chaplin
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¿Ha entrado ya la nueva ley antitabaco? Es que parece que no se nota en absoluto. Sin ir más lejos, hoy he entrado en un bar, de esos que es tan difícil de encontrar(no fumadores, prohibido fumar, no permitido fumar, cualquier referencia que describe en definitiva que no se permite y punto) y sorpresa; una tiparraca con su cilíndrico veneno en su mano, y nadie le dice nada. ¿por qué? ¿Debo yo marcharme o montar un belen por semejante acto de rebeldía, intolerancia, en fin y al cabo; yo los veo como fundamentalistas del humo haciendo apología del tabaco. Yo me he marchado del bar, porque veo ilógico que tenga que andar detrás de estos drogadictos (así se autodefinen cuando les conviene) defendiendo un derecho tan natural como el de respirar un aíre limpio.
Esta ley la veo sinceramente muy blanda, ya que sólo se nota un cambio en el ámbito laboral; puesto que en el tema de hostelería la ley se la pasan por el forro, como siempre lo han hecho. En mi derecho de defenderme de los humos, en este caso concreto en un bar que creía que no se iba a permitir fumar. Por ejemplo como cada uno es libre de saltarse la ley como le da la gana, fumadores ¿que os parecería que un no fumador o simplemente alguien que le moleste el humo, os escupiera, os rociase de alcohol(cerveza, vino,etc)? Es triste llegar a pensar así, pero con la intolerancia que demuestran la gran mayoría de las veces los fumadores a mí sólo me entran ganas de ir con un extintor de mano e ir apagando cuantos cigarros indebidamente encendidos en sitios prohibidos, y apagar ese humo mortal que desprenden. Como último recurso los gasearía a todos, a lo mejor sólo así entenderían que realmente molesta el puto humo de los huevos.
Admiro profundamente la posición que se mantienen en países como Italia y ciudades como Nueva York. Por favor dejemos de soslayar el hecho de que el humo del tabaco mata, porque realmente lo hace; además es algo injusto e innecesario que alguien que no fuma tenga que compartir su puñetera droga( que por cierto en estos momentos no conozco otra que hagan que se droguen los demás sin quererlo).
Esto realmente no es una guerra entre fumadores y no fumadores, puesto que la batalla la tienen perdida (cuanto van a trabajar los oncólogos y demás profesionales sanitarios en un futuro no muy lejano por temas como:enfisemas y todo abanico de cánceres habidos y por haber)
Quizá encontréis estas declaraciones un tanto extremistas, pero es que al final uno se cansa de transigir y marginarse (por salud) por darle el enfermizo gusto a los fumadores de matarse y matar a los que no quieren morir de esa manera tan absurda. Situaciones como las que voy a contar a continuación me hacen ser así:
_ Un día como otro cualquiera me encuentro en un Carrefour de mi ciudad, en
un recinto en el que pone bien grande; prohibido fumar. Hasta aquí todo normal. Estoy en la cola de la caja central para hacer una devolución de unos mejillones, cual es mi sorpresa; detrás hay una persona, en este caso un hombre de mediana edad que está fumando, y no lo hace de manera discreta, no, lo hace de una manera que poco más y me está quemando la ropa. Yo le digo educadamente que por favor apague su cigarro o salga afuera a fumar porque donde lo está haciendo está prohibido. El hombre me mira como si me hubiese cagado en los muertos de toda su familia y me empieza a decir, palabras textuales: lo apagaré si me sale de los huevos, quién te has creído tú, muñequito para decirme lo que tengo que hacer. Él lo apaga porque ve que hay guardias de seguridad alrededor, pero aquí no acaba la historia. Acto seguido me empieza a decir que me va a denunciar :jajaja: (en todo caso estaría en mi derecho de hacerlo yo, pero bueno), que no tiene otra cosa que hacer y que me va a seguir toda la tarde, que me va a hacer la vida imposible, que vayamos a la comisaría y lo solucionemos en un juicio, etc. Como él, ve que no entro en su juego, empieza a provocarme para que le pegue y empieza a empujarme y a decirme venga, cachitas (puntualización;el tabaco también provoca ceguera, porque yo no estoy cachas), muñequito vamos a pegarnos si eres hombre. Yo me quedo así y recapacito unos segundos, tiempo suficiente como para no entrar en su juego y dirigirme a un par de seguratas que pululaban por el recinto. Les digo lo sucedido; lo del cigarro, que me está amenazando físicamente y me dicen que no pueden hacer nada, que nos vayamos a la calle los dos y lo arreglemos allí. Yo me voy a la calle y el tipo me empieza a seguir y a decirme ven aquí muñequito que te voy a espabilar, cabrón. Empiezo a acelerar el paso, doblo calles y acabo perdiéndole porque lo dejo sin fuelle(mis pulmones están limpios de tabaco). Creo que actúe con cabeza porque si hubiese entrado en su juego hubiese perdido yo por semejante tontería(hizó de un naipes un castillo). No he fumado en mi vida y estoy super orgulloso. Nadie de mi familia tampoco fuma. Por lo menos algo es algo, pero es salir a la calle y ver chimeneas andantes allá por donde vayas. En la calle me da igual pero no en sitios cerrados.
Hasta los propios fumadores no soportan el humo directo del tabaco, y para ejemplo el de un antiguo trabajo en una fabrica. Había por decreto dos comedores, uno para fumadores y otro para no, pues la práctica totalidad de los fumadores comían aunque fuese de pie en el de no fumadores porque les molestaba el humo al comer, y luego se iban a fumar al suyo.
En fin, queridos fumadores las leyes están para ser cumplidas y para beneficio de todos, incluso vuestro aunque no lo creáis. Los no fumadores no somos ni debemos ser policías para hacer prevalecer nuestros derechos.
Por una parte respeto profundamente a la gente que hace cuanto esté en sus manos para abandonar esta triste e inútil droga, y por otra siento auténtica lástima por la parte de aquéllos que, teniendo toda información a su alcance para hacerlo y conociendo de sobra sus perjuicios no sólo no quieren dejarlo sino que hace apología del tabaco.
Esta ley la veo sinceramente muy blanda, ya que sólo se nota un cambio en el ámbito laboral; puesto que en el tema de hostelería la ley se la pasan por el forro, como siempre lo han hecho. En mi derecho de defenderme de los humos, en este caso concreto en un bar que creía que no se iba a permitir fumar. Por ejemplo como cada uno es libre de saltarse la ley como le da la gana, fumadores ¿que os parecería que un no fumador o simplemente alguien que le moleste el humo, os escupiera, os rociase de alcohol(cerveza, vino,etc)? Es triste llegar a pensar así, pero con la intolerancia que demuestran la gran mayoría de las veces los fumadores a mí sólo me entran ganas de ir con un extintor de mano e ir apagando cuantos cigarros indebidamente encendidos en sitios prohibidos, y apagar ese humo mortal que desprenden. Como último recurso los gasearía a todos, a lo mejor sólo así entenderían que realmente molesta el puto humo de los huevos.
Admiro profundamente la posición que se mantienen en países como Italia y ciudades como Nueva York. Por favor dejemos de soslayar el hecho de que el humo del tabaco mata, porque realmente lo hace; además es algo injusto e innecesario que alguien que no fuma tenga que compartir su puñetera droga( que por cierto en estos momentos no conozco otra que hagan que se droguen los demás sin quererlo).
Esto realmente no es una guerra entre fumadores y no fumadores, puesto que la batalla la tienen perdida (cuanto van a trabajar los oncólogos y demás profesionales sanitarios en un futuro no muy lejano por temas como:enfisemas y todo abanico de cánceres habidos y por haber)
Quizá encontréis estas declaraciones un tanto extremistas, pero es que al final uno se cansa de transigir y marginarse (por salud) por darle el enfermizo gusto a los fumadores de matarse y matar a los que no quieren morir de esa manera tan absurda. Situaciones como las que voy a contar a continuación me hacen ser así:
_ Un día como otro cualquiera me encuentro en un Carrefour de mi ciudad, en
un recinto en el que pone bien grande; prohibido fumar. Hasta aquí todo normal. Estoy en la cola de la caja central para hacer una devolución de unos mejillones, cual es mi sorpresa; detrás hay una persona, en este caso un hombre de mediana edad que está fumando, y no lo hace de manera discreta, no, lo hace de una manera que poco más y me está quemando la ropa. Yo le digo educadamente que por favor apague su cigarro o salga afuera a fumar porque donde lo está haciendo está prohibido. El hombre me mira como si me hubiese cagado en los muertos de toda su familia y me empieza a decir, palabras textuales: lo apagaré si me sale de los huevos, quién te has creído tú, muñequito para decirme lo que tengo que hacer. Él lo apaga porque ve que hay guardias de seguridad alrededor, pero aquí no acaba la historia. Acto seguido me empieza a decir que me va a denunciar :jajaja: (en todo caso estaría en mi derecho de hacerlo yo, pero bueno), que no tiene otra cosa que hacer y que me va a seguir toda la tarde, que me va a hacer la vida imposible, que vayamos a la comisaría y lo solucionemos en un juicio, etc. Como él, ve que no entro en su juego, empieza a provocarme para que le pegue y empieza a empujarme y a decirme venga, cachitas (puntualización;el tabaco también provoca ceguera, porque yo no estoy cachas), muñequito vamos a pegarnos si eres hombre. Yo me quedo así y recapacito unos segundos, tiempo suficiente como para no entrar en su juego y dirigirme a un par de seguratas que pululaban por el recinto. Les digo lo sucedido; lo del cigarro, que me está amenazando físicamente y me dicen que no pueden hacer nada, que nos vayamos a la calle los dos y lo arreglemos allí. Yo me voy a la calle y el tipo me empieza a seguir y a decirme ven aquí muñequito que te voy a espabilar, cabrón. Empiezo a acelerar el paso, doblo calles y acabo perdiéndole porque lo dejo sin fuelle(mis pulmones están limpios de tabaco). Creo que actúe con cabeza porque si hubiese entrado en su juego hubiese perdido yo por semejante tontería(hizó de un naipes un castillo). No he fumado en mi vida y estoy super orgulloso. Nadie de mi familia tampoco fuma. Por lo menos algo es algo, pero es salir a la calle y ver chimeneas andantes allá por donde vayas. En la calle me da igual pero no en sitios cerrados.
Hasta los propios fumadores no soportan el humo directo del tabaco, y para ejemplo el de un antiguo trabajo en una fabrica. Había por decreto dos comedores, uno para fumadores y otro para no, pues la práctica totalidad de los fumadores comían aunque fuese de pie en el de no fumadores porque les molestaba el humo al comer, y luego se iban a fumar al suyo.
En fin, queridos fumadores las leyes están para ser cumplidas y para beneficio de todos, incluso vuestro aunque no lo creáis. Los no fumadores no somos ni debemos ser policías para hacer prevalecer nuestros derechos.
Por una parte respeto profundamente a la gente que hace cuanto esté en sus manos para abandonar esta triste e inútil droga, y por otra siento auténtica lástima por la parte de aquéllos que, teniendo toda información a su alcance para hacerlo y conociendo de sobra sus perjuicios no sólo no quieren dejarlo sino que hace apología del tabaco.