido desvirtuada y descafeinada. Nota: C-/C.
8) Xscape -2014-: no lo tenía nada fácil Jerkins. Ya había producido, junto a Michael, este tema, no incluido sorprendentemente en la terna de Invincible, en 2001, con un bagaje esplendoroso. Lo más lógico, en estricta consecuencia, habría residido en defenestrar el buen recuerdo que preservábamos de aquella canción. Pues lo consiguió. La cuarta mejor adaptación -en cuanto a pertinencia e idoneidad, en parámetros de calidad musical-. Con un estilo diametralmente opuesto al pergeñado en la década pasada, se aproxima a la noción decretada por Love Never Felt So Good, consistente en adoptar imbricaciones de Off the Wall. Una apuesta arriesgada, rarísima -el ritmo y la letra no concuerdan casi en absoluto-, pero acertada -aun hallándose a años luz de la original-. Podría dar la campanada. Nota: B+.
9) Love Never Felt So Good -original; demo-: la calidad de sonido ha sido mejorada, y la voz de Michael, al compás del chasquido de sus dedos y del piano como acompañamiento, ha sido potenciada. No tendría nada que envidiar a la edición de 2014, pero ha sido pulida un paso más allá. Nota: B+.
10) Chicago -original-: de las facilitadas del repertorio de Michael, previsiblemente la más endeble. Proveniente de las sesiones de Invincible, en 1999, la encuentro un tanto blanda y parsimoniosa -en cuanto a ritmo- y mejorable en su conjunto. Ha sido, afortunadamente, bien enderezada, haciéndola más atemporal. Una segunda vuelta de tuerca a Liberian Girl. Nota: C+.
11) Loving You -original-: algo más destacable que la anterior, en esta ocasión resultante de aquellas prolíficas estancias de grabación de mediados de 1980, en las cuales Michael parecía hallarse infinitamente pródigo en inspiración. Algo menos elaborada que I'm So Blue, o Free, resulta concebible su exclusión de Bad 25 hacía dos años. Precisaba de un leve retoque final; a pesar de ello, resulta igualmente encantadora. Con la versión de 2014 ha salido ganando. Nota: B.
12) A Place with No Name -original-: expuesta tal y como fue filtrada hacía algunos años -sin apenas ninguna perceptible innovación introducida-, con ésta las ediciones originales comienzan a superar a las modernizadas, remontando la desventaja inicial de 3-0 a favor, en principio, de éstas. Frente a su álter ego, ésta sí puede ser disfrutada e inclusive admirada. Nota: B+/A-.
13) Slave to the Rhythm -original-: de 1989, ha supuesto la principal -e inesperada- sorpresa mayúscula de Xscape. En contraposición a la de Timbaland, su ritmo resulta más adictivo y estimulante (pareciera estar presenciando la banda sonora de la telenovela televisiva The Babysitter; discúlpenme tal tropelía, pero es la primera impresión que se me sobreviene a la mente en cuanto se inicia la pista musical), más compatible a lo expresado por Jackson en la letra. Pero podría haber aspirado Michael a algo más ambicioso, de conformidad con aquéllo que podría haberse inferido del título de una canción como la reseñada. Más intensidad, por ejemplo. Pero resulta notable la original. Nota: B/B+.
14) Do You Know Where Your Children Are -original-: consigno exactamente lo mismo que lo apuntado con anterioridad con A Place with No Name. Se antoja más dulcificante para los oídos, con las guitarras electrónicas de fondo, y sin el zumbido permanente del sonido MIDI ochentero. Ésta resulta más atemporal. A preeminar el extracto recitado por Jackson, en el cual modifica el tempo inicial de la canción: Save Me! Aunque podría llegar a intuir el motivo por el que fue desechada para Dangerous. Le faltaba un ápice para trascender frente a las catorce finalmente editadas aquel año. Nota: B/B+.
15) Blue Gangsta -original-: la secuela de Smooth Criminal. Han sido introducidos efectos de sonido, casi al término de la canción, alcanzando ésta el clímax necesario para que la voz de Jackson haga el resto. Si la muestra filtrada había colmado mi satisfacción, ahora, con estos elementos definitivos -una manifestación evidente de cuánto trabajaba y se esmeraba en sus proyectos Michael, aun no publicando oficialmente ningún disco, hasta el más mínimo detalle por escrutar- la elevan a la categoría de mítica. Deduzco que a esta canción le incrustaron reverberaciones electrónicas -en la homóloga de 2014-, para así encandilar al público más joven, pues ésta se hallaba, a priori, más predispuesta hacia el seguidor maduro (35-50 años) del genio de Indiana. Nota: A+.
16) Xscape -original-: también le han sido adheridas algunas variantes. El flujo vocal de viento ascendente -a la usanza de Beat It- como preludio al estribillo, impagable. Con un impacto descomunal, bien podría haber entrañado la segunda parte sucedánea de Scream -dadas las similitudes presentes en la letra de ambas-. Nota: A+.
17) Love Never Felt So Good -dueto con Justin Timberlake-: cuando la escucho, inmediatamente me remonto a dos películas: Casino y Ocean's Eleven, producido por el tintineo -tiqui-tiquí- que media a lo largo de la misma. Correcta interpretación de Timberlake. Ha copado las primeras posiciones en Billboard, al menos, durante una semana. Personalmente, me decanto por la versión en solitario, de 2014. Nota: B/B+.
c) PRODUCTO AUMENTADO (accesorios adicionales incorporados al producto, más allá de lo ofrecido en él, y que generan valor añadido): un diseño de vanguardia -el de la edición deluxe-, estéticamente más elaborado que el de álbumes como Blood on the Dance Floor o Invincible, se evidencia con cuánto ahínco Sony ha apostado fuerte por dicho proyecto (podría haber hecho lo propio una década atrás, con Jackson en pleno uso de sus facultades vitales). En la portada, Michael Jackson vislumbra fijamente al espectador, frunciendo un cariz retador y desafiante, sostenido bajo la mampara de una esfera elíptica con tintes violáceos y remedos de signo espacial, que encubre la mitad de su rostro (y la totalidad de su cuerpo, engalanado con los aderezos de la etapa de HIStory, bien cubiertos bajo el fondo púrpuro, para así brindar una sensación de novedad nunca vista antaño). En el interior, figuran retazos de óleos de colorines muy singulares, y un Michael extendiendo la palma de su mano hacia adelante, portando un sombrero a juego con su carácter. Como contrapartida, un póster en el cual podemos ver a Michael en la etapa de Blood on the Dance Floor, señalándonos con el dedo índice, portando anillo de compromiso incluido. Como colofón, un DVD con las impresiones emitidas por los productores, así como un sucinto resumen y breviario en el que se desgrana el proceso de elaboración del álbum.
Conclusiones:
a) Love Never Felt So Good, Chicago y Loving You han sido atinadamente mejoradas.
b) A Place with No Name, Do You Know Where Your Children Are y Blue Gangsta, precisamente lo contrario.
c) Una Xscape sorprendentemente aceptable, pero a cierta distancia de la original.
d) De Slave to the Rhythm podría haberse deparado algo más -de ambas versiones-.
e) Para mí, los singles potenciales de este álbum podrían ser: Love Never Felt So Good -de facto, ya lo ha sido-; Xscape y, quizá, Chicago.
f) Para tratarse de un disco póstumo, buen trabajo. Además, han sido anexionadas las versiones originales. Pero podrían haber extraído mayor jugo de las peor retrabajadas. Con ello, el bagaje final habría resultado infinitamente mucho más alentador. Francamente, no entiendo cómo -dado su módico precio de adquisición- han producido dos ediciones -la estándar y la deluxe-, pudiendo haber puesto a la venta simplemente una de ellas -la de ribetes áureos-. ¿Alguien se dignará a comprar la de la carátula gris/plateada?
VALORACIÓN FINAL (sobre un total de cinco estrellas): ***1/2.
Un cordial saludo a todos.